Planas afirma que reequilibrar la cadena alimentaria no subirá los precios de forma generalizada

• El ministro de Agricultura anuncia que el Gobierno promoverá en la PAC un programa de gestión del aceite de oliva
• Apuesta por la ampliación de mercados y la promoción del aceite de calidad con cargo al presupuesto de 2021-2027

Planas se reúne con el sector olivarero.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha defendido que la solución a la crisis que vive el campo pasa por un "reequilibrio" en la cadena alimentaria entre agricultores, fabricantes, supermercados y consumidores, lo que no implica necesariamente subidas de precios generalizadas, aunque admite que puede darse "en algún caso".

Tras su reunión con el sector olivarero, el ministro indica que la subida de precios "no tiene que ser una conclusión generalizada" pero también matiza que si se pretende que un producto orgánico o con más calidad tenga el mismo precio que uno estándar "algo falla en la percepción".

Planas ha abogado por hacer un análisis de los márgenes de beneficio de cada eslabón de la cadena alimentaria y su contribución a la creación de valor para conocer la situación real y poder actuar.

El ministro ha pedido a las cadenas de supermercados que acaben con la venta a pérdidas -promociones que sirven de reclamo para el consumidor-. Además les ha solicitado que sean exigentes con sus proveedores para que los productos que pongan a la venta hayan sido pagados por la industria, con contratos por escrito que permitan a los agricultores planificar su actividad.

La semana que viene el titular de Agricultura se reunirá con las Comunidades Autónomas.

Un programa de gestión del aceite de oliva

Planas ha anunciado un programa de gestión del aceite de oliva, similar a la que existe para el vino o las frutas y hortalizas, que será financiada por el primer pilar de la Política Agraria Común (PAC) cuyo presupuesto se está negociando para el septenio de 2021 a 2027. Este nuevo programa permitirá mejorar la calidad del producto y realizar acciones de promoción.

Las organizaciones de olivareros consideran que la situación es insostenible. Solicitan con urgencia más medidas estructurales y una normativa que de más confianza al consumidor.

Desde la COAG, José Luis Ávila, matiza que "no tenemos una situación donde nos sobre aceite, lo que sucede es que se está haciendo una composición de precios artificial donde los productores son los que están pagando estar en quiebra técnica y ruina permanente".

Una de las soluciones es ganar dimensión, pero Francisco Molina de ASAJA, advierte de que "cambiar la estructura productiva del olivar supone de 7 a 8 años sin ingresos, sin rentas de explotación, por lo tanto, estas explotaciones están condenadas a morir excepto que se cree un plan que les permita supervivir".

Por parte de UPA, Cristóbal Cano, reclama que "tienen que poner en marcha medidas valientes para que tengan una estabilidad en precios que beneficie a todos, para los productores, para la industria, para la distribución y finalmente para el consumidor".

El presidente de las cooperativas dedicadas al aceite, Rafael Sánchez de Puerta, insiste en la calidad del producto "queremos que el consumidor tenga la total garantía y seguridad de que estamos produciendo el mejor de los aceites, porque así es, y que le está llegando en las mejores condiciones".