Keir Starmer, el laborismo británico renueva liderazgo en plena crisis del coronavirus
- El sucesor de jeremy Corbyn muestra su apoyo a Boris Johnson en la lucha contra el coronavirus
- Starmer ha asegurado que apoyará al gobierno si este decide endurecer las restricciones adoptadas hasta ahora
La primera comunicación de Keir Starmer, elegido este sábado nuevo líder del laborismo británico, ha sido para confirmar que ya está trabajando en la lucha contra el coronavirus con el gobierno de Boris Johnson, que está en cuarentena por positivo y que el viernes colgaba un vídeo sobre su convalecencia en su cuenta oficial de Twitter.
Consciente de lo insólito de la situación que supone la amenaza del Covid-19, Starmer ha declarado que su idea es la de trabajar constructivamente ante esa emergencia. Con el Brexit también en cuarentena por el coronavirus, Starmer sabe que es precisamente en la lucha contra la pandemia en lo que debe responder el partido laborista que ahora le toca dirigir.
Starmer ha asegurado que apoyará al gobierno si este decide endurecer las restricciones adoptadas hasta ahora. No es un cheque en blanco. El nuevo jefe del laborismo advierte que fiscalizará la actuación del gobierno y de entrada, plantea varias exigencias. Entre otras, que cumpla su promesa de hacer 100.000 test por día, que atienda la reclamación de los sanitarios para recibir equipos de protección y que presente un plan estratégico para la salida de la crisis.
Los vaivenes británicos frente al coronavirus
Según ha reconocido el ministro británico de Sanidad, Matt Hancock, que también dio positivo en la prueba del coronavirus, la tasa de contagios en el Reino Unido se está doblando cada tres o cuatro días. Algo que no deja al margen al colectivo sanitario que tiene ya un 5,7% de los médicos de baja por este motivo.
El gobierno de Johnson fue de los últimos en incorporarse a las medidas de restricción contra el coronavirus. Por el contrario, todavía a mediados de marzo se mostraba partidario de permitir los contagios con el objetivo de favorecer la inmunidad entre la población. Esta posición, que favorecería en principio la actividad económica, fue sustituida por medidas más contundentes como reclamaban otros líderes políticos y expertos sanitarios.
El 23 de marzo, el premier británico decidía el cierre de bares, restaurantes y otros lugares de ocio público y por fin, un confinamiento obligatorio de tres semanas. El cierre de los centros de enseñanza se había decidido apenas unos días antes.
Pese a la controvertida gestión de la crisis del Covid-19 de Boris Johnson y a sus constantes vaivenes sobre cómo combatirlo, los conservadores británicos siguen cosechando un amplísimo respaldo popular del que es consciente el propio Starmer.
Cambio de rumbo en el laborismo
Después de 5 años al frente del partido, se cierra definitivamente la etapa Jeremy Corbyn y se abre la de Keir Starmer. Este abogado de 57 años, especialista en defensa de los derechos Humanos, ha sido elegido el sábado 4 de abril con el 56% de los votos en primera vuelta.
En esta ocasión, los afiliados han preferido mayoritariamente el perfil moderado, de centroizquierda y eurófilo de Keir Starmer frente al radicalismo izquierdista de su predecesor Corbyn
Los candidatos de la izquierda "corbynista" quedaron muy lejos de las primeras posiciones en esta votación interna del laborismo. Un fracaso que se entiende como una clara voluntad de cambio de rumbo después de la debacle en las elecciones de diciembre del 2019. En los últimos tiempos, Starmer era el representante de la oposición británica para el Brexit, un asunto que ha contribuido a romper la unidad del laborismo entre partidarios y detractores.
Siempre y cuando el Covid-19 lo permita, sellar esta fractura será una de las tareas de Sir Keir Starmer, un laborista nombrado Caballero del Imperio británico en 2014 por su trabajo como letrado y fiscal que, sin embargo, sigue prefiriendo el tratamiento de "Mr.".