La vida después del coronavirus, ¿cuándo volveremos a la normalidad?
- Los expertos creen que el proceso será lento y que las cosas, al menos de momento, no volverán a ser como antes
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Después de casi un mes de cuarentena, la vuelta a la normalidad se ha convertido en el horizonte al que muchos se aferran para sobrellevar la dureza del confinamiento. Pero alcanzarlo no va a ser fácil. Las autoridades sanitarias advierten de que solo nos encontramos en el comienzo del camino y el regreso a la vida anterior será lento. Como si de conquistar la cima de una montaña se tratase, el símil de la escalada y la desescalada de la curva epidémica ilustra perfectamente este complejo proceso en el que, al igual que ocurre con el alpinismo, subir es complicado y peligroso, pero bajar lo es aún más.
Desde el comienzo de la pandemia, la incertidumbre ha marcado el avance de la enfermedad. El virus ha obligado al mundo a adentrarse en un terreno inexplorado, donde cualquier estrategia se complica por la ausencia de precedentes. Con muchas dudas y pocas certezas, la comunidad científica trabaja a contrarreloj para desentrañar las vulnerabilidades del nuevo enemigo y alumbrar las decisiones políticas, asumiendo que ese regreso pleno a la vida anterior solo se producirá cuando se encuentre una vacuna, algo que aún tardará muchos meses.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha insistido esta semana en que la desescalada de las medidas adoptadas contra el coronavirus será gradual, e incluso se ha referido a una "nueva normalidad", aludiendo a esa sospecha cada vez más sólida de que las cosas ya no volverán a ser como antes, al menos de momento. Quizá, todas las medidas se resuman en una muy básica: los ciudadanos tendrán que acostumbrarse al distanciamiento social, lo que va a afectar a múltiples aspectos de su vida diaria.
El Gobierno está preparando un plan cuyo objetivo es desmantelar progresivamente las medidas de confinamiento, para lo que cuenta con el asesoramiento de un equipo multidisciplinar. En este sentido, según explica el propio Sánchez, los científicos han establecido varios marcadores que fijarán el ritmo de retorno en función del ritmo de los contagios, por lo que "cada avance semanal hará posible la apertura de espacios".
García-Sastre: "Las cosas pueden volver a la normalidad en verano"
Con la Semana Santa ya perdida, el verano es la siguiente meta sobre la que proyectar los anhelos de normalidad a medio plazo. Pero los expertos coinciden en adelantar que habrá que aprender a convivir con el virus y que, en el mejor de los casos, se tratará de un verano atípico. "Hay que ir abriendo poco a poco, ver si los casos siguen bajando o vuelven a subir", explica a RNE Adolfo García-Sastre, jefe de Patógenos Emergentes del Hospital Monte Sinaí de Nueva York. "En caso de que suban hay que recuperar las medidas retiradas, y si siguen bajando abrir y abrir más medidas hasta la vuelta a la normalidad", detalla.
“García-Sastre: Las medidas no van a acabar con la circulación del virus. “
El virólogo burgalés advierte de que las medidas "no van a acabar con la circulación del virus", aunque aclara que "si esa circulación es pequeña y no da lugar a una gran cantidad de casos severos que se acumulen en el hospital, pues al menos se puede manejar". "Hay que ir siguiéndolo todo el rato para estar seguros de que no vuelva a prender -prosigue-, puede pasar que las cosas vuelvan más o menos a la normalidad en verano, pero que luego en invierno vuelva a subir el número de casos".
García-Sastre hace así referencia a un posible patrón estacional de la enfermedad, algo que de momento no cuenta con el suficiente respaldo científico y que solo se podrá conocer más adelante. Si finalmente la llegada del buen tiempo consigue frenar la expansión del nuevo patógeno en España, esta ayuda va a suponer un importante balón de oxígeno en la carrera de fondo hacia una vacuna y nuevos fármacos antivirales, contribuyendo significativamente a aliviar la presión del sistema sanitario sin necesidad de adoptar medidas drásticas.
