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Análisis

El Sinn Féin: de partido excluido en tiempos del IRA a primera fuerza en Irlanda

  • El SF fue considerado durante décadas el brazo político del IRA
  • El partido ha ganado las elecciones aupado en una agenda social

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Sinn Féin resurge en las elecciones de Irlanda con un resultado histórico

En los años 80, los portavoces del Sinn Féin no podían hablar en la televisión ni en la radio irlandesas o británicas. El partido, presidido durante años por Gerry Adams, era considerado nada más que el brazo armado del IRA, el Ejército Republicano Irlandés. La desaparición del grupo terrorista en 1998, tras un conflicto con 3.600 muertos, permitió que los diputados del SF dejaran de ser tratados como apestados, pero aun así los dos grandes partidos de gobierno en Irlanda, el Fine Gael y el Fianna Fáil, les han excluido sistemáticamente de los pactos y coaliciones.

Todo eso ha cambiado con las elecciones generales de este domingo. El Sinn Féin se ha convertido en el primer partido de Irlanda, con casi una cuarta parte del voto, aunque tendrá que buscar socio o socios de coalición para poder formar gobierno.

El partido sigue defendiendo la unión de las dos irlandas (la República de Irlanda e Irlanda del Norte, esta última parte del Reino Unido), pero ha recorrido un largo camino hasta convertirse en la primera fuerza en el país y acabar con la alternancia bipartidista que se ha repartido el poder desde la Segunda Guerra Mundial.

Un poco de historia

El SF está considerado como nacionalista de izquierdas, mientras que al Fianna Fáil (FF) se le suele ubicar en el centro derecha y al Fine Gael (FG), del actual primer ministro, Leo Varadkar, como democristiano. Si sirve de alguna indicación, en el Parlamento europeo el SF se ubica en el Grupo de la Izquierda Unitaria Europea, junto con Podemos, Izquierda Unida o EH-Bildu; el FF pertenece al Grupo Liberal, como Ciudadanos; y el FG al Grupo Popular, donde está el Partido Popular español.

Pero la verdadera división entre los tres partidos tradicionales irlandeses no se explica tanto por el eje ideológico izquierda-derecha sino por la historia del país, y tiene su origen en la lucha por la independencia del Reino Unido.

El Sinn Féin surgió en 1917 y en sus inicios agrupaba a la mayor parte de los nacionalistas irlandeses opuestos al dominio británico. El Tratado Anglo-Irlandés de 1921 abrió la puerta a la independencia de Irlanda pero excluyendo los condados del norte, de mayoría protestante, que permanecerían en el Reino Unido.

Las diferencias sobre este arreglo dieron lugar a una guerra civil de dos años y a sucesivas escisiones de las que nacerían, entre otros el Fianna Fáil, fundado en 1926 por Éamon de Valera, y el Fine Gael, creado en 1933 a partir de varios grupos que aceptaban la partición.

De Valera, presidente de Irlanda durante décadas, y Michael Collins, asesinado en 1922 por haber firmado el tratado, son las figuras históricas en las que se miran el FF y el FG, respectivamente.

Lento crecimiento

Tras la marcha de los partidarios de De Valera, el Sinn Féinn quedó reducido en número y apoyos. No sería hasta los años 60 y 70 del pasado siglo cuando recuperaría protagonismo con el surgimiento de los "Problemas", los conflictos entre comunidades protestantes y católicas en el Ulster. El Sinn Féin decidió apoyar las acciones del IRA y se convirtió en su brazo político.

En los 80, el partido, ya bajo la presidencia de Gerry Adams, adoptó la estrategia de participar activamente en política a ambos lados de la frontera. En Irlanda del Norte obtuvo representantes locales y se convirtió en la opción preferida de los católicos, aunque nunca acudió al Parlamento de Westminster. En la República de Irlanda decidió ocupar los escaños en el Dáil Eireann (Parlamento) que hasta entonces había dejado vacíos.

El Acuerdo de Viernes Santo de 1998 y la posterior desaparición del IRA permitieron al Sinn Féin entrar en el gobierno intercomunitario en el Ulster (actualmente es la segunda fuerza allí y tiene dos ministros y una vicepresidencia en el Ejecutivo) y empezar su lento crecimiento en la República.

En 2008 ganó cuatro escaños, que convirtió en 14 en 2011 y en 23 en las anteriores elecciones, celebradas en 2016. Este domingo ha obtenido al menos 29 de los 160 escaños, aunque el recuento aún no ha terminado.

Victoria de la agenda social

Con la paz encarrilada en el norte, el Sinn Féin pudo centrarse en el sur en reclamar las políticas económicas y sociales que benefician a su base social, las clases populares y sobre todo de los barrios obreros de la capital, Dublín.

La victoria de este domingo se debe al apoyo de los más jóvenes y de los menos beneficiados por la recuperación económica. Como ha ocurrido anteriormente en otros países europeos (Italia, España, Grecia) ha sido el voto de los perjudicados por la austeridad el que ha modificado el sistema de partidos y de mayorías parlamentarias vigente durante décadas. El modelo económico irlandés se ha basado durante años en atraer a grandes multinacionales a cambio de que paguen bajos impuestos. Las desigualdades han aumentado, así como el precio de la vivienda, mientras los servicios públicos se han depauperado.

"Mucha gente no puede comprar casa, hay muchas personas en la calle; el sistema de salud no funciona bien, y tampoco las pensiones", ha explicado en RNE Raj Chari, profesor de ciencia política del Trinity College de Dublín. "Los votantes han dicho claramente que quieren un cambio".

La candidata del SF y heredera de Adams, la dublinesa Mary Lou McDonald, ha prometido contener el precio de la vivienda y recuperar los servicios sociales y ha manifestado su preferencia por una coalición de izquierdas.

La gente quiere hablar de lo que ocurre en sus vidas, no de lo que pasó hace 20 o 30 años 

"El Sinn Féin ha estado aquí desde hace mucho, tiene políticas en todos los temas, pero antes estábamos encasillados y censurados por los medios, así que era muy difícil crecer", ha declarado a Reuters Aengus O Snodaigh, diputado reelegido por la circunscripción de Dublín sur-centro. "La política ha avanzado, la sociedad ha avanzado", explica.

Dolan, que se unió al partido en 2005, cree que la gente ya no quiere hablar del conflicto de las dos Irlandas sino de "lo que ocurre en sus vidas, lo que les tiene en vilo por la noche, y no de cosas que ocurrieron hace 20 o 30 años antes de que algunos nacieran". "Solo quieren hablar del futuro", concluye.