Así trabajan contra reloj los científicos españoles para frenar al coronavirus
- Su trabajo se centra en diferentes áreas como diagnóstico, antivirales, búsqueda de anticuerpos o desarrollo de una vacuna
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Los investigadores españoles, en sintonía con la comunidad científica internacional, están trabajando contra reloj para encontrar soluciones eficaces que frenen la pandemia de coronavirus. Las investigaciones se centran en diferentes áreas, como diagnóstico de la enfermedad, desarrollo de antivirales, búsqueda de anticuerpos que neutralicen el virus o desarrollo de una vacuna.
El Ministerio de Ciencia e Innovación recuerda que centros públicos y privados de investigación españoles están trabajando desde hace semanas en esa línea y que al frente de los proyectos se han puesto científicos con un reconocido prestigio internacional.
En el campo del diagnóstico trabajan el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología (ICN2); en el primero, el Centro Nacional de Microbiología (CNM) ha desarrollado un programa de validación de técnicas comerciales para la detección del SARS-CoV2 en muestras clínicas, y dar así respuesta a la necesidad de contar con equipos diagnósticos en el menor tiempo posible.
El ISCIII emitirá informes sobre la fiabilidad diagnóstica de estos test comerciales que no han podido obtener todavía el sello de la Comisión Europea y cuya eventual puesta en marcha puede disminuir los posibles problemas de desabastecimiento.
En el ICN2, la profesora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Laura Lechuga coordina un proyecto que trabaja en el diagnóstico rápido y monitorización del coronavirus, en cooperación con Italia y Francia, y en el que también participa como socio la Universidad de Barcelona. Este es uno de los 17 programas seleccionados por la Comisión Europea en la convocatoria urgente que lanzó en enero para hacer frente al virus.
Este proyecto, denominado CONVAT, tiene como objetivo ofrecer un nuevo dispositivo basado en nanotecnología biosensora óptica que permitirá detectar el coronavirus en unos 30 minutos, directamente a partir de la muestra del paciente y sin necesidad de realizar los análisis en laboratorios clínicos.
En el ámbito del tratamiento de la enfermedad, el Centro Nacional de Biotecnología (CNB), del CSIC, fue también seleccionado en la convocatoria exprés de la Comisión Europea para participar en el proyecto 'Monoclonal Antibodies against 2019-New Coronavirus' (MANCO), en colaboración con grupos de investigación y compañías biotecnológicas de Holanda, Alemania y Francia.
El proyecto permitirá identificar anticuerpos monoclonales para utilizar de forma preventiva o terapéutica en respuesta a la epidemia causada por el nuevo virus.
Diseño inteligente de fármacos
Otro proyecto en este campo es el que implica al Barcelona Supercomputing Center - Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), también seleccionado en la convocatoria urgente de la Comisión Europea, para participar en el EXSCALATE4CoV (E4C), que busca utilizar la supercomputación de altas prestaciones para potenciar el diseño inteligente de fármacos. En el proyecto colaboran tres de los centros informáticos más potentes de Europa.
Además, el Instituto de Salud Carlos III está ultimando una propuesta coordinada con varios centros sanitarios españoles para pedir financiación en la convocatoria extraordinaria de la Innovative Medicine Initiative (IMI) de la UE, para probar la actividad de diferentes moléculas antivirales frente al SARS-CoV2. El Instituto coordinaría toda la fase de experimentación in vitro y cultivos celulares para la búsqueda de terapias antivirales.
En cuanto se refiere a la búsqueda de una vacuna eficaz, el grupo de investigación liderado por los científicos Luis Enjuanes e Isabel Sola, del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, tiene en marcha un proyecto desde el pasado 31 de enero. Denominado PIE-CORONAVIRUS, tiene como objetivo estudiar los mecanismos de patogénesis del coronavirus SARS-CoV2 con el propósito de eliminar de su genoma los genes responsables de la virulencia para obtener derivados atenuados, que son candidatos a vacuna.
Además, existen varias compañías farmacéuticas españolas han expresado su interés en mantener colaboraciones con el Centro Nacional de Biotecnología y ya están produciendo resultados. Por ejemplo, el grupo que dirige Luis Enjuanes, junto a Isabel Sola y Sonia Zúñiga, ha demostrado in vitro que el fármaco Aplidin (plitidepsina), descubierto por la farmacéutica española Pharmamar, y usado para tratar el mieloma múltiple, logra frenar la multiplicación del coronavirus HcoV-229E, que pertenece a la familia del nuevo coronavirus que ha provocado una pandemia.
Los investigadores van a estudiar si este fármaco es efectivo también contra el coronavirus SARS, muy similar al SARS-CoV2, que causa la enfermedad COVID-19.
Trabajo del Centro Nacional de Biotecnología (CNB)
El Centro Nacional de Biotecnología (CNB) es uno de los centros de referencia mundiales que trabajan en esta materia y uno de los ocho centros españoles que ha conseguido una financiación "exprés" de la Unión Europea para agilizar sus investigaciones.
Luis Enjuanes explica que la primera línea de investigación del centro es desarrollar antivirales contra el coronavirus que puedan tener un efecto terapéutico. Esta "aproximación" se basa en estudios de la interacción de los coronavirus con las células "hospedadoras", explica el científico, y destaca que ya han conseguido identificar un antiviral "muy potente" que no solo inhibe la replicación del virus, sino que proporciona además protección completa en modelos experimentales animales.
"Ahora estamos viendo que esos antivirales también pueden actuar sobre el nuevo virus, probablemente porque la identidad del genoma es muy elevada con respecto al nuevo", señala el investigador.
Anticuerpos contra el virus
La segunda línea es la identificación de anticuerpos que neutralicen al virus y que se puedan administrar a las personas infectadas, tanto antes como después del contagio. Enjuanes detalla que ya han desarrollado y evaluado en sus instalaciones anticuerpos monoclonales que neutralizan el coronavirus que apareció en 2002 y también el que apareció en 2014.
"Hemos podido comprobar en nuestro laboratorio que estos anticuerpos monoclonales protegen totalmente contra la infección por estos virus aunque se administren después de que los animales que usamos como modelos experimentales se hayan infectado", ha precisado, y ha explicado que están utilizando ahora las mismas tecnologías de antivirales y anticuerpos monoclonales neutralizantes para estudiar los nuevos virus en el laboratorio.
Vacunas por ingeniería genética
La tercera línea es el desarrollo de vacunas, y el investigador del CNB ha informado de que para ello han extendido las investigaciones que vienen haciendo desde hace varios años. Este centro de investigación está especializado en generar vacunas por ingeniería genética, algo que solo se puede hacer en un número muy limitado de laboratorios de todo el mundo.