El Defensor del Pueblo catalán, Rafael Ribó, asegura que no sabía quién pagó sus viajes a dos finales de Champions
- El empresario Jordi Soler admitió el pasado 3 de febrero que sufragó el viaje a Berlín en 2015
- El conocido como Síndic de Greuges ha declarado de forma voluntaria en el "Caso 3%", pero la Fiscalía pidió investigarle por un delito de cohecho
El Síndic de Greuges, defensor del pueblo en Cataluña, Rafael Ribó, ha asegurado este martes que desconocía quién pagó los dos viajes a la final de la Champions que disputó el Barça en 2009 y 2015, a los que se desplazó junto a su mujer y su hija en un avión fletado por el empresario Jordi Soler.
Ribó comparecía voluntariamente como investigado ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, que investiga el denominado Caso 3%, sobre la presunta financiación ilegal de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) mediante comisiones por obras públicas. Ha explicado que hasta que no ha tenido acceso a las actuaciones no ha sabido quién pago esos viajes a Roma y Berlín, según han informado fuentes jurídicas presentes en su declaración voluntaria.
Jordi Soler, investigado en la trama del 3%, admitió el pasado 3 de febrero ante el juez que sufragó el viaje a Berlín por la final de la Champions 2015, por valor de 39.000 euros, con dinero de sus empresas. No obstante, el empresario aseguró que nunca tuvo ninguna relación contractual con la Sindicatura de Greuges. Por su parte, Ribó ha afirmado este martes que el organismo, que dirige desde 2004, no hace contrataciones, ya que eso es competencia de la Generalitat.
Viajes en 2009 y 2015
Según el relato de Ribó, en 2009 fue Ramón Camp, histórico diputado de Convergència i Unió (CiU), quien le dijo de viajar con un grupo de amigos culés y ha señalado que solo vio a Soler a la vuelta del viaje, pero que no sabía a qué se dedicaba. Después, él invitó a comer en un restaurante de Barcelona a todo el grupo que acudió a esa final en Roma entre el FC Barcelona y el Manchester United.
En 2015, según su versión, compró dos entradas para ir a la final de Champions en Berlín entre el Barça y la Juventus, poco después su hija le comentó que también quería ir. Al hablar con el grupo con el que iba a viajar en el mismo vuelo le dijeron que podía recomprar una de las dos entradas que había comprado el artista Miquel Barceló, que finalmente no iba a poder desplazarse.
Pagó por esa entrada unos 1.300 euros, que le transfirió a Ramón Camp, de CiU, con el que viajó, y ha indicado que se ha dirigido al Barça y a la Caixa para recabar la documentación necesaria con la que acreditar la compra de las otras dos entradas.
Ribó, que ha respondido a las preguntas del fiscal y de su defensa, también ha anunciado que tiene la intención de aportar un correo en el que asegura que le ofreció a Camp pagar su parte del viaje, si bien no ha comentado qué le respondió.
A la vuelta a Cataluña, ha recordado también que todo el grupo cenó en un domicilio y ahí volvió a ver a Soler.
También se le ha preguntado por un expediente que se le abrió a Soler a raíz de una reclamación relacionado con la fibra de vidrio y ha afirmado que el no firmó nada respecto a ese expediente y que el único correo que ha recibido por parte de este empresario fue una publicidad del Grupo Soler.
Para la Fiscalía, podría constituir un delito de "cohecho pasivo impropio"
La Fiscalía, que consideró que los hechos investigados podrían constituir un delito de cohecho pasivo impropio -que sanciona al cargo público que acepta un regalo entregado en consideración a su posición-, pidió al juez que remitiese las actuaciones al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña al estar Ribó aforado. Antes de dar ese paso, el magistrado le ofreció la oportunidad de declarar voluntariamente como persona investigada.
Según la Fiscalía, "Ribó no solo aceptó la invitación al viaje en un vuelo pagado por Jordi Soler sino que además tomó la iniciativa de solicitar que dicho empresario pagara también el viaje a Berlín de su hija".