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Dimite el primer ministro del land alemán de Turingia tras las críticas por llegar al poder gracias a la ultraderecha

  • Kemmerich fue elegido en tercera vuelta con 45 votos frente a los 44 obtenidos por el hasta ahora primer ministro Bodo Ramelow
  • Otros partidos decidieron no formar con coaliciones la ultraderechista Alternativa por Alemania

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Dimite el primer ministro de Turingia tras el escándalo por llegar al poder gracias a la ultraderecha

El político liberal Thomas Kemmerich ha anunciado este jueves que pedirá la disolución del parlamento de Turingia, un día después de haber sido elegido presidente de ese land del este de Alemania con los votos de la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD).

Tras informar de la decisión, que implica su salida del cargo, Kemmerich ha dicho que se convocarán nuevas elecciones y ha agregado que "no hubo una cooperación con la AfD, no la hay y no la habrá". Además, el político ha indicado que, si no se logra la disolución del Parlamento, presentará una moción de confianza.

La elección de Kemmerich ha desatado un terremoto político en Alemania. Fue criticada por la mayoría de los partidos políticos alemanes y calificada de "imperdonable" por la canciller alemana, Angela Merkel, quien este jueves ha dicho que el resultado "debe ser revertido".

Terremoto político por el pacto con la ultraderecha

La "ruptura del tabú", como ha sido calificada la elección de Thomas Kemmerich por algunos analistas, se ha producido justamente en el estado federado donde la AfD es liderada por una de sus figuras más radicales, Björn Höcke.

Höcke es considerado como uno de los principales exponentes de una grupo llamado "El ala", que incluso es observado por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución por considerar que desde allí pueden impulsarse planes en contra del orden constitucional alemán.

En una rueda de prensa conjunta en Pretoria con el presidente sudafricano, Merkel ha afirmado que lo ocurrido este miércoles fue un "procedimiento excepcional" que ha roto con la "profunda convicción" tanto suya como de su partido de que "no se deben ganar mayorías con el apoyo de la AfD".

La Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de la canciller Angela Merkel, se había fijado como principio no tener coaliciones ni ningún tipo de cooperación ni con la AfD ni con el partido La Izquierda.

La presión sobre Kemmerich ha venido también de su propia agrupación, el Partido Liberal (FDP), cuyo presidente, Christian Lindner, viajó a Turingia con el objetivo de convencerlo de que dimitiera, según medios de comunicación.

Kemmerich, elegido en la tercera vuelta con 45 votos

Kemmerich ha explicado que, tras analizar lo ocurrido en las últimas 24 horas, era claro que no podía tener mayorías para gobernar en el parlamento regional y ha acusado a la AfD de haber causado la crisis con "un truco pérfido".

En su última comparecencia, el primer ministro dijo que durante la sesión del parlamento en que fue elegido había estado en contacto con Lindner, pero que la decisión sobre su candidatura y la aceptación de la elección se había tomado en Turingia.

El hasta ahora primer ministro y líder de La Izquierda en Turingia, Bodo Ramelow, había llegado a un acuerdo de coalición con el Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes,  con cuyos votos esperaba ser reelegido por mayoría simple en la tercera votación en el Parlamento regional.

Sin embargo, Kemmerich fue elegido en tercera vuelta con 45 votos frente a los 44 obtenidos por Bodo Ramelow tras la abstención de la CDU en las dos primeras rondas.  El presidente de la CDU en Turingia, Mike Möhring, justificó el voto de la mayoría de su grupo parlamentario argumentando que no podían negarse a apoyar a un candidato de centro.

"En las dos primeras vueltas nos abstuvimos, en la tercera había un candidato de centro y no podíamos abstenernos. Sin embargo, no somos responsables de las candidaturas de otros partidos ni de la forma como votan", dijo Möhring.

Este sábado, la gran coalición de gobierno entre los conservadores de Merkel y los socialdemócratas celebrarán una reunión de crisis para abordar las consecuencias de lo ocurrido en Turingia.