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"En Argentina no puede haber hambre. Es nuestra prioridad en un contexto económico muy difícil"

  • Daniel Arroyo es el responsable de coordinar el programa "Argentina contra el Hambre"
  • El plan contempla el reparto de tarjetas alimentarias. La pobreza ronda el 40% y afecta a uno de cada dos niños

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Ley de emergencia contra el hambre en Argentina

Desde su cartera de Desarrollo Social, Daniel Arroyo es el responsable de coordinar el programa "Argentina contra el Hambre". Uno de los ejes de este plan es el reparto de tarjetas alimentarias. Ya han comenzado a repartirlas y beneficiará a 2,5 millones de menores de 6 años. La situación es crítica. La pobreza ronda el 40% y afecta a uno de cada dos niños.

Pregunta.- ¿Por qué hay hambre en un país que produce alimentos?

Respuesta: La emergencia alimentaria es muy grave. Tenemos dos problemas: problema de hambre. Mucha gente solo puede tomar un mate cocido a la noche. Y otro problema de malnutrición. Baja el consumo de leche mes a mes. Si baja el consumo de leche quiere decir que la situación está grave, y otra situación es que estamos yendo a una generación de chicos con baja estatura y obesos. Sobre esa base hemos puesto en marcha este plan Argentina contra el hambre.

P.- ¿Cómo se está desarrollando la entrega de tarjetas alimentarias?

R: Es una tarjeta de un banco público. No permite sacar efectivo sino comprar alimentos para las madres con chicos menores de seis años, mujeres a partir del tercer mes de embarazo y para personas con discapacidad. Beneficia a 2,5 millones de chicos. 1 millón 400.000 tarjetas. Son en total 1.000 millones de dólares.

En un contexto de restricción fiscal de Argentina la decisión del presidente ha sido volcar los recursos en esta tarjeta alimentaria que permite que todos coman bien, que todos accedan a la canasta básica de alimentos. El segundo aspecto es la creación de trabajo. Si hay más consumo, la pyme ó pequeños comerciantes venden más y mueve la economía desde abajo, empieza a generar trabajo.

P.- Argentina tiene una pobreza estructural que no han podido atajar los últimos gobiernos

R: La tarjeta tiene que ver con la emergencia. No es una gota en el océano. Es una política bien amplia.  Cubre casi 2,5 millones de chicos, y complementa otra política más amplia que es la asignación universal por hijo.  Claramente es una política de emergencia. Tenemos claro que la salida de Argentina es el trabajo, que la política social es el trabajo pero primero tenemos todos que comer.

Primero nos ponemos las medias y luego los zapatos. No es una gota en el desierto, tiene un impacto en la actividad económica. Mientras dure la emergencia, hay que encarar más políticas para que haya crecimiento de la actividad económica.

P.- ¿Hay margen para que la pobreza no siga aumentando?

R: Partimos de una base, en Argentina no puede haber hambre. En un país que produce alimentos, eso no es un debate, es una regla. Un debate es cuál sería cuál es el modelo de desarrollo industrial. Un país que produce alimentos para casi 400 millones de personas claramente su población tiene que comer y comer bien. Tenemos casi un 40% de pobreza pero es mayor en los niños.

Estamos encarando una política que tiene que resolver el tema del hambre y el problema de sobreendeudamiento de las familias. Todo el mundo termina tomando créditos al 200% en la financiera de la esquina. Armamos un sistema de crédito no bancario a tasas bajas para máquinas y herramientas y tenemos la tarea de ir vinculando planes sociales con trabajo.

P.- El hambre es la prioridad de este gobierno. Pero en un escenario de grave crisis económica, recesión, inflación, deuda... ¿Cómo se plantea el gobierno impedir que la pobreza no siga aumentando? ¿De dónde saldrá el presupuesto?

R: En un contexto de restricción fiscal la decisión de Alberto Fernández fue poner prioridad en Argentina contra el hambre. Siempre veo y pienso que la diferencia entre palabra y hecho es el presupuesto. Argentina ha generado un acuerdo social. Ha convocado a empresarios, sindicatos, organizaciones sociales. Ese acuerdo tiene tres condiciones. Uno es empezamos por el hambre y resolvemos el problema de la pobreza. Segundo el tema del trabajo y tercero,  Argentina tiene que honrar sus deudas y es lo que está haciendo con 45 millones de argentinos adentro. Hay un proceso de renegociación de la deuda pero estamos fijando prioridades en un contexto verdaderamente difícil.

P.- La situación es crítica en la provincia de Salta. Al menos 8 menores han muerto por desnutrición en este 2020. ¿Qué está haciendo el gobierno?

R: Es una emergencia extrema dentro de la emergencia de Argentina.  El norte de la provincia de Salta vive en emergencia socio-sanitaria. Hay cerca de 20 niños hospitalizados. El problema estructural es el acceso al agua. Toman agua en mal estado y tienen diarrea, deshidratación y desnutrición. Viajé personalmente. El ejército está trabajando. Los pozos de agua no son comunes y necesitan tecnología especial que tiene el ejército. Es una situación muy preocupante en una zona compleja y crítica donde hay que resolver problemas de alimentación y de infraestructura. Enfrente está Bolivia dónde ellos si resolvieron el tema del agua y de la vivienda, Argentina tiene la obligación de hacerlo.