Dimite el ministro de Justicia brasileño tras acusar a Bolsonaro de "interferencias políticas"
- El juez renuncia a su cargo después de que haya sido destituido director de la Policía Federal, hombre de su plena confianza
- Se han sucedido una oleada de críticas hacia el presidente brasileño al que acusan de dar un "golpe a la democracia" del país
El ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, conocido por llevar a prisión a Luiz Inácio Lula da Silva cuando ejercía como juez, ha presentado su renuncia este viernes y asegura que toma su decisión después de que el presidente Jair Bolsonaro haya destituido al director de la Policía Federal "sin ninguna razón técnica", y para la que el exjuez había exigido una plena autonomía al aceptar el cargo.
"Voy a comenzar a empaquetar mis cosas y a preparar mi carta de renuncia", ha asegurado Moro en una comparecencia, tras hacer un repaso de su actuación como ministro y subrayar que Bolsonaro había asumido con él un "compromiso" de que "no habría interferencias políticas" en los organismos de combate a la corrupción.
"El presidente me prometió carta blanca para nombrar a todos mis asesores y a los responsables de los organismos del ministerio y lo dijo públicamente", pero "lamentablemente no ha cumplido", ha declarado.
El presidente, Jair Bolsonaro, ha calificado de "infundadas" esas acusaciones. Ha negado haber interferido en las investigaciones policiales y ha afirmado que tampoco ha tratado de obstruir nunca procesos contra miembros de su familia.
No obstante, el fiscal general, Augusto Aras, ha solicitado a la Corte Suprema la apertura de una investigación contra Bolsonaro por supuestamente haber interferido políticamente en el Poder Judicial.
Posibles "interferencias políticas"
Moro ha anunciado su dimisión y ha sugerido que existen "interferencias políticas" en la lucha contra la corrupción, en las que ha enmarcado la decisión tomada por Bolsonaro de destituir de la dirección de la Policía Federal a Mauricio Valeixo, hombre de la plena confianza del ministro y ha asegurado que el presidente brasileño le prometió garantías para poder nombrar a subordinados.
Según Moro, en el caso de la destitución del director de la Policía Federal hubo "una presión política, que no es apropiada", por lo que "no tenía cómo aceptar esa sustitución".
Incluso ha comentado que Bolsonaro le dije personalmente que la destitución de Valeixo sería una "interferencia política" en la Policía Federal, frente a lo cual el mandatario respondió que "sí, es así".
También ha querido aclarar que el decreto mediante el cual fue exonerado el director de la Policía Federal, publicado con su rúbrica, no fue en realidad firmado por él, lo que según especialistas en derecho pudiera constituir un grave delito por parte del Gobierno. "Supe de la exoneración a través del Diario Oficial y no firmé ese decreto", garantizó.
Según Moro, las "presiones políticas" en torno a esta decisión que forzó su salida del Gobierno pasan por investigaciones que están en curso, sobre las que no reveló detalles, pero que según diversas fuentes pueden salpicar a dos de los hijos del mandatario, el senador Flavio y el concejal de Río de Janeiro Carlos.
El hasta ahora ministro de Justicia brasileño, quien gracias a dirigir el proceso contra el expresidente Lula se convirtió en gran defensor de la justicia, condujo la operación Lava Jato y fue recibido como una garantía de lucha contra la corrupción cuando Bolsonaro llegó al poder y lo nombró ministro.
Oleada de críticas a Bolsonaro al que acusan de dar un "golpe a la democracia"
La renuncia del exjuez Sergio Moro ha desatado una oleada de críticas contra el Gobierno del presidente brasileño, a quien ha llegado a acusar de dar un "golpe a la democracia" del país.
Uno de los discursos más duros ha sido el del gobernador de Sao Paulo, Joao Doria (centro-derecha), quien en declaraciones a los periodistas, ha tachado de "un golpe a la justicia, a la libertad y a la democracia de Brasil"
"Lamento mucho que nuestro país tenga que luchar contra dos virus, el coronavirus y el que está en el Palacio de Planalto en Brasilia", ha añadido el gobernador de la región más poblada e industrial de Brasil.
El dirigente del estado de Rio de Janeiro, Wilson Witzel (también del espectro de la derecha), ha trasmitido a través de su cuenta oficial de Twitter su "tristeza" ante la renuncia de Moro."Estaría honrado con su presencia en mi Gobierno aquí, vuestra excelencia, tiene carta blanca siempre", ha completado.
También a través de Twitter, el exministro Mandetta, que como Moro gozaba de altos índices de popularidad, agradeció la labor del antiguo titular de Justicia por estar "siempre pensando en el bien común".
Por su parte, el presidente de la Frente Parlamentaria de la Seguridad Pública en el Congreso, el diputado Capitao Augusto, se ha limitado a escribir en sus redes sociales el hashtag "ficamoro" (#quédatemoro).
Por otro lado, abogada de la familia Bolsonaro, Karina Kufa, escribió para sus casi 40.000 de seguidores en Twitter que "Jair es honesto y siempre quiere el bien del país"
Además, se han producido protestas con un nuevo "cacerolazo" en las principales ciudades del país.
Moro lamenta no haber avanzado en la "lucha contra la corrupción"
El hasta ahora ministro de Justicia brasileño ha hecho un repaso de su actuación durante el año y cuatro meses que ha estado al frente del Ministerio de Justicia y ha destacado en particular la reducción en un 19 % de los índices de homicidios el año pasado.
Sin embargo, ha lamentado que en la lucha contra la corrupción "no se avanzó tanto cuanto se habría podido", aunque matizó que "algo se ha hecho".
Moro sale del Gobierno con una gestión que es aprobada por cerca del 60 % de los brasileños, muy superior al 30 % que apoya al propio Bolsonaro, quien puede sufrir un desgaste mucho mayor con la salida del popular exmagistrado.
La semana pasada, Bolsonaro ya había dado un paso en contra de la opinión pública al destituir al ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, también muy popular por su defensa de las cuarentenas para frenar al coronavirus, pese a las críticas del gobernante.