'Dragon Ball Z: Kakarot', el homenaje a toda una generación
- Bandai Namco ha vuelto con una de sus sagas más famosa con un salto al formato ARPG
- El nuevo videojuego de Goku introduce al jugador en la misma serie de Toriyama
Vuelve el universo más famoso de Akira Toriyama con el último título de Bandai Namco, 'Dragon Ball Z: Kakarot', un homenaje a modo de ARPG para toda una generación de nostálgicos que creció junto a Goku y compañía.
¡Luz, fuego, destrucción… El mundo puede ser una ruina…! una musiquilla que no deja de sonar en la cabeza de los más fieles aficionados a esta serie de anime que emitió su primer capítulo el 26 de abril de 1989, hace ya 31 años.
El cambio del último título de la saga, 'Dragon Ball FighterZ', a este ha sido de 180 grados. Del más puro estilo pelea en 2D, la empresa nipona de videojuegos ha decidido apostar por un mundo abierto donde se combina el rol y la acción.
Desde hace años se especulaba con la posibilidad de recrear la serie desde este punto de vista, con 'Xenoverse' y 'Xenoverse 2' como sus exponentes más cercanos hasta la fecha. Ahora, los chicos de CyberConnect2 han sido los encargados de recrear la saga Z con todo lujo de detalle.
La historia se inicia con la llegada a la Tierra de Raditz, el hermano malvado de Goku, y se termina con la de Buu, es decir, un repaso completo a 'Dragon Ball Z'. La compañía nipona ha logrado con éxito que el jugador viva desde dentro toda la serie.
El juego empieza con un pequeño tutorial justo en el periodo de paz que transcurre entre la batalla contra Piccolo y la llegada de Raditz, el inicio de los guerreros Z. En los instantes iniciales de la historia podremos controlar a Goku e ir haciéndonos poco a poco con las mecánicas.
Junto a Kakarot, así se le conoce en Japón, estará Son Gohan de niño, y ambos empezarán a familiarizarnos con la recolecta y la caza, tras un encargo de Chi-Chi, que acciones indispensables para ir mejorando las habilidades de los personajes.
A diferencia de 'Xenoverse', la historia es íntegramente la de los 'guerreros Z', por lo que la sorpresa narrativa queda reservado a la revelación de detalles que van descubriéndose durante la trama y que, en su día, la serie pasó por alto.
Un mundo por explorar
Como todo RPG, hay un mundo abierto que podremos explorar con muchas horas de diversión, donde hay misiones secundarias y minijuegos que servirán para seguir obteniendo recompensas y mejoras.
Los escenarios tienen todo tipo de detalles, donde podremos cazar dinosaurios, recolectar fruta, pescar e ir coleccionando diferentes recompensas. A pesar de no ser lineal, los de CyberConnect2 tampoco han dejado esa libertad absoluta en la que te distraes tanto en las secundarias que te olvidas por completo del argumento principal.
Las dinámicas de esas 'minihistorias' pueden resultar un poco aburridas, sobre todo, por la falta de variedad, algo que se compensa con los minijuegos, muy simples, pero divertidos. Cada cual tiene su recompensa y sus sorpresas.
Pero si algo no puede faltar en un juego de estas características es la acción. Depende del momento de la historia en el que nos encontremos, nos meteremos en la piel de un personaje u otro, aunque no existe la posibilidad de elegirlo.
Batallas espectaculares sin dificultad
El rol de los combates es muy sencillo y en dos o tres batallas te haces enseguida a los controles, muy intuitivos y carentes de combinaciones imposibles para realizar técnicas especiales. No es un juego donde prime la habilidad, sino realizado para todos los públicos.
La narración prima sobre la acción, un sacrificio que puede resultar uno de los 'peros' de 'Dragon Ball: Kakarot'. Además, el desarrollador nipón también ha censurado la violencia más cruda en combate.
El furor de la guerra no pasa factura a los personajes, ni sangre ni ropa destrozada. Una circunstancia que se hace extraña cuando empieza la cinemática final, donde de repente sí que aparecen los daños causados por la batalla, en una fiel recreación de la serie.
Sin duda, la falta de la dificultad, se suple con una narrativa fiel que nos adentra en las épicas luchas de los 'Super Saiyan'. Los mejores momentos de una serie inmortal.
Es un juego para disfrutar en solitario y, sobre todo, para aquellos fieles a la 'Dragon Ball', algo que no deja fuera a las nuevas generaciones, en la que puede ser una de las mejores tomas de contacto para engancharte a la mítica historia de Toriyama.
Los 'emblemas del alma'
Como todo RPG, los personajes tienen que desarrollarse a través de puntos de experiencia, así como otras acciones cotidianas, que nos meten en la piel de la vida cotidiana de los héroes lejos de la lucha.
CyberConnect2 ha apostado por un sistema de afinidades bastante logrado con los 'emblemas del alma', en el que ajustar la conexión entre los personajes mejora las cualidades de nuestro guerrero de turno. Estas 'chapas' se van consiguiendo a lo largo de la historia.
Las comunidades son ciertamente sencillas, pero para sacar la máxima eficiencia, muchas veces tendremos que resolver pequeños puzzles dentro de cada una para descifrar cuál es la mejor línea de afinidad.
Cierto es, que la ausencia de la dificultad durante los periodos de lucha hace que pierda un poco de interés. Aunque seguro que querrás llevar al límite a tu personaje.
Los audios son en japonés, con algún intervalo de inglés, lo que hace un poco raro al ambiente sonoro del juego. El subtitulado es correcto, aunque si pasas de manera rápida la conversación se pierde la concordancia entre los escuchado y lo leído.
Conclusión:
'Dragon Ball Z: Kakarot' es un gran homenaje a la serie 'Dragon Ball Z', donde Bandai ha primado la narración y las buenas cinemáticas sobre la batalla, haciendo que el jugador se sienta dentro de la propia historia, que redescubre detalles pasados por alto en el anime de Toriyama hace más de 20 años.
Sin duda, la apuesta por el ARPG de CyberConnect2 ha salido bien, con sus 'peros', al ser un mundo abierto en el que se deben sacrificar ciertos detalles gráficos, pero que se compensa con una revisión fantástica de un clásico japonés con el que creció toda una generación.
Unos 'desaciertos' que se evidencian en la destrucción de los escenarios, que sorprendentemente se reconstruyen solos. También se echa de menos combates con más dificultad que supongan un reto, aunque lo hace accesible para cualquier jugador.
Salvo enmiendas futuras, el título no tiene la posibilidad de batallas online con otros usuarios, un extra que daría más vidilla a otro gran título que sumar a la familia de 'Dragon Ball'.