Aute, el renacentista que pasaba por aquí y nos enseñó a encontrar la belleza
- El músico, poeta, pintor, escultor y cineasta ha fallecido a los 76 años
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En un tiempo en el que extraer la belleza de los días resulta más difícil, se va un hombre que fue capaz de construir un mundo artístico más allá de lo tangible. Luis Eduardo Aute era, como dice José Manuel Caballero Bonald, “una especie de renacentista del siglo XXI”, un creador que pasaba por aquí, pero que ya estaba de vuelta de todo.
"Me dice el corazón, que no soy de este planeta, que caí de algún cometa, fuera de circulación. O acaso sea un clon de algo así como un salvaje que articula algún lenguaje de una extraña dimensión”, reza la letra de Prefiero amar, una canción en la que es fácil ver reflejado al propio Aute, ese salvaje que sabía deshojar lo mundano con delicadeza hasta alcanzar lo sublime.
“Me dice el corazón, que no soy de este planeta, que caí de algún cometa, fuera de circulación“
Su curiosidad intelectual y su condición humana –fue un hombre contemplativo y activo al mismo tiempo- le permitieron cultivar todas las artes, a pesar de que él siempre se consideró solo un pintor y de que fue su faceta de cantautor la más conocida.
La cultura como sinónimo de libertad
Aunque se empeñara en separar cada una de las ramas artísticas que tocaba -la música, la poesía, la pintura, la escultura o el cine-, lo cierto es que no hay forma de desligar unas de las otras dentro de la figura de un artista "total" que zarandeaba el vocabulario, jugaba con los verbos e invocaba de manera continua al surrealismo.
Aute fue mucho más que un músico que acompañó a la España de la democracia con un reguero de canciones que lograron transgredir desde lo sutil. Es también el padre de algunas de las mejores canciones de amor jamás compuestas, y un poeta de verso corto y largo sentido que impregnó de humor sus bien nacidas 'poemigas'.
Por eso, este 4 de abril la palabra maestro se repite de manera incesante por parte de quienes tuvieron la suerte de surcar junto a él una o todas esas rutas artísticas que trazó.
Los hijos de la canción de autor en España, desde Rozalén y Andrés Suárez, hasta Ismael Serrano o Pedro Guerra, lamentan hoy la pérdida del que seguramente fue uno de los artistas más integrales con el que pudieron coincidir en el tiempo y el espacio.
Para Aute, la cultura era sinónimo de libertad: “Es difícil que exista un país culto que se haya sometido a una tiranía. Es lo que nos diferencia de las bestias: el deseo de conocimiento”, dijo, sin ser del todo consciente de lo que su nombre significa para la cultura en este país.
Un artista celebrado en vida
Esto último ha permitido que pudiera ser celebrado en vida en varias ocasiones antes de su ida. En noviembre de 2017, numerosos amigos del artista se reunieron en el Círculo de Bellas Artes (Madrid) para desgranar toda su poesía, y un año después, en diciembre de 2018, otras veinte voces amigas le gritaron ‘Ánimo, animal’ en el WiZink Center.
A ninguno de los dos homenajes pudo asistir Aute, por no haberse recuperado del infarto que sufrió en 2016 y que le mantuvo 48 días en coma, pero ambos los recibió con enorme gratitud, aunque fuera en la distancia.
Precisamente ahora, en el tiempo de obligada distancia y abrazos prorrogados, el mundo se queda sin el latido de Luis Eduardo Aute. Permanecen sus versos y sus canciones para arroparnos y darle algo de sentido a este periodo de frialdad y extrañeza.