El avión averiado de Air Canada aterriza sin problemas en el aeropuerto de Barajas
- La aeronave ha estado cuatro horas sobrevolando Madrid para quemar combustible | Así hemos contado el aterrizaje en directo
- Una de las ruedas sufrió daños durante el despegue y ha obligado al piloto a realizar un aterrizaje de emergencia
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Un avión de la aerolínea Air Canada que había salido este lunes de Madrid con destino a Toronto (Canadá) ha aterrizado sin incidencias en el aeropuerto de Barajas, tras varias horas sobrevolando el espacio aéreo para quemar combustible. La aeronave, con 128 pasajeros a bordo, despegó del mismo aeródromo a mediodía pero un problema técnico ha obligado al piloto a regresar a la capital y realizar un aterrizaje de emergencia.
Se trata de un Boeing 767-300 que despegó a las 14:33 horas y que finalmente ha tocado tierra sin problemas y sin heridos a las 19:07 horas, según ha informado Enaire, el gestor de navegación aérea.
A falta de que se conozcan todos los detalles técnicos, las primeras hipótesis apuntan a que la avería está relacionada con la pérdida de piezas del tren de aterrizaje, que habrían entrado en el motor izquierdo.
La operación del vuelo ACA837 ha requerido el despliegue de, al menos, seis dotaciones de bomberos de la Comunidad de Madrid y otras tantas del Ayuntamiento de la capital, además de personal sanitario del servicio municipal y regional de urgencias -Samur y Summa- bajo la supervisión del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, que se ha desplazado al lugar.
Más de cuatro horas quemando combustible
Antes de que se produjera el aterrizaje de emergencia, era necesario que el avión estuviese en torno a tres horas quemando combustible, tal y como marca el protocolo, con el fin de reducir tanto el peso como la velocidad de la aeronave y minimizar el riesgo en caso de impacto.
El avión -cargado de combustible suficiente para cruzar el Atlántico- ha pasado más de cuatro horas sobrevolando las proximidades de Madrid, incluyendo las provincias de Cuenca y Toledo, hasta perder el peso suficiente para poder aterrizar en Barajas, que por la mañana tuvo que cerrar durante más de una hora por la invasión de un dron.
Durante esa operación, un caza F-18 del Ejército del Aire se ha situado en paralelo al avión con el objetivo de verificar y evaluar los daños de la aeronave.
Después, una vez el avión ha tocado suelo, los mecánicos han valorado el estado de la nave para determinar la mejor forma de desembarcar al pasaje, que al final se ha podido llevar a cabo por escalerilla, como se realiza de forma habitual. Han tenido que pasar cerca de dos horas para que el pasaje pudiera empezar a salir del avión.
El Ministerio de Transporte ya ha puesto en marcha una comisión de investigación de accidentes para aclarar todo lo ocurrido a partir de las muestras recogidas en pista, de forma que ya se ha abierto el correspondiente expediente, según ha informado el propio Ábalos.
El piloto pidió "calma y paciencia" a los pasajeros
En todo momento, el mensaje que han recibido los pasajeros que se encontraban dentro del avión ha sido de tranquilidad. El piloto de la aeronave, en un tono muy tranquilo, explicó por megafonía que se iban a aplicar los protocolos recomendados en estas situaciones y que era necesario retornar al aeropuerto de salida. Para ello, les pidió "mucha calma y mucha paciencia".
"Estamos dirigiéndonos hacia el aeropuerto de Barajas y vamos a volver a Madrid para aterrizar", señaló el comandante en un audio difundido por el diario El Mundo en el que precisaba que habían sufrido "un pequeño problema con una de las ruedas del avión durante el despegue".
Uno de los pasajeros del vuelo ha explicado a RTVE cómo lo han vivido ellos desde dentro y ha señalado que, al despegar, notaron "como un pequeño golpe o explosión".
"Se ha oído como la goma de la rueda golpear contra el avión y hemos despegado con un poco de vibración. A los dos o tres minutos, el piloto nos ha avisado de que efectivamente había explotado una rueda", ha relatado el pasajero, quien ha añadido que en todo momento se les ha dicho que no había "peligro".
A pesar de la calma, el pasaje ha celebrado con aplausos y silbidos el éxito de un aterrizaje de emergencia que, desde fuera, ha mantenido en tensión a los familiares de los pasajeros y que, como medida de prevención, ha obligado a activar el dispositivo de seguridad del Ayuntamiento de la capital y de la Comunidad de Madrid.
Dispositivo de seguridad
El servicio de emergencias de la Cruz Roja envió recursos al aeropuerto de Barajas y se desplazaron dotaciones de bomberos y de Samur. Además, estaba alertada toda la red de hospitales y se pidió colaboración al Sescam de Castilla-La Mancha, por si fuera necesario.
El miembro del departamento técnico del Sepla, Javier Martín Chico, explicó en el Canal 24 horas que las condiciones meteorológicas para el aterrizaje de emergencia eran adecuadas y que, en caso de que el F-18 del Ejército no hubiese podido realizar las comprobaciones visuales, existe un protocolo que permitiría al avión de Air Canada volar cerca de la torre de control para que, desde allí, se pudieran hacer las comprobaciones visuales.
El director de operaciones de Enaire, Xavier Benavent, ha explicado a Efe que los aterrizajes de emergencia son muy habituales, con incluso más de uno por semana en la navegación española aunque suelen pasar desapercibidos, y solo algunos son "mediatizados" y no por motivos sobre la gestión aérea.