El Supremo empieza a estudiar la condena al PP por lucrarse de la Gürtel
- 1.687 páginas ayudarán al alto tribunal a responder a los 42 recurrentes que pretenden impugnar el veredicto
- La "contabilidad B" de la formación, probada por la Audiencia Nacional, también formará parte del debate
Cinco magistrados del Tribunal Supremo se reunirán este martes para estudiar la sentencia del caso Gürtel, que condenó al caso GürtelPartido Popular (PP) como partícipe a título lucrativo por lucrarse de la trama y que desembocó en la caída del Gobierno de Mariano Rajoy tras una moción de censura presentada por el PSOE.
La Audiencia Nacional dictó el 17 de mayo de 2018 la sentencia que condenó a 29 de los 37 acusados en este macrojuicio, entre ellos varios políticos que formaron parte del PP, como fueron el extesorero Luis Bárcenas -que en la actualidad cumple una pena de 33 años de cárcel-, y a la propia formación, que debió abonar un pago de 245.492 euros como responsable civil a título lucrativo.
1.687 páginas compondrán a partir de este martes el debate dentro del alto tribunal, que debe responder a los 42 recurrentes que buscan impugnar el veredicto, que también condenó al líder de la red, Francisco Correa -con 51 años y 11 meses- y su segundo al mando, Pablo Crespo -37 años y seis meses-.
Al margen del partido, también se consideró como responsables a la exministra Ana Mato y a Gema Matamoros, esposa del exalcalde de Majadahonda Guillermo Ortega -condenado a 38 años-. Por su parte, el considerado número tres de la trama, Álvaro Pérez, 'El Bigotes', fue absuelto.
La "contabilidad B", también presente
Uno de los asuntos sobre el que deberá pronunciarse el Supremo es la alusión a la presunta "contabilidad B" del PP que la Audiencia Nacional consideró "plenamente acreditada" al menos desde 1989, una tesis que, sin embargo no suscribió el presidente del tribunal. El partido negó en su recurso que esto hubiera sido objeto del juicio y reclamó la nulidad de la sentencia y su absolución o, en su caso, la repetición del juicio con un tribunal "sin apariencia de parcialidad", en referencia al magistrado José Ricardo de Prada.
Los populares se consideraron víctimas de "un auténtico juicio paralelo" y reclamaron una nueva sentencia con otro relato de hechos probados.