El Supremo de Israel ordena que el Parlamento celebre el miércoles la votación para elegir a su presidente
- Edelstein anunció el cierre del pleno argumentando que se acogía a las medidas de emergencia por el coronavirus
- La presidenta del Supremo considera que se "están socavando los fundamentos del proceso democrático"
El Tribunal Supremo de Israel ha forzado al presidente del Parlamento israelí Yuli Edelstein, aliado de Benjamín Netanyahu, a votar su sucesión antes del miércoles después de que se opusiera a celebrar el pleno ya que previsiblemente perderá en favor del rival centrista de Azul y Blanco Beny Gantz.
Edelstein anunció el 18 de marzo el cierre del pleno durante al menos una semana argumentando primero que se acogía a las medidas de emergencia por el coronavirus -que no permiten reuniones de más de diez personas en una cámara de 120 diputados- y posteriormente que los dos principales partidos no habían logrado un acuerdo para la formación de los comités parlamentarios.
Tras ello, el opositor Azul y Blanco presentó una demanda ante el Supremo. Aunque no se ha formado aún ningún gobierno para reemplazar al Ejecutivo en funciones de Netanyahu, el centrista Gantz cuenta con el apoyo de sus aliados y de la coalición árabe, lo que le permite controlar una pequeña mayoría del Parlamento (61 de 120 escaños).
Ante el aplazamiento de la votación la semana pasada, el Supremo sugirió que se hiciera antes del miércoles 25 de marzo y le dio a Edelstein unas horas para responder. El presidente contestó que no iba a aceptar "ultimátums".
"Está socavando los fundamentos del proceso democrático"
"La continua negativa a permitir que la Knéset (Parlamento) elija a un presidente permanente está socavando los fundamentos del proceso democrático", ha declarado la presidenta del Supremo, Esther Hayut.
La renovación del presidente fue solicitada el pasado lunes después de la sesión inaugural de la Knéset formada tras los últimos comicios, los terceros en menos de un año por el bloqueo político. El candidato de Azul y Blanco, además de contar con una ajustada mayoría, ha recibido la orden del presidente de Israel, Reuvén Rivlin, para establecer un Ejecutivo.
La presidenta del Supremo israelí ha advertido de que la actual situación "es uno de esos casos excepcionales en los que el Tribunal debe intervenir para evitar una violación del sistema parlamentario".
Ministros del Gobierno de transición de Netanyahu cuestionan la intervención judicial, como el titular de Justicia, Amir Ohana, que ha sugerido no seguir la línea del Supremo. Desfiar el fallo del Tribunal pondría a la democracia israelí a prueba de nuevo en un momento en el que el foco de la urgencia está en la pandemia del nuevo coronavirus.