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Coronavirus

La 'anomalía griega' o como gestionar bien la crisis del coronavirus contra pronóstico

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La "anomalía griega": 2100 casos y algo más de 100 fallecidos

Algunos lo llaman "la anomalía griega". Con unos 2100 casos y algo más de 100 muertos con coronavirus, Grecia presenta unas cifras muy alejadas de las de otros países del Mediterráneo. Algo que contrasta con lo que muchos preveían. Pero...¿A qué se debe?. Fundamentalmente, dicen los expertos, a dos factores: "La incidencia ha sido mucho más tardía y muy menor en comparación con Italia y con España”, señala el Investigador de Real Instituto Elcano, Ignacio Molina. “Y también eso permitió una respuesta mucho más rápida", asegura. “De hecho Grecia decretó el cierre cuatro días después de producirse la primera muerte por coronavirus en el país” añade Aurea Moltó, Directora de la revista especializada Política Exterior. “Italia lo hizo 18 días después del primer caso, mientras España lo hizo 30 días después, teniendo en cuenta que en España se tardó dos semanas en saber cuándo se había producido la primera muerte".

Y es que Grecia ha reaccionado desde el primer momento. Su primer caso se detectó el 26 de febrero. Rápidamente, comenzó a adoptar medidas progresivas, como cerrar escuelas, prohibir desplazamientos salvo para trabajo y compras necesarias, y establecer multas de hasta 150 euros para quien no respetase las normas.

El confinamiento total lo decretó el 23 de marzo, cuando tenía 695 contagiados y 17 fallecidos. “Y fue uno de los primeros países de Europa en monitorizar todos los vuelos que llegaban de China”, recuerda Aurea Moltó. “No ha tenido ni las dudas en las medidas a tomar, ni las contradicciones que han llevado a que otros países hayan perdido unos días muy valiosos”, añade.

La debilidad del sistema tras los recortes

Y una de las razones de su rápida reacción puede ser que Atenas temía un colapso de su sistema sanitario. Tras una década de recortes en la que su economía se contrajo un 26%, su sistema sanitario aún está lejos de recuperar la forma que tuvo en sus mejores tiempos. Entonces sufrió buena parte del impacto de esas medidas y, al inicio de la pandemia, 18 meses después de salir de su tercer rescate, Atenas reconocía que tan sólo tenía 560 camas de UCI en todo el país. Todo ello en un país de 11 millones de personas y de población muy envejecida. Una situación que dejaba poco margen para el error.

"El impacto de los rescates fue enorme en el sistema sanitario. Y yo creo que la conciencia de esta debilidad en el sistema sanitario les hizo temer encontrarse con un problema muy grave de salud pública en el país", señala la Directora de Política Exterior.

Sin embargo, el profesor Molina recuerda que, aunque "la sanidad griega, según los indicadores internacionales, tiene carencias y, por ejemplo, está por detrás de la italiana o la española en todos los rankings de médicos per cápita, cama, gasto público, etc.. es una sanidad que, en los estándares internacionales, sigue siendo alta", añade. “Es verdad que los memorándums perjudicaron al sector público, pero no fue una bomba atómica que lanzó la troika sobre Grecia. Los sistemas esenciales sanidad, por supuesto que sufrieron, pero no sufrieron tanto, quedaron preservados”

Además, también influye el nivel de impacto de la epidemia. “En el caso de Grecia, el umbral a partir del cual el sistema empieza a tener problemas no ha quedado superado, es decir, no hemos sometido a ese test de stress al sistema sanitario”, señala es investigador de Real Instituto Elcano.

La crisis de los refugiados

La eficaz respuesta política de Grecia ha sorprendido a muchos. Tras la crisis de 2008, se instauró una serie de estereotipos que retrataban al país como eminentemente burocrático y políticamente polarizado. Eso hizo que muchos presumieran que esas características iban a jugar en su contra. Pero la realidad y los resultados han llevado la contraria a esos análisis. “La manera en la que Grecia hizo frente a la crisis económica y, por qué no decirlo, la manera en la que fue tratada durante la crisis económica, ha hecho florecer un estoicismo griego que les ha dotado de una gran capacidad de respuesta”, señala Aurea Moltó.

Pero, además, recuerda Moltó, el país tenía otros factores que han podido influir en su rápida reacción. “En Grecia hay dos grandes campos de refugiados que viven en unas condiciones durísimas, de hacinamiento y en un entorno muy favorable para el desarrollo de la pandemia y donde es muy difícil aplicar las medidas de confinamiento para controlar la propagación del virus”, señala la directora de Política Exterior. “Quizá este ha sido un elemento que ha hecho temer a las autoridades griegas que pudieran sufrir una crisis que pudiera realmente devastar al país”.

La crisis de los refugiados también les ha enseñado otras lecciones. “Grecia fue sometida a un desafío mucho mayor que la pandemia, que fue la llegada de los refugiados”, señala Ignacio Molina. “Y entonces el Estado griego, aunque desbordado, pudo atender a los refugiados sin colapsar el Estado como tal”, recuerda.

De hecho, a día de hoy sigue haciéndolo. En medio de las complicaciones de logística y movilidad de la pandemia, este miércoles Atenas ha conseguido completar el traslado a una docena de refugiados menores a Luxemburgo desde los campamentos del Egeo.

El miedo a la recesión económica

No cabe duda de que Grecia está gestionando la crisis sanitaria con éxito. Pero ahora, dicen los expertos, el reto será la recesión económica. Una recesión que será mundial y que, según el Fondo Monetario Internacional, implicará la mayor contracción de la economía desde 1930, alrededor de un 3%. Y Grecia puede pagar un precio alto a medio plazo.

“Aproximadamente un 20% de sus ingresos vienen por el turismo, y el turismo, al menos a corto y medio plazo va a cambiar radicalmente”, señala Aurea Moltó. Para Ignacio Molina, Atenas puede enfrentarse a mucha incertidumbre a medio plazo “porque su deuda pública era muy alta, porque su desempleo es aún más alto que el de España, porque su capacidad de diversificación de su economía es menor, tiene menos industria y servicios menos sofisticados”.

¿Qué medidas podrá adoptar Grecia frente a la recesión, pese a haber sido de los que mejor han respondido a la crisis de salud? Para los analistas, es difícil saberlo, porque en muchas de las etapas que vienen tras la pandemia del coronavirus la capacidad individual de los Estados será muy limitada, y buena parte del resultado dependerá de la capacidad de adoptar medidas conjuntas.