Los parados por el coronavirus: "Todo va a ser muy distinto, vamos a tardar en volver a arrancar"
Raquel, payasa y autónoma, no se ha dado de baja en marzo pero el coronavirus se ha llevado por delante todas las actuaciones y cursos que tenía programados hasta finales de abril. Sus ingresos le han dado justo para pagar la cuota bonificada de la Seguridad Social y al asesor fiscal. Otros no han tenido tanta suerte, marzo deja 40.000 autónomos menos y 300.000 parados más.
Confiesa a RTVE.es que espera recibir la ayuda del Gobierno para los autónomos y si la pandemia se alarga, se plantea lanzar cursos on line, aunque necesitaría una infraestructura y una inversión con las que no cuenta.
Péndula -nombre artístico- imparte sesiones de risoterapia, humor saludable en la empresa, talleres de reanimación cardiopulmonar para niños y da clases de teatro. Cree que cuando termine el confinamiento “todo va a ser muy distinto, y vamos a tardar en volver a arrancar”. De momento, ha pintado una sonrisa encima de una mascarilla porque “las sonrisas nos las han tapado pero siguen estando ahí”.
ERTE en turismo y educación
Laura estaba empleada en una agencia de viajes, uno de los sectores más golpeado por la crisis del Covid-19. Después de trabajar durante tres años y medio, las cancelaciones no dejaban de crecer y “la empresa llevó a cabo un elevado número de despidos”. Ahora está en paro y con pocas esperanzas de recuperar su empleo.
Antonio es profesor en una academia de refuerzo extraescolar y fue despedido el 13 de marzo, en su caso por cese de actividad ya que la empresa no se acogió a ninguna de las medidas del Gobierno. Es pesimista porque considera que al curso académico “le quedan dos meses” y no sabe si será “contratado de nuevo o no”.
Sonia también se quedó sin trabajo cuando cerraron los colegios. Era cocinera en un comedor escolar e indica a TVE que "no queda otra que esperar". De preparar la comida para cientos de niños ha pasado a cocinar solo para su hijo que va a cumplir diez años en pleno confinamiento.
¿Volverá la confianza?
Marta es de Bilbao pero vive de alquiler en Madrid y se encargaba de los mercados internacionales en una empresa textil que aplicó un ERTE al 70 % de la plantilla el pasado 18 de marzo. Este mes ha cobrado la nómina íntegra porque se ha acogido al anticipo sobre el pago del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) que le ofrecía la dirección.
Explica a RTVE.es que al ser una cadena presente en otros países “hay algo más de margen”. Añade que “los ritmos de recuperación son diferentes, no es lo mismo India que Dubái, Catar o Egipto”.
A la hora de reincorporarse a su puesto, indica que la ropa de gama media “no es un bien de primera necesidad” y que todo dependerá de la reacción de los consumidores “si vuelven con confianza y la gente compra como antes”.
En logística, hay trabajo
Sergio se encargaba de la gestión logística de un grupo de centros de estética y depilación láser. Antes del ERTE, teletrabajó desde casa en la gestión de stock y bases de datos pero recibió la carta de despido a finales de la semana pasada.
Este vecino de Torrejón de Ardoz cree que “hay mucho trabajo en el sector de la logística” pero son empleos a tiempo parcial o por semanas. En el poco tiempo que lleva fuera de su puesto ha rechazado cuatro ofertas. Señala a RTVE.es que las funerarias necesitan personal pero ofrecen contratos de corta duración y “sueldos mucho más bajos que hace unos meses”.
De cara al futuro, teme que haya restricciones de aforo en los centros comerciales, donde están instaladas sus franquicias, pero también espera que la gente siga cuidándose aunque "no se haga operaciones".
Peor suerte ha tenido Paula, trabajaba en un restaurante, fue contratada en febrero y despedida el 13 de marzo. Estaba en periodo de prueba por lo que no la han incluido en un ERTE como al resto de sus compañeros. Apunta en RNE que tiene algunos ahorros y sus padres pueden echarle una mano, aunque si se alarga mucho la situación "no sabe qué hacer".