Coronavirus: ¿virus de laboratorio o de generación espontánea?
- La tesis que baraja la OMS es que un animal, no identificado, transmitió la enfermedad a los humanos
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Desde hace semanas, incluso meses, muchos se hacen una misma pregunta: ¿el coronavirus es virus de laboratorio o de generación espontánea? La respuesta está, al parecer, en varios artículos científicos e informes. Según estos estudios no hace falta recurrir a teorías de la conspiración para explicar la pandemia que ha causado ya más de 160.000 muertos en todo el mundo y tiene confinada a la mayor parte de la población del planeta.
La palabra clave en este caso es 'zoonosis', un término con el que los científicos definen las infecciones transmitidas por animales vertebrados a los humanos y viceversa. Dicho de otro modo, y en este caso ciñéndonos a la pandemia que nos incumbe, un trasvase de virus animales a humanos.
La mayor parte de las investigaciones coinciden en señalar que el coronavirus es uno de ellos y su peligro está en la velocidad de su propagación.
No es la primera vez
De hecho, la transmisión de enfermedades de animales a humanos es tan vieja como la historia de la domesticación. De la vaca, por ejemplo, provienen infecciones humanas como la viruela, la tuberculosis o la rubeola para todas las cuales existe ya vacuna. Pero podemos encontrar antecedentes de enfermedades de contagio animal mucho más actuales como el VIH (síndrome de inmunodeficiencia) en 1981 cuyo origen fue el chimpancé común, el virus de la gripe aviar en 1997. el SARS en 2002, la gripe porcina en 2009 o el ébola en 2014.
En el caso del SARS, el virus se habría originado en murciélagos que transmitieron el virus a una especie amenazada y muy consumida en los restaurantes chinos, la llamada chiveta de las palmeras, un tipo de felino. En cuanto al SARS Cov2, que causa la enfermedad Covid-19, su origen sería el mismo: los murciélagos. Esta es la tesis de OMS, la Organización Mundial de la Salud, aunque no hay seguridad sobre la especie intermedia que lo condujo hasta el humano, aunque el pangolín llegó a ser señalado como culpable.
Ya en 2013, un informe de la FAO (Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura) advertía que el 70% de las enfermedades en humanos en las últimas décadas provienen de animales.
Animales domésticos, animales salvajes
Solemos tener anticuerpos, o en su defecto vacunas, frente a las enfermedades transmitidas por animales domesticados desde hace siglos. Por el contrario, carecemos de inmunidad ante virus de especies silvestres y salvajes. Un estudio de la investigadora Christine Johnson, del Instituto One Health de la Universidad de California Davis, afirma que los animales cuyas poblaciones han disminuido por la caza, el tráfico de especies y la pérdida de su ecosistema tienen el doble de virus zoonóticos que otras especies afectadas por factores ajenos a la acción humana. Este proceso de explotación de la vida salvaje, la caza, las capturas para consumo o tráfico sería la primera causa de la zoonosis. Es decir, del derrame de virus desde especies animales al humano.
Para ello ha combinado sus hipótesis con la lista roja de animales en peligro de extinción que elabora la UICN (Unión Internacional para la conservación de la Naturaleza).
China, campeón mundial del consumo salvaje
Cobra frita y sopa de murciélago o de testículos de tigre son algunos de los bocados exóticos que pueden encontrarse en muchos restaurantes de China. Son lo que se conoce como "Yewei", palabra con que se alude al gusto por los sabores salvajes, sinónimo de estatus y poder adquisitivo.
Los derivados de animales salvajes se emplean también para la elaboración de elixires, afrodisíacos y productos de medicina china que les atribuyen propiedades curativas extraordinarias. Todo esto ha convertido a China en el campeón mundial del consumo de animales salvajes, tanto legales como ilegales.
En este contexto de avidez por lo exótico, no sorprendió que el Covid se detectase por primera vez a mediados de diciembre de 2018 en el mercado de Huanan, en Wuhan. Otro mercado chino, en este caso en Guangdong fue la cuna del SARS, el síndrome respiratorio agudo severo que causó casi 800 muerto en 37 países.
La globalización, pista de despegue para epidemias
La híperconectividad, los vuelos que permiten cruzar el mundo en apenas unas horas, el tráfico masivo de bienes y personas, las compras de productos remotos a golpe de clic desde nuestro ordenador, todo esto facilita un medio ideal para la exportación de los virus de un punto del globo a otro y facilitan su contagio exponencial.
La investigadora Christine Johnson asegura en su informe que la destrucción de los hábitat es otro factor de riesgo porque obliga a los animales a estar cada vez más próximos al hombre y eso favorece el contagio. Ejemplo de ellos son los monos en Tailandia que, debido al coronavirus, han protagonizado feroces peleas ante la falta de alimento. Ahora no hay turistas que les den comida.
Especial interés en estos días cobra el ensayo 'Spillover: Animal Infections and the Next Human Pandemic', del periodista científico norteamericano, David Quammen. Publicada en 2012, la obra tendrá edición española el 14 de mayo con el nombre de 'Contagio'. Ahora cobra una repentina vigencia, ya que recoge advertencias de diferentes científicos sobre infecciones animales y anunciaba una próxima pandemia humana. Una pandemia que ya está aquí.