El duelo por las víctimas del coronavirus toma forma de memorial: "Siento tanto no haber podido estar contigo..."
- Las despedidas recibidas estarán visibles en el Memorial lo antes posible
- RTVE abre un homenaje colaborativo a las víctimas del coronavirus
- Ya puedes enviar su homenaje o explorar la galería de despedidas
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Morirse en tiempos de pandemia por coronavirus es irse en soledad y sin despedidas. No es fácil gestionar ese dolor interno que provoca la muerte, más aún cuando no hemos podido acompañar, escuchar su voz, dar una última caricia, agarrar fuerte la mano de la persona a la que amamos antes de que se vaya.
Con el objetivo de poner palabras al duelo, como un modo de aliviar la tristeza por la ausencia y de llenar el vacío que deja la muerte, nace "Memorial del Coronavirus: Despedidas por una pandemia", un proyecto interactivo del Lab de RTVE y abierto a todos los ciudadanos que deseen dar ese último adiós a modo de tributo público a las víctimas del Covid-19.
Un adiós colaborativo
Familiares y amigos de muchas de las víctimas por coronavirus han hecho llegar sus despedidas. Son ya casi 400 mensajes a víctimas de esta pandemia escritos por sus seres queridos. Desde distintos rincones de España, pero también desde lugares más lejanos como Italia, Ecuador, EE.UU o Serbia, los familiares y amigos han enviado palabras llenas de emoción y ternura.
En común todos ellas contienen la impotencia y tristeza por no haber podido acompañar al ser querido en sus últimas horas de vida.
"Papá, te fuiste solo y sin darme un beso. Te quiero con locura. Ahora, por favor, ayúdame desde el cielo", escribe Silvia, lamentando esa soledad impuesta por la cuarentena durante la que se fue su padre José Luis, de 76 años.
En Vallecas (Madrid), Nurya asume ahora una de las tareas, seguramente, más cruciales de su vida: transmitir los valores de su abuelo Francisco, de 83. "Te has ido sin conocer a tu bisnieta, con las ganas que tenías... pero no te preocupes que yo me encargo de que ella sí te conozca", le explica en su misiva.
La familia de Antonio, que ha fallecido a los 54 años, aún no consigue creer que su repentina marcha haya sido real. "Tu marcha fue como un desgarro en el pecho, a traición. ¡Hasta siempre, hermano!".
Laura no entiende la paradoja que tuvo que enfrentar su padre, Manuel, de 72 años y de Torrejón de Ardoz (Madrid), cuando el virus le sobrevino mientras afrontaba un ingreso hospitalario en el Hospital Gregorio Marañón. "Tenías ganas de vivir y por eso luchaste dos años para que el cáncer no te comiera como a mamá, y por tener esta enfermedad te denegaron la vida. La UCI y el respirador no eran para ti", denuncia en su texto cargado de dolor y de orgullo hacia su padre.
Alexandra recuerda el valor y la fortaleza de su abuela Amalia, que ha muerto en Madrid con 88 años. Ella y su madre intentaron verla en el hospital, pero solo pudieron dejar allí una cartas y una foto, también su radio que tanto le gustaba escuchar por las noches. El día que Amalia murió su familia tenía planeado llevarle un teléfono: "Llegué tarde abuela, llegué tarde para ti y ya estabas con el abuelo".
Llenar el vacío con los mejores recuerdos
Los hijos, nueras, nietos y bisnietos de Adela, que ha muerto con 88 años en Cádiz, recordarán siempre sus guisos y su arroz con leche, los platos que les cocinaba con tanto cariño. Quieren olvidar las circunstancias en las que se fue y esperan ahora llenar la ausencia con lo mejor de la abuela Adela, "queremos recordarte con tu vitalidad, risas y verborrea cuando nos contabas tus viajes con los amigos".
Rubén se pregunta dónde quedan los abrazos y los besos que no dimos. No termina de creerse que su tía Nieves, de 88 años, ya no está. "Ahora, tía Nieves, te mecen los vientos. Tu esposo, Josechu, te guarda bien dentro. Paseo a Tres Fuentes, tus ricos pimientos y en todos nosotros están tus recuerdos".
