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Coronavirus

Trump pone su nombre a los cheques ayuda ante una crisis por el coronavirus con telón de fondo electoral

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Trump insiste en poner fin al confinamiento pese a la incidencia del coronavirus en EE.UU.

En EE.UU. millones de ciudadanos han empezado a recibir esta semana una ayuda de 1.200 dólares, algo más de 1.100 euros, para intentar aliviar el impacto que el coronavirus haya podido ocasionar en sus economías. El importe se ingresa directamente en sus cuentas bancarias y es resultado del gigantesco programa de estímulo fiscal que en marzo aprobó, por este orden, Senado, Congreso y finalmente el presidente Donald Trump, por un monto de 2 billones de dólares.

De momento, la ayuda se ha decidido como un único pago y no como una renta extendida por un plazo de tiempo determinado. La mayoría de sus receptores son personas que han perdido su empleo pero no solo. Se calcula que, en estos momentos, 22 millones de personas han ingresado en las cifras del paro por el parón productivo causado por el Covid-19.

Está previsto que este estímulo de emergencia llegue a entre 125 y 150 millones de norteamericanos. Además del pago directo de 1.200 dólares por persona, el beneficiario recibirá otro adicional de 500 dólares por cada menor de 16 años que tenga a su cargo.

Fuera de la ayuda, los inmigrantes sin papeles

La ayuda es proporcional al nivel de ingresos. El requisito fundamental es estar dado de alta en la Seguridad Social, por lo que quedarían sin beneficio los inmigrates irregulares, incluso si pagan impuestos. Según el ITEP, el Instituto de Política Económica y Fiscal norteamericano, hay en EE.UU. casi cuatro millones y medio de inmigrantes irregulares que no están dados de alta en el sistema de Seguridad Social pese a que pagan impuestos con un Número de Identificación de contribuyente Individual (ITIN).

Junto a los inmigrantes sin papeles, la burocracia deja sin el pago automático a otros colectivos vulnerables frente al coronavirus. Por un lado, millones de personas de la tercera edad y por otro, discapacitados.

En ambos casos con el denominador común de tener ingresos muy bajos y, por tanto, estar exentos de la obligación de hacer la declaración de la renta. Para poder recibir esta ayuda, tendrían que presentar una solicitud explicando su situación, lo que no todos están en condiciones de hacer.

Cheques marca 'Trump'

Sin embargo, la dificultad para recibir este pago automático para aquellos que no disponen de cuenta bancaria ha quedado resuelta. La ayuda se recibirá en este caso por cheques en los que aparece el nombre del presidente Donald Trump, según revela The Washington Post citando fuentes del Tesoro Norteamericano.

La inscripción del nombre del presidente de EE.UU. en los cheques de la Seguridad Social no tiene precedentes. En este caso, se estampará exactamente la fórmula "President Donald J. Trump" en el memo de la parte izquierda del cheque.

Legalmente no se permite que el presidente norteamericano firme los billetes o documentos de pago del Tesoro. Esta función le corresponde a la figura de un funcionario, el tesorero, en este caso tesorera, Rosa Gumataotao Rios, norteamericana de origen mexicano, y se hace así precisamente para evitar la politización del papel moneda.

Coronavirus con telón fondo electoral

La pandemia ha retirado de escena la campaña electoral para presidenciales norteamericanas del 3 de noviembre. Las primarias demócratas quedaron aplazadas y el 8 de abril, Sanders se retiraba de la liza para acabar dando su apoyo a su rival demócrata Joe Biden. No se sabe tampoco cuándo podrán celebrarse las convenciones demócrata y republicana.

Entre tanto, seguro de que el Covid-19 tendrá un impacto en las elecciones, Trump intenta sacar rédito electoral de su gestión de la pandemia. Poner su nombre en los cheques de una ayuda aprobada por el Congreso ha provocado polémica en este sentido.

Convertido EE.UU. en epicentro de la pandemia, todavía es pronto para que los sondeos reflejen el apoyo que reciben Trump o el demócrata Joe Biden, quienes probablemente se disputen la Presidencia.

En la encuesta de Pew Research, realizada entre el 7 y el 12 de abril, el 65% critica la lentitud de Trump en la toma de medidas y el 66% tiene como mayor preocupación que las restricciones a la actividad pública se levanten demasiado pronto. Dato que choca con la impaciencia de Trump por poner fin al confinamiento y sus mensajes de Twitter a liberar estados decisivos para su victoria electoral y gobernados por demócratas.