La mayoría republicana absuelve a Trump de los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso
El Senado de Estados Unidos ha absuelto este miércoles a Donald Trump de los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso por los que los demócratas buscaban su destitución en el juicio político. Poco más de dos semanas después de la apertura de un juicio exprés sin testigos ni pruebas adicionales en pleno año electoral, la mayoría republicana ha puesto fin al tercer proceso de destitución de la historia de Estados Unidos, para el que se necesitaba el apoyo de 67 senadores. Trump no es culpable de abuso de poder para 52 senadores, frente a los 48 que sí lo han declarado culpable. El presidente tampoco es culpable de obstrucción para los 53 republicanos, frente a los 45 demócratas y los dos independientes que así lo han considerado.
La mayoría demócrata en la Cámara de Representantes aprobó los cargos el pasado 18 de diciembre por los que condenaron al presidente por presuntamente presionar a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelensky, para que anunciara una investigación contra el exvicepresidente Joe Biden que aspira a disputarle la Presidencia a Trump el próximo 3 de noviembre.
El Congreso acusó a Trump de abuso de poder por presuntamente anteponer sus intereses personales y políticos a los de Estados Unidos al congelar el envío de ayuda militar valorada en 391 millones de dólares a Ucrania hasta que Zelensky anunciase la investigación a Biden y su hijo. La obstrucción al Congreso centra el segundo artículo del impeachment (cargo) porque el presidente bloqueó la colaboración de los funcionarios de la Casa Blanca y el envío de documentos oficiales durante la investigación preliminar. Para la Casa Blanca, el resultado supone la "completa exoneración" del presidente, que pronunciará su "discurso de victoria" este jueves. Antes, ha dejado un mensaje en Twitter:
Los demócratas seguirán investigando
A lo lago de 15 días, los demócratas han ido retratando su sombría visión de la diplomacia de la Administración Trump en Ucrania: desde la creación de un canal extraoficial con el Gobierno ucraniano dirigido por el abogado que representa a Donald Trump en calidad de ciudadano, Rudy Giuliani y del que "todos estaban al corriente"; al acoso a una veterana embajadora hasta su destitución.
Todo, ante la estupefacción de decenas de funcionarios en la legación en Kiev que accedieron a dar cuenta de sus impresiones durante la investigación desatada tras una denuncia anónima. Pero la falta de información de fuentes oficiales con conicimiento de primera mano ha impedido que el caso prosperara en una Cámara controlada por el Partido Republicano. El último varapalo llegó el viernes, cuando los senadores bloquearon la declaración del exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton, que asegura en su próximo libro que Trump dio la orden de paralizar la ayuda militar en mayo de 2019, dos meses antes de la polémica conversación telefónica con Zelensky.
Los fiscales demócratas y la mayoría de senadores del partido describen a Trump como un presidente "egoísta y corrupto", que actúa por encima de la ley y que ha puesto en jaque la democracia estadounidense al solicitar la interferencia extranjera en las elecciones presidenciales. Lamentan, además, que el veredicto absolutorio del Senado pueda agrietar para siempre la credibilidad de la Cámara Alta, la Constitución, el sistema judicial de EE.UU. y la separación de poderes.
[Los personajes del impeachment]
Lejos de tirar la toalla, la formación volverá a valerse de su mayoría en la Cámara de Representantes para citar, "con gran probabilidad", a John Bolton, según ha declarado el fiscal Jerry Nadler. Bolton, asesor hasta septiembre de 2019, rechazó declarar ante el Congreso en octubre, pero estaba dispuesto a hacerlo durante el juicio político. Su testimonio, en cualquier caso, augura una dura batalla legal en los tribunales si Trump decide acogerse a su privilegio ejecutivo como presidente.
Un díscolo en las filas republicanas
El apoyo de los 53 senadores republicanos estaba garantizado mucho antes del juicio ya que, aunque alguno considera que Trump no actuó adecuadamente en Ucrania, no ven motivo suficiente para su destitución. Solo uno de ellos ha roto la disciplina de voto: Mitt Romney, el senador de Utah que por primera vez condena a un presidente de su partido por su "aterrador abuso de la confianza" del público, si bien lo ha exonerado del segundo cargo. "Seremos juzgados por cómo cumplimos con nuestro deber. Si ignorase las pruebas por motivos partidistas, la historia castigaría a mi personaje", se ha justificado ante la previsible presión de su partido.
“Si ignorase las pruebas por motivos partidistas, la historia castigaría a mi personaje“
Los políticos republicanos han repetido el mantra del presidente durante sus comparecencias en el Senado: el impeachment ha sido una "caza de brujas" de los demócratas que, ante el fiasco de la investigación de la trama rusa -no se probó la culpabilidad de Trump, pero tampoco se le exoneró-, buscaban cualquier excusa para revertir el resultado electoral de 2016. Según la defensa del presidente, la llamada a Zelensky fue "perfecta", sin presiones ni irregularidades y las pruebas aportadas por la acusación no se sostienen porque no provienen de testigos directos del escándalo ucraniano.
[El juicio político, día a día]
Triunfante, Trump se convierte en el tercer presidente de la historia condenado por la Cámara de Representantes y absuelto por el Senado después de Andrew Johnson (1868) y Bill Clinton (1999). Los próximos meses despejarán la incógnita sobre los efectos del impeachment en una campaña electoral que se tensa día a día. La única certeza a corto plazo, la creciente polarización en la clase política que poco a poco va plasmándose en la sociedad: el 49% de los estadounidenses están en contra de la destitución de Trump, frente al 46% que lo apoyaba, según uno de los últimos sondeos hechos públicos.