Miguel no va a olvidar las charlas y las buenas caminatas que hacía con Antonio, de 69 años, por las magníficas rutas paisajísticas en Casas de Ves, en Albacete. Carlos se queda con la vitalidad de su tía Lola, que con 86 años seguía activa y subía 84 escaleras a diario.
Lo que no te agradecí
El sentimiento de agradecimiento está muy presente en estas despedidas. Un 'gracias' por tener la suerte de haber compartido un tramo de vida con el ser querido y por todo aquello que aportó a nuestra existencia. "Muchas gracias por enseñarnos a vivir con honradez, alegría y humanidad", escribe la Familia Chillón Pérez a Jesús, que se ha ido en Madrid con 70 años.
"Gracias por enseñarme a tener ganas, a pesar de todo. Gracias por tu última sonrisa y por las miles regaladas estos 25 años juntos. Gracias por tus ganas, papá", escribe Pilar, desde Pedro Muñoz en Ciudad Real, para despedir a Julio, de 57 años.
Mar le escribe a su madre Francisca, de 92, años, que siempre estará en su corazón y le agradece todo lo que recibió de ella. "Querida mamá, gracias por tu bondad, por tu cariño, por tu vida entera dedicada a tu familia".
Palabras no dichas
Muchos de los homenajes recibidos en este Memorial Coronavirus son una oportunidad de expresar a nuestro ser querido aquellas palabras que nunca hubo ocasión de pronunciar. Marisa le dice a su querido hermano Camilo, fallecido en Madrid con 59 años, lo importante que ha sido para ella. "Tú que siempre me has acompañado en los momentos buenos y en los malos ¡Me siento realmente triste de no haber podido estar contigo!", lamenta.
Cándida, de 95 años, también murió en soledad en Madrid y es su sobrino Jesús quien quiere decirle lo mucho que la quiere: "Quiero decirte que siempre me has hecho muy feliz, siempre me has ayudado en todo, siempre estabas alegre y dispuesta, siempre me has escuchado. Por eso y por muchas cosas más, quiero decirte que te quiero mucho".
Natalia despide a su padre y Esperanza al amor de su vida con palabras de cariño para Antonio, que murió por coronavirus con 81 años en Madrid. "Querido papá: Sabes que eras mi debilidad, tienes que saber que triunfaste en la vida como ser humano, con tu sencillez, bondad, honestidad, alegría, lucha, amistad; a través de tus fortalezas, pero también de tus debilidades."
Juana, Paqui, Mangeles y Gloria, cuatro hermanas, han tenido que enfrentarse al dolor de perder al mismo tiempo a unos padres. Antonio y María, de Orellana la Vieja, han muerto con 75 años a causa de la pandemia.
En su despedida les aseguran seguir sus pasos y enseñanzas: "Siempre orgullosas de vosotros ... nuestro mayor deseo ahora es que os sintáis orgullosos allá donde estéis, seguiremos vuestros pasos y nos cuidaremos las unas a las otras, como nos habéis enseñado".
¿Cómo mandar mi despedida?
Desde la web 'Memorial del Coronavirus: Despedidas por una pandemia' (rtve.es/coronavirus-memorial) los ciudadanos pueden acceder a un formulario, donde se van recabando los testimonios de los familiares y amigos de las víctimas. Los mensajes que nos enviéis tardarán un poco de tiempo en integrarse en el Memorial debido a procesos técnicos, por lo que os pedimos un poco de paciencia. Pero os aseguramos que estarán disponibles lo antes posible.
En el proyecto también hay una galería de despedidas que podrá ser navegada de forma alfabética para agilizar la búsqueda del ser querido.
Entre los homenajeados por sus familias encontramos más de un centenario, como Miguel, de 100 años, del que presume su nieto Fernando. También han llegado despedidas a víctimas jóvenes como Juan, de 29 años, a quien Fanny solo sabe transmitirle cómo se "quebró" su corazón cuando conoció la noticia de su marcha. No habrá forma de contener este dolor, pero sí de darle forma.