Los ataques a Michael Bloomberg protagonizan el debate demócrata en Nevada
- Los candidatos demócratas centran sus críticas en el exalcalde de Nueva York en su primera aparición en un debate
- Le critican "querer comprar" la candidatura con su fortuna, esconder sus declaraciones de impuestos y el acoso a mujeres
El magnate Michael Bloomberg se ha enfrentado a su primer debate en las primarias del Partido Demócrata, en el que no ha dejado de recibir ataques por parte del resto de candidatos por su condición de empresario multimillonario, por su vida política y por su historial de comentarios sexistas a lo largo de su carrera.
[Quién es quién en las primeras de Estados Unidos
Se trataba de la primera vez que los votantes podían ver de cerca al candidato, ex alcalde de Nueva York que poco a poco se ha colado en las encuestas, sin olvidar su cuantiosa inversión publicitaria en la campaña, que ha desplegado para hacerse camino hacia la presidencia de Estados Unidos. Bloomberg se clasificó para este debate gracias a sus proyecciones en las encuestas por encima del 10% tras invertir unos 370 millones de dólares en publicidad, aunque todavía no se ha medido al resto de precandidatos en las urnas ni lo hará hasta el "Súper Martes" del 3 de marzo.
El debate, el noveno entre los aspirantes demócratas, tuvo lugar en Las Vegas (Nevada), donde el próximo sábado se celebrarán las primarias demócratas tras las ocurridas en las últimas semanas en Iowa y New Hampshire, que han dejado al izquierdista Bernie Sanders y al moderado Pete Buttigieg en cabeza.
Todos contra Bloomberg
Bernie Sanders, Elizabeth Warren, Amy Klobuchar, Joe Biden y Pete Buttigieg, todos y cada uno de ellos, a veces incluso elevando la voz para llamar la atención con sus argumentos, intentaron frenar el inexplicable avance de Bloomberg.
"Estamos compitiendo contra un millionario que llama a las mujeres viejas gordas y lesbianas con cara de caballo", comentó Warren. "Y no, no estoy hablando de Donald Trump. Estoy hablando del alcalde Bloomberg. Los demócratas corren un grave riesgo si sustituimos a un millonario arrogante por otro".
Warren, de hecho, insistió en las acusaciones que existen contra Bloomberg por acoso y comentarios sexistas y le instó a que "libere" a las mujeres con las que ha firmado pactos de confidencialidad para que puedan hablar libremente sobre sus experiencias.
Bloomberg decidió no responder a los comentarios de Warren sobre su pasado y quiso centrarse en la campaña. "Estoy utilizando el dinero para quitar a Donald Trump, el peor presidente que hemos tenido. Y si puedo conseguirlo, será una gran contribución para América y para mis hijos", comentó.
El rifirrafe con Warren fue solo una prueba para Bloomberg de lo que el resto de precandidatos le tenía preparado. Sanders le criticó su pasado reciente republicano, su apoyo al presidente George W. Bush y estar ahora usando su fortuna para intentar "comprar" la candidatura demócrata.
Comparaciones con Trump
La senadora Amy Klobuchar le retó por no haber hecho públicas sus declaraciones de impuestos y lo comparó en ese aspecto con el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump: "Creo que necesitamos algo diferente a Trump. No creo que mires a Trump y digas: 'Necesitamos a alguien aun más rico en la Casa Blanca'".
El exvicepresidente Joe Biden, por su parte, le reprochó sus políticas policiales racistas como alcalde de Nueva York y también haberse opuesto a Obamacare, la ley de salud de Barack Obama que brindó cobertura a millones de estadounidenses.
Bloomberg, por lo general, ignoró estos ataques, y al final del debate fue el que menos tiempo habló de los seis participantes -13 minutos y 2 segundos-, pese a haber sido el más interpelado.
Sanders, el candidato a batir
Sanders salió beneficiado de la irrupción de Bloomberg ya que la nueva condición del senador izquierdista, que lidera todas las encuestas con una cómoda diferencia, de favorito a ganar las primarias le hacían también el blanco perfecto de sus rivales. Pese a ello, el senador no salió del todo indemne, ya que el hecho de que las primarias hayan empezado ya oficialmente convirtió al debate en un feroz combate de supervivencia entre aspirantes no visto hasta la fecha.
A Sanders le atacaron por sus propuestas socialdemócratas (en Estados Unidos tildadas de "socialistas") como la de instaurar un sistema sanitario público y universal, pero también por no hacer públicos informes médicos exhaustivos sobre su salud después del infarto que sufrió en octubre.
Que Sanders es ahora el hombre a batir se hizo evidente cuando ninguno de sus rivales se comprometió a respetar al precandidato más votado en las primarias en caso de que no llegue con la necesaria mayoría absoluta de delegados a la Convención Nacional Demócrata, donde se elegirá al rival de Trump.
Tanto Bloomberg, como Buttigieg, Warren, Biden y Klobuchar se mostraron partidarios de alcanzar pactos llegado ese disputado escenario. "No deberíamos tener que elegir entre un candidato que pretende prenderle fuego a este partido y otro candidato que quiera comprar este partido", dijo Buttigieg en clara referencia a Sanders y Bloomberg.
Con los resultados de este fin de semana en Nevada bajo el brazo, los precandidatos demócratas volverán a verse las caras en un debate el próximo martes en Carolina del Sur, cuarto estado en celebrar primarias programadas para el sábado 29 de febrero. Los debates podrían servir para sacar ventaja antes del "Súper Martes", cuando votarán 14 estados a la vez, entre ellos California y Texas, los más grandes, de modo que podrían dejar la carrera de las primarias más clara.