'hARTas', una reivindicación de las mujeres artistas
- Antònia Torelló y David García retratan a grandes mujeres en un libro y una exposición
- Los originales del caricaturista se muestran en el Instituto Quevedo del Humor
hARTas es un proyecto que entabla un diálogo entre la historia del arte y la caricatura para reivindicar a las mujeres artistas. Sus creadores son la historiadora del arte Antònia Torelló Torrens (Mallorca, 1981) y el caricaturista David García Vivancos (Madrid, 1984), que recogen a 28 de estas artistas en un libro ilustrado con las caricaturas de David, que también protagonizan una exposición en el Instituto Quevedo del Humor, de Alcalá de Henares, desde el 4 de marzo hasta el 5 de abril.
“Este proyecto surge de mis años en la Universidad –asegura Antònia-, porque en toda la carrera apenas estudiamos a mujeres artistas. Y me surgió la duda de qué ha pasado con las mujeres en la historia del arte. Esa inquietud me llevó a investigar y de ahí nació este proyecto de dar visibilidad a las mujeres artistas, que han existido pero que nunca han tenido hueco dentro del mundo del arte”.
De ahí el título de hARTas, porque Antònia confiesa que están hartas de “un relato artístico que ha silenciado a voces femeninas únicas y personales”.
La exposición
Antònia nos comenta lo que vamos a ver en la exposición: “Son 28 caricaturas de grandes artistas, con una pequeña referencia biográfica. Destacaría el gran trabajo de David que incluye una gran documentación para saber cómo eran estas mujeres, sobre todo las más antiguas, de las que solo había retratos. Porque queríamos que las caricaturas se pareciesen lo más posible al personaje real”.
“También queríamos –añade- sacar la caricatura de los espacios reducidos en los que solemos verla, como los periódicos, para darles un sentido más serio y más orientado al arte. Además, somos pareja y nos parecía un proyecto bonito para hacer juntos”.
En cuanto a las caricaturas de David, Antònia asegura que: “Lo más importante para nosotros era el parecido, que se pareciesen a sus fotografías o autorretratos. Y destacaría el mimo, el cariño, que hay detrás de cada una de esas caricaturas, que incluyen pequeños guiños que pueden pasar desapercibidos pero que están ahí. Si uno lee los textos de la exposición y vuelve a mirar las caricaturas descubrirá esos pequeños guiños”.
El libro
En cuanto al libro, Antonia nos avanza que: “Está ilustrado con las caricaturas de la exposición. Va a constar de una pequeña introducción en la que nos preguntamos ¿qué pasó con las mujeres en la pintura rupestre?, ¿en Grecia y Roma?, ¿dónde estaban las mujeres artistas de esas épocas?”
“Y luego –continúa- vienen las 28 artistas que hemos elegido, por orden cronológico. El libro no quiere ser una recopilación exhaustiva de su vida, obra y milagros… Sino contar cosas que les pasaron, viajes que hicieron, anécdotas que les cambiaron la vida… Y cómo los movimientos feministas de la Segunda mitad del Siglo XX cambiaron un poco las cosas. Nos interesaba presentar a esas mujeres que, en su momento, eligieron una profesión que no es lo que se esperaba de ellas”.
Pero… ¿quiénes son esas mujeres que aparecen en el libro? “Nuestro criterio ha sido completamente personal –asegura Antònia-. Pero al ser un proyecto con una parte documental importante, nos interesaba que todas las biografías tuvieran una gran documentación bibliográfica, para que el lector sepa dónde encontrar más información sobre ellas”.
“Son artistas que a mí, particularmente, me gustan –confiesa Antònia-. Además, tuvieron vidas muy interesantes o nacieron en épocas en las que la creación artística estaba muy ligada a los hombres”.
En cuanto a las artistas elegidas, Antònia nos avanza que: “Empezamos con Sofonisba Anguissola, que el año pasado tuvo una exposición en el Museo del Prado junto con Lavinia Fontana, que fue la gran apuesta del Prado por las mujeres artistas. Y terminamos con Louise Bourgeois, a la que todo el mundo conoce por la gran araña que hay en la entrada del museo Guggenheim de Bilbao. Entremedias encontramos artistas de todos los siglos. Y hay fotógrafas, pintoras y escultoras”.
Todas fueron discriminadas por ser mujeres
Si hay algo que une a estas artistas y que, por desgracia, sigue siendo habitual en la actualidad, es que se tuvieron que enfrentar a una sociedad que las discriminaba por su sexo.
“Esa discriminación va ligada a cualquier mujer artista sea de la época que sea –asegura Antònia-. Desde las que tenían vetado e aprendizaje artístico, incluyendo la prohibición de asistir a las academias de arte. De hecho no podían asistir a clases con modelos porque no se les permitía ver un cuerpo que no fuera el suyo propio. Y lo que hacían las pioneras era copiar las estatuas griegas y romanas que tenían a su alcance, o dibujos de libros”.
“Es interesante ver cómo cada una de ellas se busca su hueco en la historia del arte –añade Antònia-, ya sea dibujando bodegones, animales… o incluso cómo logran saltarse esas prohibiciones para dibujar la figura humana. Esa discriminación une a todas las que figuran en el libro y a todas las que no están. Porque hay un montón que no están”.
Acaba de terminar la feria de Arte Contemporáneo de Madrid (ARCO) donde ha habido una mayor presencia de mujeres artistas (un 32 %) preguntamos a Antònia cómo ve el papel de las mujeres en el arte actual: “Queda mucho por hacer todavía. En todas las ferias que ha habido estas últimas semanas esa era una de las tareas pendientes. Sobre todo porque acaba de salir un informe que indica que el 70% de los estudiantes de Bellas Artes son mujeres. Pero luego ese porcentaje se reduce muchísimo en las ferias de arte”.
“Y si buscamos mujeres en los grandes museos el porcentaje es más preocupante –añade-. Tenemos que apoyar a las mujeres artistas dándoles mucha más visibilidad y conseguir que los grandes museos rescaten a las pioneras. Que se den cuenta de que las mujeres artistas han existido y que no es suficiente dedicarles una exposición al año, sino que tienen que tener un lugar en las exposiciones permanentes”.
hARTas puede visitarse hasta el 5 de abril en La Fábrica del Humor, la sala de exposiciones del IQH, aunque a Antònia le gustaría: “Poder llevar la exposición a otras ciudades de España para dar a conocer este proyecto, que me parece muy necesario”.