La UE y el Reino Unido no logran avances en la nueva ronda de negociación posterior al Brexit
- Han sido calificados como "decepcionantes" desde Bruselas y como un "progreso limitado" por Londres
- Diferencias en cuestiones como la pesca, la competencia, la gobernanza de la futura asociación y la cooperación judicial
La Unión Europea (UE) y el Reino Unido se han reprochado mutuamente este viernes los mínimos avances logrados en la segunda ronda de negociación sobre su relación posterior al Brexit, que han sido calificados como "decepcionantes" desde Bruselas y como un "progreso limitado" por Londres después de cinco días de conversaciones.
El progreso en cuestiones relativas a la pesca, la competencia, la gobernanza de la futura asociación y la cooperación judicial y policial ha sido "decepcionante", según el negociador de la UE para la relación con el Reino Unido, Michel Barnier, quien ha afirmado que la UE no puede aceptar realizar "avances selectivos solo en una serie limitada de cuestiones".
"Necesitamos hacer progresos en todos los asuntos en paralelo. Necesitamos encontrar soluciones en los temas más difíciles. El Reino Unido no puede rechazar extender la transición y al mismo tiempo ralentizar las discusiones sobre áreas importantes", ha apuntado el político francés.
Por su parte, desde el lado británico han lamentado que la oferta que ha puesto sobre la mesa Bruselas para regular el comercio de bienes entre ambos lados del canal de la Mancha se "queda muy corta" respecto a otros acuerdos de libre comercio que la UE ha firmado con otros "países soberanos".
Esa circunstancia "reduce significativamente el valor práctico de la aspiración compartida de establecer cero cuotas y cero tarifas", ha afirmado un portavoz del Reino Unido en un comunicado, donde también ha asegurado que existen "diferencias de principio significativas" en otras áreas.
Tras la retirada británica de la UE el pasado 31 de enero, comenzó un periodo transitorio de 11 meses en el que la legislación comunitaria se sigue aplicando en territorio británico y durante el cual se negocian los nuevos vínculos entre Londres y Bruselas.
Sin avances en pesca
En cuanto a la pesca, Barnier ha recalcado que no se hicieron progresos "tangibles" y que la UE no aceptará un pacto comercial con Londres si el convenio no incluye el acceso a las aguas.
"La Unión Europea no aceptará una futura asociación económica que no incluya una solución equilibrada, sostenible y de largo plazo para la pesca", ha sentenciado el negociador europeo, quien también ha recriminado al Gobierno británico que no haya presentado una propuesta legal por escrito sobre pesca.
En este sentido, Londres ha lamentado que la UE "aparentemente" pide que el Reino Unido acepte "la continuidad de las cuotas actuales". "Solo haremos progresos en este punto si aceptamos la realidad de que el Reino Unido tendrá el derecho a controlar el acceso a sus aguas al final de este año", ha agregado el Gobierno británico.
El objetivo del club comunitario es tener cerrado el acuerdo sobre acceso a las aguas británicas para el 1 de julio, de modo que dé tiempo a fijar las cuotas pesqueras del periodo posterior a la transición.
Tampoco hay acuerdo en competencia
Sobre la igualdad de condiciones para garantizar una competencia justa, Barnier ha destacado que el acuerdo comercial ofrecido por la UE, sin aranceles ni cuotas para los productos británicos, supondría "un acceso sin precedentes" al mercado único para el Reino Unido como país tercero.
"Pero debemos ser igualmente ambiciosos en garantizar elevados estándares sociales y medioambientales. Debemos ser igualmente ambiciosos en evitar distorsiones comerciales injustas y ventajas competitivas injustificadas, por ejemplo, mediante ayudas de Estado y medidas fiscales relevantes", ha constatado.
Por su parte, Londres ha advertido de que no se dan las circunstancias para variar su posición en cuanto al llamado "level playing field" ("campo de juego en igualdad de condiciones", en inglés), la condición que demanda Bruselas para asegurarse de que las empresas británicas siguen unos estándares comunes y no obtienen ventajas competitivas.
Gobernanza y justicia
En el caso de la gobernanza de la futura asociación, Bruselas opta por un marco global, mientras que el Reino Unido prefiere cerrar numerosos acuerdos sectoriales.
Según Barnier, Londres se niega a incluir en el acuerdo referencias a valores compartidos como la democracia, el Estado de Derecho, los derechos humanos o la lucha contra el terrorismo y el cambio climático y tampoco quiere comprometerse de manera formal a seguir aplicando la Convención Europea de Derechos Humanos.
Los Veintisiete también pretenden que el Reino Unido reconozca el rol del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en cuestiones relacionadas con el Derecho comunitario, "en especial para el intercambio de datos personales", ha señalado el político francés.
Mientras, desde Reino Unido han asegurado que "no se harán progresos" en esos dos ámbitos "hasta que la UE abandone su insistencia en imponer condiciones al Reino Unido que no se encuentran en otros acuerdos comerciales de la UE y que no tienen en cuenta el hecho de que hemos abandonado la UE y somos un estado independiente", ha afirmado el portavoz británico.
Prolongación y coronavirus
El Reino Unido ha recalcado que no tiene intención de solicitar una prórroga al periodo de transición del Brexit más allá del 31 de diciembre, la fecha prevista para que el país quede desligado de las estructuras comunitarias, una extensión que se debe pedir antes de julio.
El comunicado británico subraya que el país mantiene su objetivo de alcanzar un acuerdo de libre comercio con la UE y espera que la siguiente ronda de negociaciones, que comenzará el 11 de mayo, sea "constructiva".
Por su parte, Michel Barnier ha advertido de que "el reloj está corriendo" y que es necesario que se produzcan "progresos genuinos" antes de que termine junio.
Si se llega al final de este año sin un pacto entre Londres y Bruselas, se produciría un escenario similar al de un Brexit sin acuerdo, en el que las relaciones comerciales se basarían en las normas genéricas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la colaboración en numerosos ámbitos quedaría suspendida.