Dimiten tres administradores de la teleoperadora lusa NOS tras el escándalo del "Luanda Leaks"
- Su renuncia llega después de que fueran llamados a declarar por la propia empresa para esclarecer los sucesos
- Más de 715.000 documentos en manos de cientos de periodistas explican las jugadas que utilizaba Dos Santos para operar
Tres administradores no ejecutivos de la teleoperadora portuguesa NOS que estaban ligados a la empresaria angoleña Isabel Dos Santos, centro del controvertido "Luanda Leaks", han presentado su dimisión a la compañía.
La renuncia por parte de Jorge de Brito Pereira, Mário Filipe Moreira Leite da Silva y Paula Cristina Neves Oliveira fue corroborada por la propia empresa, que lo hizo público a través de un comunicado a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) lusa.
Moreira Leite da Silva y Neves Oliveira se han visto envueltos en el escándalo después de ser imputados por la justicia de Angola, mientras que Brito Pereira ha trabajado también como abogado para Dos Santos.
La documentación revelada en el "Luanda Leaks" relaciona a los tres administradores con supuestas transferencias fraudulentas que permitieron desviar fondos de la petrolera angoleña Sonangol a una sociedad extraterritorial en Dubái.
Sus dimisiones llegan antes de declarar ante el Comité de Ética de NOS, que los había citado el próximo lunes.
La empresaria angoleña Dos Santos es una de las principales accionistas de NOS, a través de una sociedad creada al 50% con el grupo luso Sonae, Zopt, que tiene en sus manos el 52,15% del capital de la teleoperadora.
Una denuncia ha desatado toda una investigación periodística
"Luanda Leaks" ha trastocado por completo la economía de Portugal. La hija del expresidente de Angola José Eduardo Dos Santos no es solo considerada la mujer más rica de África, sino que además su presencia se extiende por todo el país luso a través de participaciones y negocios en corporaciones tan trascendentales como en el mundo de la banca o en el de la energía.
Los lazos con Portugal son tan importantes que el fiscal general de Angola, Hélder Pitta Grós, se ha reunido este jueves en Lisboa con su homóloga lusa, Lucília Gago, para solicitar su colaboración en este caso.
La justicia angoleña imputa a Dos Santos y a su marido, Sindika Dokolo, delitos de corrupción y enriquecimiento ilícito, después de que se conociera la investigación que ha llevado a cabo el Consorcio Internacional de Periodismo e Investigación (ICIJ). Gracias a este organismo se ha podido saber que más de 715.000 ficheros han posibilitado conocer los sistemas financieros presuntamente utilizados por la empresaria para desviar dinero público de Angola hacia paraísos fiscales.
Fue su sucesor en Sonagol, Carlos Saturnino, el que puso a los periodistas sobre la pista. El empresario la acusó de haber ordenado, después de dejar la dirección, una transferencia millonaria de la petrolera angoleña a una empresa de Dubái a través del banco Eurobic.
La Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios lusa ha hecho saber que la compañía NOS no ha sido la única a la que le están siguiendo la pista: la petrolera Galp -donde Dos Santos tiene una participación indirecta- y los auditores relacionados con "Luanda Leaks" también están entre sus principales objetivos a investigar.
El primer ministro de Portugal, António Costa, que hasta este jueves no había emitido palabra alguna sobre el escándalo, ha negado frente a los periodistas cualquier trato de favor hacia la familia Dos Santos. "Ni especial, ni de favor, ni en contra. Tratamos a todas las personas igual", afirmó Costa.
Un posible suicidio también ha desatado las alarmas
El caso se ha complicado aún más después de conocerse el fallecimiento de Nuno Ribeiro da Cunha este jueves en su casa de Lisboa. Este hombre era el director de banca privada de Eurobic -donde Dos Santos llegó a controlar el 42% de las acciones-, y además asesoró a Dos Santos durante años. También había sido imputado en el "Luanda Leaks".
El cuerpo fue hallado en el garaje de su casa y las hipótesis policiales se dirigen hacia un posible suicidio. No es la primera vez en la que Cunha se veía envuelto en una situación como esta, ya que los medios angoleños apuntan a que perpetró un intento con arma blanca hace dos semanas.