La nueva vida de la Gran Vía vaciada de Ignacio Pereira: una defensa de los derechos de autor
- El fotógrafo Ignacio Pereira impulsa la inciativa "Madrid está muy vivo" con versiones autorizadas de su Gran Vía vaciada
- El artista talaverano iniciará acciones legales contra el partido político que pervirtió el fin de su obra llenándola de féretros
El fotógrafo Ignacio Pereira La manipulación de una de sus obras, que fue difundida por parte de Vox pervirtiendo, a juicio del autor, su mensaje original, ha desembocado en una doble causa. Por un lado el inicio de las acciones legales para reclamar sus derechos de autor, y por otro el nacimiento de la iniciativa #madridestamuyvivo que da un nuevo sentido optimista y alegre con versiones autorizadas de su obra creadas por artistas de primer nivel como Javier de Juan, Óscar Llorens, Okuda San Miguel o Mariscal.
En diciembre de 2016 el fotógrafo talaverano expuso su obra por primera vez y en 2018 PhotoEspaña le galardonó con el primer premio al mejor relato visual. El artista teme que, tras la polémica suscitada por la manipulación y difusión de una de sus imágenes, se le acabe identificando como "el fotógrafo de los ataúdes", según declara a RTVE.
La resiliencia artística de una imagen
Referida a los seres vivos, la resiliencia es la capacidad de adaptación en situaciones adversas. Cuando es a un material, la resiliencia hace referencia la capacidad para recuperar el estado inicial una vez que cesa la perturbación a la que estaba sometido. En el caso de una obra artística como la fotografía de la soledad en la Gran Vía madrileña de Ignacio Pereira podemos jugar con una combinación de los significados referidos a los seres vivos y los materiales. De hecho, el arte es algo material muy vivo, que provoca sensaciones.
Tras la violación de su obra y la perversión de su mensaje inicial, Pereira recibió la llamada del artista Javier de Juan para proponerle una idea. Se trataba de dar la vuelta a un mensaje de dolor y muerte con el que un grupo político había utilizado su fotografía para arremeter contra el Ejecutivo. "Me propuso versionar la obra desde un punto de vista optimista y alegre", explica Ignacio Pereira. "Así ha nacido la iniciativa 'Madrid está muy vivo' #madridestamuyvivo en la que participan artistas de primer nivel".
Cada día, el autor de la ya icónica fotografía de la Gran Vía madrileña vaciada, publica dos versiones de su imagen "desde un punto de vista optimista y alegre" en su cuenta de Instagram. Entre los artistas que participan en la iniciativa están autores como Mariscal, Okuda San Miguel, Óscar Llorens, Guillem Casasús, Manuel León o el promotor de la idea, Javier de Juan.
Acciones legales contra Vox
El pasado lunes, 6 de abril, desde la cuenta oficial de VOX en Twitter se difundía su ya icónica fotografía de la Gran Vía de Madrid en la que alguien había incluido decenas de ataúdes cubiertos con la bandera de España. "Me llamó un amigo a las dos horas de que lo publicaran y en ese mismo hilo les puse que era mía y que tenían que retirarla", explica Pereira.
La imagen en cuestión ha desaparecido de las cuentas de VOX la mañana de este Jueves Santo. Según la opinión de algunos juristas, el partido de extrema derecha podría haber incurrido en un delito contra la propiedad intelectual. "Quiero que quede muy claro que no es un tema político sino un tema de autor. Hubiera actuado igual si el uso lo hubiera hecho cualquier empresa", puntualiza el autor.
Aunque Vox ha retirado de sus canales de difusión el montaje, Pereira insiste en que "vamos a responder legalmente porque la campaña ya está hecha", y añade que "el hecho de que la hayan retirado es que reconocen su error, que han cometido un delito".
Perjuicio económico y moral
El fotógrafo está muy afectado por esta polémica que también le está suponiendo un perjuicio económico. "Tres días antes de que difundieran el montaje, una agencia de publicidad internacional me pidió presupuesto para comprarme un paquete de diez imágenes de Madrid vacío para una gran campaña. Ya no quieren saber nada", argumenta el fotógrafo talaverano para explicar las pérdidas de ingresos y de imagen que le está generando un tema en el que se ha visto involuntariamente envuelto. "Me dedico profesionalmente a esto, vendo fotografías de gran tamaño. ¿Qué crees que va a hacer ahora la gente que tenga en su despacho mi Gran Vía vacía después de haberla asociado con los ataúdes?", se lamenta Pereira.
El día siguiente de la difusión del montaje, el martes 7 de abril, Ignacio Pereira puso el asunto en manos del letrado madrileño Alejandro José Bistuer, que envió un burofax al grupo parlamentario de la tercera fuerza política en el Congreso. El abogado exigía al partido liderado por Santiago Abascal que identificase y le informasen del "origen concreto o persona concreta que ha realizado o autorizado el uso y alteración de la fotografía", añadiendo que de no obtener respuesta consideraría al partido "responsable civil y penal de dicha vulneración conforme a las normas procesales".
Algo con lo que coincide el letrado Leandro Núñez, especializado en derechos de autor que, consultado por RTVE, explica que la fotografía de Pereira estaría protegida por la Ley de Propiedad Intelectual. "Si la imagen se considera una obra fotográfica, y no una mera fotografía, la persona que ha modificado la imagen habría quebrantado los derechos morales del autor al modificar la obra sin su autorización, así como el derecho de explotación de transformación". Por su parte "Vox, podría haber vulnerado también los derechos morales del fotógrafo al publicarla sin mencionar su autoría, así como los derechos de explotación de la obra, en concreto el de reproducción y el de comunicación pública al publicarla por Internet".
Los casos de Pablo Serrano (1985) y Santiago Calatrava (2009)
El caso de Pereira pone el foco en la protección de los derechos de autor en nuestro país. En la web Legal Today se puede acceder a la sentencia que condenó en el 2009 al Ayuntamiento de Bilbao a pagar 30.000 euros de indemnización a Santiago Calatrava por "alterar la estética del puente Zubi-zuri" que cruza la ría del Nervión. El arquitecto consideró que la obra por la que se añadía una pasarela a su puente había alterado la estética de este y por tanto su propiedad intelectual.
Pese a una primera resolución de instancia favorable al Ayuntamiento de Bilbao, una sentencia posterior de la Audiencia Provincial de Vizcaya consideraba que el consistorio "alteró" la obra del artista y añade que en este caso, "el interés general" no prevalece sobre "el derecho moral" del autor.
El caso del escultor Pablo Serrano, en 1985, fue el primero en el que se reclamó el derecho a la integridad moral en nuestro país. El 15 de enero tuvo lugar en la Sala Tercera de lo Civil de la Audiencia Territorial de Madrid el juicio. Pablo Serranodemand había decidido demandar nuevamente a la empresa que encargó y destruyó parcialmente su escultura.
"Mi gran preocupación", indicaba el artista en declaraciones al diario El País, "es que quede claro que no lo hago por mí mismo, sino que quisiera servir de bandera ante unos derechos morales de autores que en todo el mundo están reconocidos, mientras que en España, al parecer, todavía nuestra legislación está atrasadísima. Que no soy yo el que quisiera presentarme como un profeta, como un apóstol o un gran moralista; que me interesa mucho la labor de todos los artistas españoles y que la sociedad considere si lo que hacen es digno. Que considere si vale la pena que ellos existan como tales artistas o se tienen que convertir en otras personas para producir riqueza material".