Portazo británico a la inmigración: ¿bajo qué condiciones se podrá trabajar en Reino Unido tras el 1 de enero?
- El nuevo sistema propuesto por el Ejecutivo de Johnson se inspira en los modelos canadiense y australiano
- La medida deberá ser refrendada en las negociaciones con la Unión Europea, que se inician de forma oficial el próximo 3 de marzo
Los efectos del ‘Brexit’ comienzan a materializarse. Diecinueve días después de la salida oficial del Reino Unido de la Unión Europea, el Ejecutivo de Boris Johnson cumple una de sus viejas aspiraciones: un sistema de inmigración por puntos 'a la australiana'. La propuesta presentada este miércoles busca, en palabras del gobierno británico, "cambiar el foco de nuestra economía para que deje de asentarse sobre la mano de obra barata de Europa y concentrarnos, en cambio, en invertir en tecnología y automoción".
La preocupación por los altos niveles de inmigración comunitaria fue una de las grandes bazas esgrimidas por los defensores de la salida de la Unión en 2016 y esta medida ahonda en esa idea. "Por primera vez en décadas, el Reino Unido tendrá control total sobre quién llega a su país y cómo funciona el sistema de inmigración", expone el Ejecutivo de Johnson en su "libro blanco", "durante demasiado tiempo, un sistema migratorio distorsionado por la libertad de movimientos europea ha fallado a la hora de cumplir con las necesidades de los británicos". "Nuestra propuesta va a cambiar todo esto", sentencian los ‘tories’.
¿En qué consiste este sistema de puntos?
Inspirado en el modelo australiano, la medida impulsada por el Gobierno británico estipula que todo aquel que desee mudarse a trabajar al Reino Unido ya no podrá "lanzarse a la aventura" y trabajar en lo que salga, sino que deberá obtener 70 puntos en base a diversos requisitos para solicitar su entrada a las islas.
"Los más brillantes, los mejores tienen que venir al Reino Unido", ha explicado la ministra del Interior británica Priti Patel, "ya no habrá vías para la mano de obra poco cualificada y barata que ha dominado nuestro mercado laboral". "Vamos a volver a tomar el control de nuestra política de inmigración y de nuestro sistema de inmigración", añade.
¿Qué se necesita para conseguir el visado de trabajo?
Lo primero es una oferta de empleo cualificado validada por el Ministerio del Interior; por ejemplo, ingenieros, empleados de banca, médicos, etc. En los últimos tiempos, el gobierno ha ampliado el espectro de trabajos que se adhieren a esta definición e incluye aquellos empleos que requieran, al menos, el título de bachillerato o similar.
Además, se exigirá un certificado de inglés de un nivel acorde al requerido para ese puesto. Y también que el sueldo mínimo percibido sea de 31.000 euros (25.600 libras) o que el contratado tenga un doctorado o se dedique a un sector con escasez de mano de obra. Jordi Barcia, corresponsal de Radio Nacional en Londres, nombra a las médicas de cabecera, los enfermeros o las ingenieras como algunas de las profesiones más requeridas en las islas.
¿A quiénes afecta?
Únicamente a aquellos que quieran acceder al Reino Unido a partir del 1 de enero de 2021. Los residentes o aquellos que trabajaban en Reino Unido de antes no se verán afectados por esta normativa: deberán conseguir el estatus de asentado (si llevan cinco o más años viviendo en el país) o de preasentado (que obliga a no abandonar el país durante más de dos años y vivir al menos seis meses consecutivos al año en este para aquellos que no sean asentados) para así no necesitar de un visado de trabajo.
De haber estado vigente en los últimos 15 años, siete de cada diez comunitarios que llegaron al Reino Unido se habrían encontrado la puerta cerrada.
¿Qué pasará con aquellos puestos ocupados por trabajadores de fuera?
El Gobierno da tres posibles soluciones: que las empresas mecanicen y automaticen tantos procesos como les sea posible, que empleen a aquellos que ya viven dentro del Reino Unido y que se les imparta formación a los más de ocho millones de británicos que no trabajan. Soluciones que no contentan a los laboristas, que creen que el Gobierno está mandando el mensaje "tóxico" de que la inmigración es mala.
Sobre esto último se ha pronunciado el Observatorio de la Migración de la Universidad de Oxford a través de su directora, Madeleine Sumption. En declaraciones a la BBC, Sumption ha señalado que "cuesta imaginar que, de repente, cientos de miles de británicos vayan a correr hacia trabajos que ven como poco atractivos con los salarios que se están ofreciendo".
¿En qué otros sistemas se ha inspirado esta propuesta?
Las dos influencias más claras son los modelos canadiense y australiano. "Canadá es el ejemplo más significativo. Está vigente desde hace años", indica Javier González Vega, catedrático de Derecho internacional público y relaciones internacionales de la Universidad de Oviedo, al 14 Horas de Radio Nacional, "Lógicamente, hay criterios distintos entre el Canadá anglófono y el área de Quebec". "Canadá tiene programada la llegada de inmigrantes y la consciencia de que los necesitan para garantizar el funcionamiento de la economía. Tal vez por las duras condiciones de vida en el período invernal no cubren todas las solicitudes", apunta.
Asimismo, señala que en Suiza "los requisitos se corresponden en buena medida con los que plantea el sistema británico en un futuro y eso que hay un acuerdo de libre circulación con la Unión Europea". "Se supedita casi todo a la existencia de una oferta de trabajo", añade, "en países anglosajones como Australia o Nueva Zelanda dificultan de forma muy notoria el acceso de trabajadores ajenos al empleo porque establecen listados exigiendo profesionales cualificados".
En cuanto a la mano de obra poco cualificada, González Vega dice que "parece que no hay problemas" para cubrir esos puestos "porque el sistema se basa en la idea de la alta cualificación". ¿Cómo se cubren el resto de empleos? Dejando claro "quiénes pueden solicitar el permiso y se corresponden con perfiles muy precisos y definidos". "Por ejemplo, en España están los llamados empleos de difícil ocupación. Fuera de esto, en principio, no pueden acceder nadie al trabajo en España", sentencia.
¿Cuándo entrará en vigor esta medida?
El 1 de enero de 2021, una vez finalice el período de transición iniciado el pasado 1 de febrero. Durante estos meses, la Unión Europea y el Reino Unido negociarán su relación futura en diversas materias como comercio, justicia penal, seguridad y defensa o política exterior y deberán tramitar un acuerdo que precisará si el divorcio entre ambas partes es en buenos o en malos términos; es decir, si hay un ‘Brexit’ blando o duro.
Por eso mismo, esta propuesta no es más que eso: una propuesta, una declaración de intenciones de lo que busca el gobierno de Johnson en materia de inmigración. La sugerencia deberá ser refrendada en las negociaciones oficiales, que darán comienzo el próximo 3 de marzo y que estarán lideradas por David Frost por parte de los británicos y por Michel Barnier, quien ya lideró las negociaciones de la primera fase. De llegar a un acuerdo, este sistema se podría acabar relajando para los ciudadanos comunitarios.