El cambio climático provocará una aridez extrema que dañará numerosos ecosistemas en todo el mundo
- Las previsiones apuntan a que en el año 2100 más del 20 % de las tierras emergidas del planeta van cruzarán los umbrales de aridez
- En España, la situación será "preocupante" en la costa mediterránea, el centro y el sudeste peninsular
El cambio climático va a provocar que la aridez llegue a niveles extremos en las zonas que de forma natural son ya muy secas, con cambios "abruptos y drásticos" en los ecosistemas de los que dependen más de 2.000 millones de personas, una importante degradación a la que España no va a ser ajena.
Los datos han sido publicados este jueves por la revista Science en un trabajo en el que han participado investigadores de numerosos países y universidades, entre ellas la Universidad de Alicante, la Pablo de Olavide de Sevilla o el Instituto de Biología Evolutiva, centro mixto de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Las previsiones climáticas apuntan a que en el año 2100 más del 20 % de las tierras emergidas del planeta van a cruzar uno o varios umbrales de aridez y a sufrir importantes cambios.
"La vida no desaparecerá, pero los hallazgos sugieren que estos ecosistemas pueden sufrir cambios bruscos que reducirán su capacidad para prestar servicios a más de 2.000 millones de personas, tales como la fertilidad del suelo o la producción de biomasa", ha señalado el científico Miguel Berdugo, autor principal del estudio.
"Cada decimal" de aridez cuenta
El investigador, experto en ecología y sistemas complejos, ha subrayado la importancia de los acuerdos internacionales –como el Acuerdo de París-, nacionales, regionales y locales para reducir las emisiones de dióxido de carbono y combatir los efectos del cambio climático, pero ha advertido de que, aunque se pusieran en marcha esos acuerdos y resultaran efectivos, "la aridez aumentará de todas formas".
Es por ello que Berdugo ha recordado la necesidad de adoptar medidas, ya que el estudio ha demostrado que "cada decimal" de aridez cuenta y será determinante a la hora de desencadenar más o menos cambios.
Los resultados de la investigación señalan como "inminente" la necesidad de reducir al mínimo los efectos de la aridez de las tierras secas, y que el continuo calentamiento climático de esos lugares va a repercutir de una forma muy negativa en la estructura y función de los ecosistemas sensibles, en los nutrientes del suelo o en la productividad de las plantas.
El equipo internacional de investigadores liderado por Berdugo ha compilado una amplia base de datos con más de 500.000 puntos concretos de todo el mundo y ha evaluado numerosas variables y servicios esenciales que proporcionan las tierras secas, entre ellos la regulación del clima, el ciclo de nutrientes o la producción ganadera.
El estudio se ha centrado en zonas secas naturales, evitando los campos de cultivo o los terrenos urbanizados, aunque incluye muchas áreas que han sufrido o están sufriendo ese proceso de desertización a causa de la intervención humana.
Cambios "abruptos y drásticos"
El investigador ha explicado que todos los elementos de los ecosistemas secos que se han estudiado se resienten en mayor o en menor medida cuando crece la aridez. Ejemplo de ello son los niveles que se registran en el Mediterráneo, que acaban desembocando en adaptaciones de las plantas para poder sobrevivir en condiciones de escasez de agua, como ocurre en los bosques peninsulares,
Sin embargo, con índices superiores, como los que se registran en el sudeste de la Península Ibérica, estos cambios son "abruptos" y afectan a la fertilidad del suelo y a su resistencia a la erosión, y provocan una "matorralización" de la vegetación, una disminución de los nutrientes en las hojas y cambios importantes en la microbiota del suelo.
Cuando la aridez es aún mayor, se produce una caída "drástica" de la cobertura vegetal y de la riqueza de especies que acaba llevando a la aparición de los desiertos, ha explicado a Efe Miguel Berdugo.
Aunque el estudio se centra en los cambios ocasionados por el clima, el científico ha observado que hay otros factores que se pueden sumar o interactuar con el cambio climático. En concreto, actividades humanas como la agricultura o la ganadería.
Berdugo ha señalado que en África los cambios serán muy acusados y afectarán a regiones como el Sahel y el sur del continente. Así, la situación social que sufren muchos países en este continente agravará aún más las consecuencias de esos cambios.
En España la situación es también "preocupante", según el investigador, que ha localizado las principales amenazas en el sudeste peninsular, en la costa este mediterránea y en el centro peninsular.