'Como peces en la red', el amor en la madurez
- Juan Álvarez cuenta la historia de amor, a distancia, de dos cincuentones
- "El amor es igual de intenso que a los 25 pero con un bagaje que lo hace más difícil", asegura
- Más noticias sobre cómic en El Cómic en rtve.es
Casi todas las historias de amor de la ficción actual suelen estar protagonizadas por adolescentes, pero de vez en cuando nos llega alguna obra destacable que nos demuestra que, a pesar de que suene a tópico, el amor no tiene edad. Es el caso de Como peces en la red (Nuevo Nueve), de Juan Álvarez (Mazarrón, Murcia 1960).
Anna y José son dos cintuentones que se conocen por internet y se enamoran, a pesar de la distancia que los separa. Ella es catalana y está casada con un marido que es un desastre y al que hace tiempo que dejó de querer pero del que se siente responsable. Mientras que él es grancanario y está traumatizado por un gran amor al que perdió.
“Como peces en la red –nos comenta Juan- nace de mi necesidad de abordar una novela gráfica que hablara de la vida, de las relaciones amorosas. Nace de conversaciones y experiencias con amigos y amigas, de las mías propias. De contar cómo viven el amor dos personas entradas en los cincuenta, que es lo que yo estoy viviendo en este momento”.
“Y también quería hablar sobre cómo la distancia no es ningún obstáculo para las relaciones amorosas, de cómo el amor crece, las complicidades se van haciendo mayores y de las cosas que ocurren cuando uno no está. Me ha encantado contar cómo es la vida de cada uno de ellos justo cuando desconectan…y la de los personajes secundarios".
“La historia es ficción pero con una base de verdad –añade-. Vivimos en una sociedad donde casi todo está monopolizado por la juventud, la moda, las revistas, la televisión, el cine…. Contar cómo el amor es igual de chispeante, intenso y doloroso que a los 25 años, pero con un bagaje y unas mochilas que a veces lo hacen difícil”.
“Hablar de sentimientos en un cómic no es fácil”
Los que conocemos a Juan Álvarez por sus cómic humorísticos en "El Jueves" (Los Mendrugos, Hera y sus cosas de bombera) nos hemos sorprendido por su forma tan realista de retratar los sentimientos, dudas y debilidades de los dos protagonistas: “Hablar de sentimientos en un cómic no es fácil. Tienes que planificar muy bien la historia para acertar con los diálogos, con los silencios. Los sentimientos más profundos, si no eres capaz de escribirlos bien, de describirlos bien, pueden caer en lo forzado, en lo banal. Tienes que pensarlo mucho y saber dibujar, comunicar, con la precisión de un bisturí, lo que los personajes sienten. El lector tiene que sumergirse en esas sensaciones, tienes que hacer que se ponga en el lugar de los que ríen, los que lloran…”
En cuanto al título, puede resultar engañoso, como nos comenta Juan: “El título me lo pensé mucho. Al principio quería ponerle algo así con anna@amor.com, en alusión a la protagonista y al mundo de las redes sociales; pero me di cuenta que la historia no iba de redes sociales. Las RRSS son ya algo natural desde hace tiempo, algo asumido. El cómic va de otra cosa, va de la vida, el amor, las decisiones…aunque los personajes se hayan conocido a través de las redes y su relación sea a distancia”.
“El segundo título que se me ocurrió fue ANNA a secas –añade-; pero tampoco me convenció, lo vi corto, escaso, no decía mucho, no comunicaba lo suficiente”.
“Y por fin, una noche, se me hizo la luz.:Como peces en la red. El título juega, efectivamente a las redes sociales, pero mucho a cómo la vida es una red en la que estamos atrapados, en la que creemos que somos libres, pero en realidad, estamos dentro de una gran red, una red de problemas, de responsabilidades, de tomas de decisión continua, de infinidad de obstáculos que salvar… Yo creo que, a veces, la vida no nos satisface porque la red en la que vivimos está llena de cosas, de cosas que nos han hecho creer que son necesarias y que cuando no las tenemos, sucumbimos. Es una red llena de “tener” no de “ser”.
“Me considero profundamente feminista”
En el estupendo prólogo del libro, el Premio Nacional de Cómic Rayco Pulido (Lamia) destaca la fortaleza de los personajes femeninos de Juan. “Rayco tiene razón –asegura el autor-. Yo me considero profundamente feminista. Reivindico a la mujer, la presencia de la mujer como ser independiente, fuerte, comprometido y solidario. Yo he dibujado muchos personajes femeninos, de corte erótico en muchos casos (trabaja para Playboy), pero todos ellos absolutamente reivindicativos, posicionados claramente contra el machismo, que no contra el hombre. Y son mujeres sensuales, que aman, que sufren y que ríen. Las he dibujado estilizadas y sexys, muchas de ellas ¿Y qué?... ¿Eso elimina el discurso?”
