El coronavirus frena la reproducción asistida: "El coste emocional es altísimo porque sienten que se les acaba el tiempo"
- Sanidad autoriza la reapertura de las unidades y clínicas de reproducción asistida, con algunas medidas de seguridad
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María tiene 35 años y lleva cinco intentado ser madre. Sabe que su reserva ovárica es muy baja y llevaba dos ciclos de acumulación de óvulos para cumplir su sueño junto a su pareja. Le faltaba el tercero antes de poder fecundar los óvulos: el camino aún era largo y el coronavirus ha paralizado su itinerario.
"Me da mucha rabia perder un ciclo, tener que esperar. Y también angustia por si esto se alarga. Mi chico lo lleva mejor porque al final su vida no giraba en torno al tratamiento, como la mía. Somos nosotras las que tomamos los anticonceptivos, luego las inyecciones, los cambios de humor, te hinchas y te deshinchas, pasas por quirófano...", dice. Ahora respira aliviada: en la clínica les han dicho que, a mediados de mayo, podría estar todo a punto para retomar el tratamiento.
El Gobierno ha dado luz verde a reabrir las unidades y clínicas de reproducción asistida, que organizan la vuelta a la actividad. Diez mil tratamientos se han suspendido o retrasado por culpa de la pandemia, según la Sociedad Española de Fertilidad (SEF).
Unos tres mil niños nacen cada mes gracias a alguna de estás técnicas, desde la estimulación ovárica a la fecundación in vitro (FIV). "El coste emocional era altísimo para las personas que esperan tratamiento y piensan que se les acaba el tiempo y, en algunos casos llevan razón", explica Luis Martínez, presidente de la SEF.
"La prudencia era normal el primer mes de la pandemia. Pero ahora que se va retomando la normalidad no tenía sentido. No parece que las embarazadas tengan mayor riesgo que cualquier otra mujer, si no se hubiera aconsejado evitar también los embarazos espontáneos", explica desde el Hospital Virgen de las Nieves de Granada, donde estos días atiende partos.
El coste emocional: "La paralización ha sido un mazazo"
Un tratamiento de reproducción asistida es la última opción para parejas o mujeres solas que no pueden tener hijos de manera natural. "La paralización ha sido un mazazo. Querer tener un hijo y no conseguirlo es una situación muy dificil de gestionar. La infertilidad es una enfermedad pero también una barrera para un proyecto vital", cuenta Helena Fernández , presidenta de la Asociación Red Nacional de Infértiles.
"Hemos tenido muchas llamadas. La gente está angustiada porque el tiempo es uno de los grandes enemigos de la salud reproductiva. Y en cada tratamiento se enfrentan al diagnóstico, la medicación, las hormonas, los pinchazos... la espera lo recrudece todo".
“La infertilidad es una barrera para un proyecto vital“
Y la reproducción asistida no puede ayudar en todos los casos: "Siempre es difícil quedarse embarazada", nos explica el doctor Martínez. "La mejor técnica de reproducción asistida tiene un éxito del 50%, la de in vitro del 35%. Cuando no funciona hay que repetir, el tiempo influye y el coste emocional es muy grave", añade.
En la sanidad pública, además, "la edad de la paciente está limitada a 40 años". Para algunas mujeres este parón podría suponer quedarse fuera de las listas de espera.
Desde la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción (ASEBIR), su presidente, Antonio Urriés, tranquiliza, al menos, a las que han dejado su tratamiento a medias: "Una vez superada la pandemia todos los embriones tienen las mismas posiblidades de embarazo que antes de paralizar el tratamiento", afirma.
Reabrir los centros
Urriés esperaba el anuncio del Ministerio de Sanidad sobre la reapertura de centros, que se adelantó en una carta el 24 de abril y confirmaron después las instrucciones de las Comunidades Autónomas.
"Hay una clara desaceleración de contagios, y para muchas pacientes es muy importante no demorar los ciclos. Muchas mujeres estaban pendientes por su reserva ovárica o por su edad avanzada; el retraso puede ser una merma importante en su capacidad reproductiva", explica. Es un paso más en la vuelta a la normalidad: "La vida sigue y no podemos olvidarnos de tantas mujeres y familias que han tenido que parar su proyecto reproductivo".
“Trabajamos con una población joven y no se ha demostrado el contagio a través de la placenta“
ASEBIR y SEF ya tenían preparada una guía con recomendaciones para reanudar la actividad con las mayores garantías de seguridad en pacientes y personal. "Las unidades españolas tienen estándares de calidad muy altos y podrán implementarlas de forma inmediata", dice Urriés.
Limitar las visitas presenciales a los tratamientos, evitar acompañantes, extremar la higiene, EPIS para el personal... La medicina reproductiva no supone un riesgo elevado, según la SEF: "No hay virus en los óvulos, en el semen, en secrecciones vaginales... Si no, recomendarían evitar las relaciones sexuales", comenta el doctor Luis Martínez.
Además, insiste en que el embarazo "no es un factor de riesgo por el virus" y "no incrementa el riesgo para la mujer ni para el niño". No se ha demostrado el contagio a través de la placenta.
El presidente de la SEF asegura que trabajan con una población joven, la mayor parte mujeres de entre 30 y 40 años. "El riesgo de infección es el mismo que para una mujer no embarazada de la misma edad", aclara. Y subraya que España es uno de los pocos países europeos que han detenido las prácticas de reproducción asistida.
El Ministerio advertía que "antes de iniciar cualquier tratamiento de reproducción se hace indispensable hacer una valoración del balance beneficio-riesgo". Mujeres con otros factores de riesgo, como diabetes o hipertensión, también podrían quedar, de momento, fuera de los tratamientos.
Embarazo y coronavirus
Sanidad también advierte de que los estudios que se han hecho en China aún no son concluyentes y que "los datos que conocemos del SARS y MERS sugieren que en las embarazadas la infección puede ser desde asintomática a causar un fallo respiratorio severo, igual que en el resto de la población".
La mayoría de estos datos son de embarazos en el tercer trimestre. No hay estudios sobre cómo afecta al embarazo en el más delicado, el primero. "Lo sabremos dentro de ocho meses", afirma Martinez.
También entonces conoceremos cómo ha afectado este parón a la natalidad española, una de las más bajas del mundo. "Uno de cada nueve niños nacen gracias a técnicas de reproducción asistida", tres mil nacimientos al mes, recuerdan desde la SEF.
“Lo voy a intentar, aunque tenga que ir con mascarilla a todas partes“
María mira al futuro y no le asusta pasar su embarazo antes de que termine esta crisis. Se ha enfrentado a otros enemigos: primero, una malformación en el útero le provocó cuatro abortos. Cuando consiguió llevar a término su quinto embarazo, su pequeña nació con una enfermedad genética de la que ambos padres son portadores y murió a los pocos días. Necesita someterse a un tratamiento de selección de embriones para evitar que vuelva a ocurir.
Así que sabe que volver a ser madre será difícil, pero quiere intentarlo aunque sea en medio de un estado de alarma."Tengo más miedo a tener otro aborto o a que surja otro imprevisto. Sé que aún no se sabe cómo afecta al primer trimestre, pero lo voy a intentar igual. Si consigo un embarazo iré con mi mascarilla a todas partes".