La presión sanitaria se rebaja en Galicia
- En poco más de una semana la ocupación de camas y de UCIs ha bajado más del 20%
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De mantenerse las tendencias de los últimos días, los peores momentos en los centros sanitarios gallegos habrían quedado atrás. En poco más de una semana la ocupación de camas y de UCIs ha bajado más del 20%, y el incremento diario de casos ha bajado en varias ocasiones del 1%.
Datos que alejan la entrada en funcionamiento del hospital de campaña instalado en A Coruña, que no ha llegado ni a dotarse de camas. La comunidad mantiene la tasa de letalidad más baja de España, junto a Melilla.
Sin embargo, sigue la preocupación por las residencias de ancianos y dependientes, origen de cuatro de cada diez víctimas mortales del COVID19 en Galicia. La Xunta sigue interviniendo centros, y trasladando a sus internos a refugios o residencias medicalizadas, como la de Piñor en Ourense.
Vuelta al trabajo por sectores
Con los hospitales estabilizados, las fábricas y obras han recobrado la actividad con un refuerzo en las medidas de protección. Entre ellas, las 600.000 mascarillas repartidas en polígonos industriales, puertos o autobuses.
La automoción no regresará hasta la próxima semana, pero mantiene actividad suficiente para poner en marcha una iniciativa solidaria. Han donado a hospitales y fuerzas de seguridad 10.000 llaves sanitarias que permiten abrir puertas o activar interruptores sin contacto.
Los sectores de la construcción y el metal sí han recuperado ya la actividad. Aunque algunos, como 115 empleados del astillero vigués Barreras, se encontraron al regreso con la aprobación de un expediente de regulación temporal. Otros, como el personal de tiendas de Inditex, descubrían con alivio que la empresa ha suspendido el que tenía previsto. Los ERTE afectan ya a casi 200.000 trabajadores en Galicia, y muchos de ellos no han recibido todavía la prestación de marzo.
Hay sectores que no han visto paralizada su actividad, pero sí sus ventas. Es el caso de los viveros que producen planta ornamental, que acumulan 14 millones de euros en pérdidas. La campaña de primavera representa el 80% de sus ingresos. “Si las floristerías no abren pronto – advierten- será difícil que la planta aguante, tendremos que tirarla”.
La brecha digital condiciona al sector educativo
Otro sector que no ha parado en ningún momento es el educativo, en el que hay división de opiniones sobre cómo cerrar este curso escolar. Y es que hay niños que no tienen ninguna posibilidad de acceder a la formación telemática, como los de algunas aldeas de Lugo y Ourense a las que en ocasiones no llega ni la señal telefónica.