Más de 55.000 leoneses toman las calles para exigir un plan industrial para la provincia

• 57.000 personas, según fuentes policiales, se han manifestado por las calles de las principales ciudades de León
• El próximo 3 de marzo tendrá lugar la primera reunión de la Mesa Por el Futuro de León

Los leoneses se manifiestan para exigir un futuro para la provincia

Más de 57.000 personas, según fuentes policiales, que la organización ha elevado a 80.000, se han manifestado este domingo por las calles de las principales ciudades de León con el objetivo de exigir oportunidades para una provincia que los sindicatos UGT y CCOO consideran "muerta" y "en caída libre" tras el cierre de la minería y el retroceso del sector industrial.

Así, en la capital provincial han sido más de 35.000 los manifestantes, según cálculos de la Policía Local, a los que hay que sumar las 20.000 personas que han salido a la calle en Ponferrada y los dos millares que han hecho lo propio en Villablino, capital de la comarca minera de Laciana.

La movilización, convocada por UGT y CCOO, ha contado con la presencia en León de los secretarios federales de ambos sindicatos, Pepe Álvarez y Unai Sordo, respectivamente, así como representantes de todos los partidos políticos, agentes socioeconómicos e instituciones junto a la ciudadanía, que ha dado una respuesta multitudinaria.

La protesta ciudadana ha tenido lugar apenas dos semanas antes de que se constituya la Mesa por el Futuro de León, el próximo 3 de marzo, a la que se han sumado todas las administraciones con el compromiso de que, en la medida de sus competencias, se habiliten partidas presupuestarias extraordinarias que permitan revertir la situación de la provincia.

El recorrido de la manifestación en la capital leonesa se ha quedado pequeño, ya que, cuando la cabecera de la protesta llegaba al final de marcha, en la plaza de San Marcelo, todavía salían los últimos participantes y 53 tractores del punto de arranque en la plaza de San Marcos.

En la cabecera de la manifestación una pancarta con el lema Es el momento de León. Soluciones ya, con la que se ha querido reclamar soluciones a la difícil situación económica y de despoblación que sufre la provincia, agravada por el fin de la minería.

Álvarez (UGT): "No se puede mirar hacia otro lado"

Sordo (CCOO) ha dicho que la reivindicación de la sociedad leonesa es "legítima y necesaria, ya que tiene que ver con su voluntad de poder vivir y trabajar en su territorio, en una España que es el cuarto país de la zona euro, pero en el que se están produciendo muchas desigualdades desde hace demasiado tiempo".

Por su parte, Álvarez (UGT) ha destacado que "es el gran momento para buscar unas soluciones para León que tienen que venir del conjunto del Estado y de la Comunidad de Castilla y León". "La provincia durante mucho tiempo ha sido el motor del desarrollo de España a través del carbón y ahora que no es necesario no se puede mirar hacia otro lado y dejar comarcas enteras abandonadas", ha advertido el líder de la UGT.

A la marcha también han asistido los secretarios generales del PSCYL, Luis Tudanca, y el responsable autonómico de Unidas Podemos, Pablo Fernández, así como numerosos dirigentes políticos entre los que se encontraba el alcalde de León, José Antonio Diez (PSOE), el delegado de la Junta, Juan Martínez Majo (PP), y exalcalde popular Antonio Silván.

La manifestación también ha tenido una fuerte reivindicación de los colectivos leonesistas, que han respaldado la protesta para reivindicar la autonomía para la Región Leonesa, un debate más actual que nunca con la aprobación de esta petición por más de una veintena de ayuntamientos.

En Ponferrada, unas 20.000 personas han salido a la calle para llamar la atención sobre la difícil situación de la comarca del Bierzo, que los sindicatos consideran aún peor que en el resto de la provincia tras el cierre de la minería, que fue su motor económico durante décadas.

Finalmente, en Villablino casi dos mil personas han reclamado un futuro para una comarca en la que el carbón ha sido la base de su economía y a la que el fin de la minería ha sumido en una profunda crisis.