Maribel Verdú: "Soy de las pocas privilegiadas que a mi edad hago papeles protagonistas"
- La actriz protagoniza El doble más quince, sobre una mujer madura y un adolescente que encaran el miedo y el desencanto
- La película, participada por RTVE, se estrena este viernes 28 de febrero
Maribel Verdú lo tiene claro: desde que participó junto a Germán Alcarazu en el corto Caminan (2016) dirigido por Mikel Rueda de Sasieta supo que quería repetir. Y El doble más quince es la extensión de esta química a tres bandas. La película llega a las salas este viernes 28 de febrero y cuenta en la producción con la participación de RTVE.
¿Quién es Ana?
Ana (Maribel Verdú) es una mujer de 50 años que cumple de manual todas las servidumbres sociales: casada, con dos hijos, una carrera, pero no es feliz estancada en una vida, aparentemente idílica, que se cuestiona.
¿Quién es Erik?
Erik (Germán Alcarazu, 1997) es un adolescente de 16 con problemas familiares que le obligan a la consabida madurez forzosa. El encuentro entre estos dos náufragos opuestos es casi inevitable: ambos están perdidos y paralizados por el miedo. Ana y Erik se conocen en un chat y pasarán un día juntos deambulando por la ciudad.
La diferencia generacional se borra y funden las semejanzas: caen las caretas y aflora la capacidad sanadora de la conexión entre desconocidos con cierto aroma indie.
“Es una película que puede gustar mucho a las mujeres, porque te sientes identificada con Ana y si no te pasa a ti conoces a alguien que le ha pasado. Es un momento que crees que lo tienes todo pero te sientes invisible para los demás, para tú gente, no te sientes deseada por tu marido. Y de repente decides explorar y hacer un paréntesis en tu vida aunque sea de 24 horas. Creo que con esto Ana sale reforzada. Realmente me gusta el personaje por lo valiente que es”, asegura Maribel Verdú en una entrevista para RTVE.es.
El doble más quince no destila amargura, al contrario, rinde tributo claro al Carpe diem con ternura, silencios y diálogos cuajados de perlas sobre la felicidad y sus montañas rusas emocionales: el amor y el sexo.
¿La vida es esto?
Y fluye esta pareja desigual gracias a una inmensa Verdú que se complementa con su compañero: un adolescente “viejoven” pero luminoso.
El director, Mikel Rueda- que también ha firmado el guión- cuenta que le interesaban dos momentos vitales como la juventud y la madurez porque están unidos por las mismas dudas, “que te permiten parar y repensarte”, y en los que sobrevuela una pregunta incómoda: ¿La vida es esto?, afirma.
“Con el tema de la diferencia de edad me interesaba mucho interpelar al espectador y tambalear su código moral, pero se te olvida porque fluye la química entre ellos. Una película tiene que ser una lanzadera de preguntas y ver si es cómodo o no”, señala Rueda (A escondidas).
En este punto sobre caminos por etapas apuntala Maribel Verdú. La actriz cumple este año 50 y al contrario que su personaje no ha perdido la capacidad de ilusionarse, confiesa.
A Verdú que es historia viva del cine español desde que debutó con quince años en La huella del crimen (1985), se le acumulan los proyectos. Acaba de bajarse de las tablas con Invencible y arrancará el rodaje de Ana, una serie para TVE.
“Soy de las poquitas privilegiadas con mi edad que sigo haciendo protagonistas y sin parar de trabajar. Sería una desubicada si no lo reconociera. Al final te quedas o de madre de o de abuela de chavales que protagonizan las películas. Tengo mucha suerte pero se que no es así para el resto de las actrices”, se sincera Maribel Verdú que suma en su carrera dos goyas, un Ariel mexicano y es Premio Nacional de Cine (2009).
"Ser mujer y no ser feminista es como ser rey y no ser monárquico"
La conversación retorna al El doble más quince donde el personaje de Ana se queja de los prejuicios sociales hacia las mujeres maduras que no tienen pareja o hijos a las que se tacha de “fracasadas”. Y Verdú salta con vehemencia.
“Parece que la vida que lleva todo el mundo es la que llevas tú y si alguien se sale es la rara. A mí cuantos años llevo escuchando lo de tú por qué no quieres hijos y esa pregunta no se le hacen a un actor, a un hombre. Nunca se la han hecho a un tío. Todavía queda mucho por avanzar”.
Con el 8M a las puertas y casos de abusos sobrevolando la actualidad con nombres como Weinstein y Plácido Domingo en los medios, la actriz se moja sobre el feminismo con contundencia.
“Tenemos que continuar avanzando y que no quede esto solo en el #Metoo (…) Lo que siempre hay que hacer es apoyar a las mujeres que han sufrido algo y si en su momento no lo pudieron denunciar y lo hacen ahora pues chapeau. Yo siempre digo que ser mujer y no ser feminista es como ser rey y no ser monárquico. Hay que serlo a tope”.