Sanidad pide a las CCAA doblar las UCI y centros de salud específicos para posibles contagios durante la desescalada
- En un informe no descarta el confinamiento "total o parcial" de grandes grupos de población "durante largos períodos"
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El Ministerio de Sanidad exige a las comunidades autónomas que cuenten con la capacidad de doblar las camas de UCI y la posibilidad de establecer en atención primaria centros específicos para aquellos pacientes con sintomatología respiratoria durante la fase de desescalada. Además, considera necesario que el personal sanitario cuente con la "disponibilidad suficiente" de Equipos de Protección Individual (EPI).
Así figura en el informe 'Recomendaciones sanitarias para la estrategia de transición' que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, han entregado este domingo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y en el que se recoge una serie de premisas para la fase de desescalada.
Simón ha presentado el documento en rueda de prensa, en la que ha informado que la cifra diaria de víctimas por coronavirus ha caído hasta las 288, con lo que suma un total de 23.190 muertos, mientras que los nuevos casos diagnosticados en las últimas 24 horas han descendido a los 1.729 y hacen un total de 207.634.
El texto justifica que, a falta de una vacuna a corto plazo y debido al fuerte impacto del virus, la estrategia debe dirigirse "a la reducción de casos hasta un nivel asumible por el sistema sanitario", para evitar el riesgo de "que se desborde o vuelva a sufrir el estrés al que ha sido sometido" durante la primera fase de la epidemia.
Por ese motivo, considera "necesario" garantizar cuatro capacidades estratégicas y principios de actuación del sistema: la asistencia sanitaria, la vigilancia epidemiológica, la identificación y contención precoz de las fuentes de contagio y las medidas de protección colectiva.
El documento no descarta el confinamiento "total o parcial" de grandes grupos de población "durante largos períodos" con el objetivo de "eliminar el virus o para dar margen al desarrollo de una vacuna que podría tardar más de doce meses en estar disponible".
Asistencia sanitaria: control y aumento de recursos
En materia de asistencia sanitaria, el objetivo del plan es garantizar un aumento de camas para pacientes agudos y de UCI y "reanudar la asistencia habitual de pacientes con patologías distintas al COVID-19", afirma el texto. También "asegurar las medidas de control de la infección" en hospitales y centros socio-sanitarios para que "no se conviertan en foco de infección".
Con ese fin, el documento fija una serie de medidas, pidiendo a las comunidades autónomas que "garanticen la posibilidad de desplegar capacidades adicionales que estén operativas en un breve espacio de tiempo". Son las siguientes:
- Reforzar en los hospitales las medidas de prevención y control de la infección y la disponilidad suficiente de EPIs, lo que se puede complementar con la separación de circuitos para pacientes COVID/no-COVID o mediante el cribado previo al ingreso mediante la realización de test PCR.
- Recursos suficientes para pacientes agudos y críticos. El documento exige la "disponibilidad inmediata, en caso de necesidad" del doble de camas de UCI respecto a la capacidad previa a la pandemia y la identificación de espacios que permitan "un incremento de hasta el triple de la capacidad". También la disponibilidad de alternativas de hospitalización y una reserva de equipos de ventilación mecánica invasiva, equipamiento médico y de medicación para el tratamiento de pacientes críticos.
- En atención primaria, como en el caso de los hospitales, Sanidad exige a las CCAA medidas de control y disponibilidad de equipos de protección, así como garantizar la capacidad de diagnóstico precoz y aislamiento de personas contagiadas. Para ello propone la puesta en marcha de centros específicos para pacientes sospechosos o, si no es posible, la creación de "circuitos separados" para personas con síntomas.
- Además, el documento pide reforzar la atención domiciliaria, favorecer las consultas telemáticas y la utilización de herramientas informáticas para la detección de nuevos casos y su seguimiento.
Vigilancia de los casos sospechosos
En este apartado, el documento prevé el establecimiento de indicadores y protocolos dirigidos a la "monitorización" de los casos sospechosos y confirmados de forma precoz.
Para ello cree necesario garantizar que esa capacidad se pueda llevar a cabo a nivel hospitalario y en centros de salud y facilitar "los mecanismos de transmisión de información", que permitan una respuesta temprana a los contagios.
Identificación de las fuentes de contagio
Sanidad considera esencial en esta nueva fase la identificación y contención de las fuentes de contagio para "iniciar la transición a las nuevas fases de evolución de la epidemia". Para ello, considera necesario las siguientes acciones:
- Diagnóstico de todas las personas sintomáticas, ya sea a través de PCR o de otras pruebas.
- Aislamienzo precoz de casos, para lo cual prevé "si es necesario" habilitar hoteles u otras instalaciones para supervisar aquellos casos leves que no puedan garantizar el aislamiento en su domicilio. También la identificación y cuarentena de los contactos de personas contagiadas.
- Identificación de posibles focos de transmisión en colectivos específicos como residencias de ancianos, centros socio-sanitarios, centros penitenciarios y otros. Para ello propone protocolos de cribado o el uso de técnicas de diagnóstico colectivas que permitan diferenciar los centros infectados de los que no lo están, tratando los primeros y protegiendo los seguntos.
Protección colectiva: distancia social e higiene
El Ministerio de Sanidad asegura que este tipo de capacidades "están en proceso de desarrollo y han sido progresivamente incorporadas a los hábitos y costumbres de la población" desde que se decretó el estado de alarma por la pandemia. Son las que a continuación se detallan:
- Mantener las distancias interpersonales, "idealmente de dos metros", señala el texto.
- Lavado frecuente de manos con agua y jabón y soluciones hidroalcohólicas. Además, mantener una higiene y limpieza adecuadas en nuestros hogares y entornos laborales.
- Observar la "etiqueta respiratoria" a la hora de toser y estornudar.
- Reforzar el uso de mascarillas en la población general y, sobre todo, entre los colectivos más vulnerables.
- Asegurar el cumplimiento de todas estas medidas de un modo especial en espacios sanitarios, socio-sanitarios y laborales.