Donald Trump levanta la prohibición del uso de minas antipersonas en el ejército de Estados Unidos
- Revierte así la decisión de Barack Obama de cumplir parcialmente con el tratado de Ottawa
- Usarán minas "avanzadas" que contarán con un sistema para autodestruirse si no se activan después de un cierto tiempo
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este viernes el levantamiento de las restricciones impuestas desde 2014 al ejército estadounidense en el uso de minas antipersonas, conocidas por su terrible impacto en las poblaciones civiles.
"Esta nueva política permitirá que el comando militar use, en circunstancias excepcionales, minas antipersonas avanzadas y no permanentes diseñadas específicamente para reducir las lesiones a civiles y fuerzas asociadas", ha declarado la Casa Blanca en un comunicado.
Trump revierte así la decisión de su predecesor, Barack Obama, de cumplir parcialmente con el tratado de prohibición de minas antipersonas de Ottawa que prohíbe el uso, almacenamiento, producción o la transferencia de este tipo de mina, que son enterradas y que explotan al pisarlas.
Estados Unidos no es signatario del Tratado de Prohibición de Minas de 1997, que entró en vigencia en 1999. Aún así, Washington había cumplido con muchas de las disposiciones de este tratado, que habían sido respaldadas por más de 160 países.
La seguridad de los civiles tras el conflicto
Donald Trump ha argumentado su decisión en que la anterior política colocaba a las tropas estadounidenses en una "grave desventaja".
La administración del presidente Barack Obama dijo en 2014 que ya no produciría ni adquiriría minas terrestres, lo que incluía el reemplazo de las existencias estadounidenses, y prohibió su uso, a excepción de la península de Corea, donde el ejército de los Estados Unidos se reservaba el derecho de colocarlas.
"Las minas terrestres son una herramienta importante que nuestras fuerzas necesitan tener a su disposición para garantizar el éxito de la misión y para reducir el riesgo para las fuerzas", ha dicho el secretario de Defensa, Mark Esper, durante una conferencia de prensa con su homólogo italiano.
Cuando los países beligerantes abandonan el campo de batalla, habitualmente dejan atrás minas antipersonas que continúan matando o hiriendo a civiles aunque el conflicto ya haya acabado. Estas nuevas minas "avanzadas" contarán con un sistema para autodestruirse si no se activan después de un cierto tiempo.
"Queremos asegurarnos de que estos instrumentos, las minas terrestres, tengan en cuenta tanto la seguridad de su uso como la seguridad de los civiles", ha declarado Esper, que ha añadido que han "considerado mucho cómo se utilizarán y qué les sucederá después de un conflicto, que a menudo es tema de discusión".