Japón entregará 100.000 yenes, unos 857 euros, a cada ciudadano para estimular la economía
Japón entregará una ayuda de 100.000 yenes, unos 857 euros, a cada ciudadano, sea este japonés o extranjero. La medida ha sido anunciada por el primer ministro Shinzo Abe y tiene como fin servir de estímulo a la economía japonesa ante los efectos del Covid-19.
"Haremos lo posible para entregar cuanto antes esta suma a todo el mundo" ha declarado el jefe del Ejecutivo japonés en conferencia de prensa televisada. Un día antes, Abe comunicaba también la decisión de ampliar el estado de emergencia a todo el país.
En un primer momento, el gobierno japonés era partidario de una entrega de 300.000 yenes, unos 2.571 euros, a cada hogar que hubiese sufrido pérdidas económicas como consecuencia del coronavirus. Finalmente se ha optado por entregar la misma ayuda, 100.000 yenes, a todos y cada uno de los habitantes del archipiélago.
Presiones internas y externas
La decisión de una ayuda universal fue tomada previa consulta con los partidos de la coalición gubernamental. El primer ministro Abe tuvo que ceder incluso a las presiones de su propio partido para que la ayuda se hiciese extensiva a todos los ciudadanos, sin distinción por nivel de renta o situación de vulnerabilidad.
Abe aprovechó su comparecencia en rueda de prensa para pedir disculpas por la confusión que hubieran podido generar estos cambios entre la población.
El ministro portavoz, Yoshihide Suga, confirmó la noticia pero sin precisar si se trataría de una única entrega o se extendería por un período determinado y en función de que continuasen o no los efectos negativos del coronavirus en la economía.
Un plan para relanzar la economía
La medida se incluye en el plan de relanzamiento económico de más de 900.000 millones de euros previstos por el Ejecutivo japonés incluso antes de que se registrasen las consecuencias de la pandemia. Ya en el último trimestre de 2019, la economía japonesa estaba a punto de entrar en recesión con una contracción de su PIB del 1,8%.
Ahora la situación ha empeorado notablemente con el coronavirus. El turismo, una de las principales fuentes de ingresos, ha sufrido una caída del 90%. Sectores como el automotor están parando la producción por la caída global en la demanda de vehículos. También sufren la falta de demanda otros sectores industriales así como el comercio minorista.
Como contrapeso, Japón tampoco podrá contar con el efecto benéfico para la economía de los Juegos Olímpicos de Tokio que, por la amenaza del Covid-19, han tenido que ser aplazado y de momento, reprogramados para el verano de 2021.
Japón, el "antimodelo" asiático contra el coronovirus
Frente a la efectividad de sus vecinos asiáticos, como Corea del Sur o Singapur y sin llegar a hacer uso de la "mano dura dictatorial" china, Japón es blanco de las críticas por haber reaccionado tarde y sin contundencia contra la pandemia.
La declaración del estado de emergencia no se produjo hasta el pasado 7 de abril e inicialmente estaba previsto solo para 7 regiones del país, entre ellas Tokio y Osaka (al oeste). La ampliación de las medidas excepcionales del estado de emergencia afectará ahora a todo el archpiélago, con énfasis especial en la limitación de viajes durante la llamada 'Semana de Oro', vacaciones tradicionales entre abril y mayo.
Se considera la intervención más dura de Shinzo Abe desde que comenzó la crisis y que justificó, en parte, por el temor a que los servicios médicos pudieran verse desbordados en las zonas rurales donde viven muchas personas ancianas.
Las vacilaciones y los errores le han pasado factura al primer ministro Abe, uno de los líderes políticos cuyos índices de apoyo se han desplomado por su gestión en la pandemia y al que se acusa de haber priorizado la economía y los Juegos Olímpicos sobre la salud de la población.