Los feligreses vuelven a misa entre desinfectantes y mascarillas pero "con muchas ganas"
- Las zonas en Fase 0 atenuada, como Madrid o Barcelona, permiten la reapertura al público de las iglesias con limitaciones
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Una señora mayor se acerca a la Parroquia San Romualdo, en Ascao (Madrid). A su llegada, la recibe un sacerdote con mascarilla que le da los buenos días y la invita a pasar y tomar asiento. Son las 11:10 de la mañana y faltan veinte minutos para la segunda misa del día, pero la mujer no es la primera en llegar. Otra devota se encuentra ya dentro repasando por los pasillos los colores de las vidrieras y poco a poco la iglesia va recibiendo feligreses y recobrando vida en el primer día de esta Fase 0 atenuada para ciudades como Madrid y Barcelona.
“La gente tiene deseos de venir a celebrar la misa presencialmente y confesarse con regularidad”, explica a RTVE.es el párroco, José Ramón, que habla con algo de prisa porque debe ir a confesar antes de celebrar el oficio.
La iglesia ha adaptado sus horarios al estado de alarma y las franjas en las que pueden salir niños, adultos y las personas más mayores. La primera misa ha tenido lugar a las 09:30 y no ha hecho falta limitar el aforo ya que se trata de un día de diario y no ha habido gran afluencia. Algo diferente puede ocurrir el fin de semana, especialmente el domingo, pero para eso quedan aún días.
Sin embargo, la imagen en la parroquia no era la de la normalidad de siempre, sino la de esa ‘nueva normalidad’ de la que tanto se habla estos días. “Tenemos en mucha consideración el orden, el entrar por un sitio, salir por el otro, los guantes… es una educación que nos va a costar al principio, pero gracias a Dios contamos con chavales que están colaborando para ayudar a las personas a decirles dónde sentarse, a tomar las medidas de higiene, etc.”, explica el sacerdote.
"No tengo miedo, sino muchas ganas de volver a misa"
“Yo no tengo miedo, lo que tengo son muchas ganas de volver a misa”, dice con total seguridad otra mujer a la entrada de la parroquia. Y no es la única. A 650 metros, en la Calle Portugalete, otra mujer de unos 70 años se ha quedado tranquila tras confirmarle don Jorge, el párroco de Santo Tomás Apóstol, que la iglesia reabre este lunes y que ya ha ofrecido una primera misa a las 09:00 a la que han acudido 15 personas, aunque todavía hay quien decide no acudir por miedo. “Yo no tengo miedo, si hay riesgo lo hay en todas partes, pero prefiero venir antes que ver la misa por la tele”, ha afirmado ella tras confirmar que irá a la misa de la tarde.
“El párroco: "Hemos intentado emitir en 'streaming', pero nos salió regularcillo"“
Y es que durante los meses de estado de alarma en estado puro, la televisión ha sido la única opción para muchos. La Parroquia de San Romualdo ha tratado de aprovechar el filón y durante Semana Santa se animó a emitir por ‘streaming’, aunque sin éxito. “Los medios para poder retransmitir que tenemos son pobres, nos salió un poco regularcillo, por lo que hemos insistido a las personas a que lo vean mejor por la televisión”, comenta entre risas el párroco.
“Mantuvimos el contacto con las persona y ofrecíamos misas por los enfermos“
Pero la reapertura al público de este lunes no significa que las iglesias hayan estado paradas desde el 15 de marzo. De hecho, en ellas han seguido oficiándose las misas, aunque en privado. Don José Ramón explica, además, que han mantenido el contacto con los feligreses “a través de whatsapps y correos electrónicos, preguntándoles por sus enfermos o por sus preocupaciones”. “Todos los días ofrecíamos misas por las personas que estaban en el hospital y aquellos que han ido muriendo”, ha añadido.
Asun tiene 70 años y no maneja del todo bien el teléfono móvil, por lo que hoy es el primer día que puede tener contacto con su parroquia, y es que se le han acumulado los “deberes”: “Tengo que confesar, tengo que comulgar y que cumplir con Dios porque la misa es un sacramento”.
Darse la paz sin contacto y la comunión en la mano
Sin embargo, no tiene muy claro cómo de diferente van a ser unas misas en las que la mascarilla será obligatoria, no se podrá tender la mano al dar la paz a otros feligreses y en la que se recomienda dar la comunión en la mano. Tampoco podrán santiguarse con agua bendita ya que las pilas continuarán vacías y se ofrecerá gel desinfectante antes y después. Además, las parroquias no podrán superar un 30% del aforo y en ellas no se podrán repartir panfletos.
Y mientras algunos esperan a que empiece la misa, en la otra fachada de la Parroquia de San Romualdo, una mujer entra por una puerta pequeña y su pareja se queda esperando fuera en un banco. Explica a RTVE que va a pedir ayuda social a la iglesia ante la situación de precariedad en la que se encuentran.
“Hemos dado atención a personas sin trabajo y a las que se quedaban sin alojamiento“
“Hemos dado atención constante a la gente, a la cantidad de personas que han estado sin trabajo y tenían que comer o a las que les echaban de sus habitaciones”, expone el párroco mientras enseña cuatro folios con nombres de personas que han acudido pidiendo ayuda. Pese a que la iglesia no cuenta con “infraestructura para repartir alimentos”, han colaborado para ello con comerciantes de la zona dispuestos a ayudar y también han contado con el apoyo de algunas familias para atender a personas que se han quedado sin alojamiento.
Las iglesias católicas no son los únicos centros de culto que reabren al público este lunes. También pueden abrir las sinagogas al 30% y la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) ha recomendado a las iglesias evangélicas que limiten el culto al domingo. Por su parte, la Comisión Islámica de España ha determinado que no se retomarán los rezos comunitarios en las mezquitas españolas hasta la fase 3 y han suspendido hasta ese momento todas aquellas actividades religiosas que implican aglomeración, incluida la oración comunitaria de la fiesta del fin del Ramadán.