Investigadores españoles buscan un antiviral contra el coronavirus usando anticuerpos de dromedario
Los dromedarios pueden ayudar a conseguir una medicación contra el coronavirus. Investigadores del Centro Nacional de Biotecnología están intentando desarrollar un antiviral usando anticuerpos de estos animales que podrían servir para bloquear la entrada del virus en nuestras células.
Los camélidos (camellos, dromedarios, llamas o alpacas) son tradicionalmente utilizados por los investigadores porque producen anticuerpos que son menos de la mitad del tamaño de los anticuerpos convencionales. Estos anticuerpos también son llamados nanoanticuerpos por tener una cuarta parte del tamaño de los anticuerpos normales y una estructura simple.
A los dromedarios se les inyecta una proteína de la membrana del coronavirus conseguida con ingeniería genética. Es la proteína que usa el virus para entrar en las células humanas y multiplicarse: su famosa llave. “Los nanoanticuerpos son muy pequeños. Eso permite que la producción de anticuerpos frente a un antígeno sea bastante rápida y sencilla”, explica Juan Alberto Corbera, investigador del CSIC.
En busca del antiviral que bloquea al virus
En el laboratorio del Centro Nacional de Biotecnología es donde tienen que encontrar en la sangre de los dromedarios esos nanoanticuerpos Y una vez lo consigan, procesarlos para crear un antiviral.
“Sería un tratamiento para personas infectadas”, dice Luis Ángel Fernández, investigador del Centro Nacional de Biotecnología. “Y lo que hace es bloquear, intentar que esa infección inicial no vaya a más”.
Los investigadores creen que en pocos meses podrían tener ya los nanoanticuerpos controlados en el laboratorio, aunque después tendrían que pasar diferentes pruebas antes de poder ser utilizados en pacientes de la covid-19.
Para el Síndrome Respiratorio de Medio Oriente (MERS-CoV), otra enfermedad de otra variante de coronavirus que en 2012 causó 66 muertos, casi todos en Arabia Saudí, ya se utilizaron antivirales generados con anticuerpos de dromedarios.
Y, en la universidad de Texas (Austin) se trabaja con llamas con el mismo objetivo, dentro de un proyecto que desde 2016 buscaba antivirales para neutralizar MERS-CoV y SARS-CoV-1.