Francia cierra su jornada electoral con cifras históricas de abstención
- El país galo ha registrado una baja participación récord estimada entre el 53,5% y el 56%
- Un aplazamiento de la segunda vuelta conduciría a la anulación del resultado de la primera
Francia ha celebrado este domingo una jornada electoral de la primera vuelta de las elecciones municipales con una abstención récord estimada entre el 53,5% y el 56%, lo que ha llevado a varios políticos a pedir el aplazamiento de la segunda vuelta.
Menos de la mitad de los 47,7 millones de votantes han emitido su voto en una jornada electoral marcado por el nivel de alerta 3 por el coronavirus, que ha llevado al cierre total de establecimientos, a excepción de tiendas de alimentación y farmacia. Se trata de una cifra histórica para una población francesa generalmente movilizadora e implicada, a pesar de la lenta erosión de un mandato a otro: en 2014, el índice de abstención fue del 36,45% en la primera vuelta.
Una importante pregunta se cierne ahora sobre la celebración de la segunda ronda el próximo domingo en un país donde la epidemia (127 muertos y 5.423 casos el domingo por la tarde) está solo comenzando, según los especialistas.
La celebración de la segunda vuelta, en duda
Muchos ciudadanos expresaron su desconcierto tras el anuncio del primer ministro francés, Edouard Philippe, de que la votación del domingo seguiría adelante incluso cuando declaró que todos los cafés, bares, cines y tiendas no esenciales cerrarían hasta nuevo aviso.
En este contexto, Philippe, ha anunciado desde Le Havre que se consultaría a los expertos científicos y a los partidos políticos "a principios de semana", con la esperanza de obtener un "consenso republicano" sobre la celebración o no de la segunda ronda.
Marine Le Pen, presidenta de la Agrupación Nacional, ha pedido un aplazamiento, ya que considera que es el momento de una "guerra sanitaria", pero quiere "dar por sentadas las victorias de la primera ronda". El líder de los diputados de Les Républicains (LR), Damien Abad, y el del grupo ecologista (EELV), Yannick Jadot, también han pedido posponer la votación.
Según el constitucionalista Didier Maus, preguntado por la agencia AFP, un aplazamiento de la segunda vuelta conduciría a la anulación del resultado de la primera y obligaría a los electores a votar de nuevo en ambas vueltas.
Unas elecciones de gran relevancia para Macron
Las elecciones son una prueba importante para Macron, cuya presidencia ha sido sacudida por los disturbios públicos, primero por los manifestantes de los "chalecos amarillos" enfadados por el coste de vida y por sus recientes planes de reforma de las pensiones.
Mientras que las primeras estimaciones dan una ventaja más fuerte de la esperada a Anne Hidalgo en París (30%) por delante de su rival de la derecha Rachida Dati (22%), todas las miradas se dirigen a Le Havre, el bastión de Edouard Philippe, donde se le atribuye el 43,59% de los votos del comunista Jean-Paul Lecoq (35,87%).