Anna y José, los protagonistas
Juan Nos presenta así a la protagonista: “Anna es catalana; es verdad que desde un principio quería hacerla más real en lo físico ya que iba a tener la oportunidad de contar mucho sobre ella a lo largo de 125 páginas. Anna es una mujer que ha sufrido mucho desde la niñez y que por desgracia, su vida, no ha sido un camino de rosas. Lleva sobre sus espaldas las responsabilidades de la casa, los hijos y el marido. Y lucha todos los días por un poquito de felicidad. Desde muy joven se buscó la vida y tuvo un pasado de compromiso político que le hizo crecer como persona. Es, como muchas mujeres, motor de familia…y motor del hospital psiquiátrico donde trabaja”.
“El protagonista masculino es José, grancanario –añade-. Un hombre que tampoco tuvo un pasado fácil. Queda huérfano y lo crían sus tíos. Ha vivido del mar, de pescar…pero la desaparición de su pareja le tiene atado aún al pasado. Es como muchos hombres, como aquellos que se paralizan ante las adversidades y rumian una y otra vez sus desdichas. Tiene sus válvulas de escape, pero las pesadillas de lo no atado vuelven una y otra vez”.
Las dos ciudades donde residen los protagonistas también son fundamentales en el cómic: “Quería explorar ambos lugares, quería hacer visible el mundo catalán de ella y el mundo canario de él… la forma de hablar, la cultura, el paisaje. Porque los lugares nos conforman como seres humanos” –asegura Juan-.
“Me han dicho que por qué Cataluña y Gran Canaria –añade-. Muy sencillo, porque son lugares que conozco muy bien o medianamente bien. No puedo transmitir verdad si hablo de lo que no conozco. Para mí era vital, aun siendo ficción, que los lugares fueran veraces. No podría haber hecho, pues, a un protagonista gallego y a otro de Castellón… Si no me lo creo yo, no soy capaz de hacérselo creer a los lectores”.
“Y quería contar, sobre todo y a pesar de todo, cómo el pasado condiciona el presente y cómo el presente condiciona el futuro. Y todo eso se va acumulando en nuestras mochilas vitales. Y cómo esas experiencias nos hacen tomar decisiones hacia un lado u otro. Y cómo, en definitiva, al final, asumimos responsabilidades aún en contra de nuestra felicidad o la de los seres que nos aman” –concluye Juan-.
Del humor al drama
Con esta obra Juan no solo ha pasado del humor al drama, sino de historietas cortas a una larga novela gráfica. “El cambio no ha sido nada fácil –confiesa-. Imagina, llevo más de 30 años haciendo historietas de una página en la revista El Jueves, en Playboy USA o en L’Echo des Savanes, a lo sumo de dos. He tenido que hacer el ejercicio de planificar algo que no acaba en la página uno, ¡sino en la página 125! Ha sido, pues, duro... Condensar una historia en una sola página durante tanto tiempo y verte, ahora, con tantas páginas por delante, ha sido un subidón… ja, ja, ja, ja”.
“Por fin -continúa- podía recrearme en los personajes, darles personalidad, dar vida a los secundarios, abrir planos, hacer planos generales sin miedo. Pero por el contrario, tenía que narrar con coherencia en un montón de páginas en blanco, marcar bien los tempos, irme hacia atrás, hacia adelante…¡uf!".
“Lo más difícil ha sido escribir, saber qué dicen los personajes, cuándo lo dicen…y después, claro, la planificación; escoger los planos adecuados, las viñetas que enlacen bien unas con otras, de una página a otra” -concluye- .
Sus proyectos
Algunos echarán de menos en los dibujos de Juan Álvarez, el color de su colaborador habitual, Jorge Gómez, que les da un acabado especial. “Sí, desde hace más 30 años la mayoría de las historias que he hecho y publicado llevan el color de Jorge Gómez. Formamos un buen tándem. Eso no impide que cada uno tengamos también nuestros propios proyectos personales, es más, considero que es sano”.
“Además, esta historia la planteé sin color desde el principio porque lo que cuenta evoca negros, grises…Hay tristeza, melancolía, drama, momentos duros. Esta historia con color habría comunicado de forma distinta” –añade-.
Aunque volverán a colaborar en sus próximos proyectos: “Pues sí, seguimos en El Jueves con el personaje Hera y sus cosas de bombera. Estamos preparando una exposición para Vélez Rubio en Almería, un proyecto de libro ilustrado para Murcia, un proyecto de historieta para Francia e impartiendo talleres de cómic”.
“También, en solitario, continuo haciendo humor gráfico en eldiario.es de la Región de Murcia y dando clases de visualthiking a profesores y emprendedores” –concluye Juan-.