Reino Unido afirma que nunca dijo que no extraditaría a Assange a un país con pena de muerte
- Desde el punto de vista británico, el activista podría estar ya libre, pero la posible extradición norteamericana se lo imposibilita
- El juicio contra Estados Unidos sobre este asunto dará comienzo el próximo mes de febrero
Reino Unido nunca prometió no extraditar al fundador de WikiLeaks, WikiLeaksJulian Assange. Así lo ha declarado este martes en Quito (Ecuador) Simon McDonald, subsecretario permanente del Ministerio de Relaciones Exteriores británico.
"Nunca dijimos que no extraditaríamos a Assange a un país que tenga pena de muerte. Lo que sí dijimos es que nunca extraditaríamos al señor Assange si existía peligro de que afrontara una pena de muerte", ha afirmado el alto funcionario sobre la posibilidad de que el activista sea extraditado a Estados Unidos.
Estas revelaciones las puso McDonald de manifiesto en una rueda de prensa en la capital ecuatoriana junto al ministro ecuatoriano de Exteriores, José Valencia, y tras haberse reunido con el presidente Lenín Moreno.
Ante una pregunta de Efe sobre la posible cesión forzosa, el diplomático británico consideró necesario "corregir" la que hasta ahora se creía era la promesa que su país había hecho a Ecuador.
En abril pasado, cuando Quito puso fin a un asilo de casi siete años en su legación diplomática en Londres, el gobierno de Moreno aseguró tener dos cartas de compromiso de Gran Bretaña acerca de que no sería extraditado a países "con pena de muerte", en clara alusión a Estados Unidos, que lo requiere por revelar secretos militares y diplomáticos a través de WikiLeaks.
McDonald precisó que, desde el punto de vista británico, el activista australiano podía estar ya libre, pero que la nación norteamericana ha emitido contra él una petición de extradición que "está siendo considerada" y que se verá en las "próximas semanas". Y recordó que no poner en peligro la vida de una persona extraditada es ya "una larga política del Reino Unido".
Assange se verá con la justicia americana en febrero
Mientras tanto, el pasado viernes Assange fue trasladado del ala médica de la cárcel de Belmarsh, al sureste de Londres, donde estaba recluido en solitario, a otra área carcelaria con otros reclusos.
El activista, de 48 años, lleva preso en ese centro penitenciario de alta seguridad desde el pasado abril, cuando fue detenido por agentes británicos poco después de que el presidente ecuatoriano zanjara el asilo diplomático del que gozaba el australiano desde 2012.
Assange está pendiente del inicio, el próximo mes de febrero, del juicio de extradición a Estados Unidos, que le reclama por cargos que podrían suponer una condena de hasta 170 años de prisión. Entre ellos, Washington pide su entrega por los miles de documentos secretos que aireó el portal de internet y por delitos de "conspiración" para infiltrarse en sistemas informáticos gubernamentales.
Desde el Consejo de Europa este martes también se ha alertado sobre esta cuestión. En su Asamblea Parlamentaria, el informe "Amenazas sobre la libertad de los medios de comunicación y la seguridad de los periodistas en Europa" cita dos ejemplos españoles, pero también pide encarecidamente al Reino Unido que no permita la extradición de Julian Assange.