Pilar Mateo: "Va a ser muy difícil retomarlo donde lo dejamos"
La científica Pilar Mateo también augura un escenario a medio plazo distinto al que teníamos a comienzos de marzo. Esta investigadora y doctora en Química, que ha dedicado su vida profesional a combatir enfermedades endémicas como el mal de Chagas o el virus del dengue, cree que después de la epidemia va a ser "muy difícil" retomar las cosas "tal y como las dejamos".
“Pilar Mateo: El coronavirus ha venido para quedarse en el planeta. “
"Será complicado salir de la cuarentena porque necesitaremos tiempo para ir recuperando nuestro nivel normal de actividad", asegura en una entrevista con la Agencia EFE. Para ella, acciones tan cotidianas como ir de compras, salir con amigos, asistir a conciertos o ir de vacaciones "tendrá que hacerse paulatinamente".
Mateo coincide con otros muchos científicos en que el nuevo coronavirus "ha venido para quedarse en el planeta" y hasta que no se consiga una vacuna "el riesgo de contagio estará presente en cualquier momento de nuestra vida social".
Salvador Macip: "La siguiente fase va a durar como mínimo un año"
También en una entrevista con EFE, el investigador de la Universidad de Leicester Salvador Macip se atreve a dar un plazo para la siguiente fase de la epidemia: "como mínimo, un año". El genetista sostiene que durante este período "tendremos que seguir evitando el contacto social, lo cual no quiere decir que estemos siempre en casa o que paralicemos los trabajos no esenciales, sino que mantengamos esta prevención que tenemos ahora".
“Salvador Macip: Tendremos que seguir evitando el contacto social. “
Macip estima que solo se logrará frenar al virus cuando exista una inmunidad de grupo: "cuantas más personas hayan pasado la enfermedad y tengan anticuerpos para ser inmunes, menos contagios del virus habrá, y esto lo puede conseguir la vacuna, que saldrá en un año, si todo va bien".
Pere Godoy: "Nuestra vida va a cambiar en los próximos meses"
Por su parte, Pere Godoy, presidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), pide a los ciudadanos "que tengan paciencia", porque esa ansiada normalidad "podría no restablecerse hasta bien pasado el verano". En una entrevista concedida a RNE, sostiene que "tenemos que aceptar que nuestra vida va a cambiar en los próximos meses" y que "debemos olvidarnos de las grandes concentraciones, como acontecimientos deportivos, mitines políticos o conciertos". También adelanta que, de cara a las próximas vacaciones, seguramente las grandes concentraciones en las playas se tengan que regular.
Godoy deja claro que, aunque "hay que intentar volver a la vida social poco a poco", tenemos que "mentalizarnos de que las escuelas van a seguir cerradas seguro en el mes de mayo y posiblemente en el mes de junio, y también las universidades".
Sin embargo, si la epidemia continúa mostrando una evolución favorable, este científico calcula que la apertura comenzará muy pronto. Exactamente, el próximo 26 de abril, cuando finaliza la prórroga del estado de alerta sanitaria. Entonces, cree que comenzará el desescalado "de una forma muy controlada" para evitar rebrotes, "respetando mucho la distancia física entre las personas", y vigilándolo "con este estudio de prevalencia" del Gobierno "más otros sistemas de vigilancia muy estrictos que se tienen que establecer".
“Pere Godoy: Las escuelas van a seguir cerradas seguro en el mes de mayo y posiblemente en el mes de junio. “
Sobre las primeras medidas de desescalado, el epidemiólogo apunta a dos que él estima prioritarias: hacer deporte "siempre que la población esté bien informada y respete las distancias", y permitir que los niños salgan de casa "de forma controlada, con paseos a una distancia razonable cerca del domicilio, acompañados por sus padres y respetando la distancia social".
Además, opina que este proceso de desescalado no debería ser uniforme en todo el territorio español. “Sabemos que hay comunidades donde ha habido mucha transmisión y en otras donde ha habido menos, y cuando empiece el desescalado también puede haber diferentes niveles de transmisión, por lo que hacer matices a estas medidas a nivel territorial es bueno y aconsejable”, manifiesta el epidemiólogo.