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El pacto con Bildu para derogar la reforma laboral abre una brecha en el Gobierno

  • Calviño forzó la rectificación del PSOE para defender una reforma parcial de los "aspectos más lesivos"
  • Iglesias insiste en que "lo firmado obliga" y que la derogación de la reforma debe ser íntegra

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Choque entre PSOE y Unidas Podemos por el acuerdo para derogar la reforma laboral

El acuerdo de PSOE y Unidas Podemos con EH Bildu para sumar su apoyo a la prórroga del estado de alarma a cambio de la derogación "íntegra" de la reforma laboral de 2012, ha provocado un choque de trenes en el Gobierno de coalición, uno de los mayores desde la puesta en marcha de la legislatura.

A la debilidad parlamentaria se suman las cada vez más notables diferencias entre los miembros del Ejecutivo, que ya se pusieron de manifiesto a la hora de acordar otras iniciativas como cuándo se pondría en marcha el ingreso mínimo vital o si el Gobierno aceptaría una moratoria sobre los alquileres.

En este caso, en un lado se sitúa la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, quien desconocía los términos del acuerdo y forzó, a posteriori, la rectificación de los socialistas para defender una derogación parcial de los "aspectos más lesivos" de la reforma de 2012, según ha podido saber RTVE de fuentes del Gobierno.

Por el otro, el vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, quien ha insistido en que "lo firmado obliga" y que la derogación de la reforma laboral debe ser íntegra.

Y, en el punto de mira, la portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Adriana Lastra, firmante del acuerdo por parte del PSOE. Según fuentes del partido, Lastra no participó en la redacción del texto y dio por sentado que se había puesto por escrito lo acordado previamente, que no era una derogación "íntegra".

Desde el Gobierno apuntan que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, no conocía el alcance de lo pactado. Sin embargo, otras voces socialistas aseguran que es "impensable" que el presidente no estuviera al tanto de las conversaciones con EH Bildu para conseguir su abstención. Y más cuando Sánchez, horas antes de la firma del acuerdo, hizo un guiño a la portavoz de Bildu durante el debate de la prórroga del estado de alarma por facilitar la convalidación.

Polémica en el Gobierno por el pacto con Bildu para derogar la reforma laboral

Descontento entre los agentes sociales

A todo esto hay que sumar el malestar de la patronal CEOE, que ha decidido suspender el diálogo con el Gobierno en protesta por el pacto.

Según su presidente, Antonio Garamendi, esta decisión "tendrá unas consecuencias negativas incalculables" en la economía y en la confianza empresarial, lo que "impactará de forma profundamente negativa en el empleo".

14 horas - Antonio Garamendi deja en suspenso el diálogo social - Escuchar ahora

En la misma línea se sitúa la vicepresidenta económica, quien ha descartado este jueves que el Gobierno vaya a impulsar la derogación íntegra de la reforma laboral en un momento donde España se enfrenta "a la mayor recesión de su historia" por la crisis económica y social provocada por el coronavirus.

"Con esta realidad sobre la mesa sería absurdo y contrapoducente abrir un debate de esta naturaleza y generar inseguridad jurídica en este momento", ha asegurado Calviño durante su intervención en una conferencia online organizada por el Círculo de Economía, al tiempo que ha garantizado que cualquier eventual modificación se hará de manera dialogada con los agentes sociales.

Calviño: "Sería contraproducente y absurdo abrir un debate sobre la reforma laboral en estos momentos"

Mientras, fuentes socialistas apuntan a RTVE que la reforma laboral "no se puede derogar íntegramente" y justifican la polémica a un desajuste o descoordinación en el fragor de la batalla e, incluso, a estrés por conseguir un 'Plan B' por si Ciudadanos no apoyaba finalmente la prórroga.

Asimismo, las mismas fuentes dejan claro que el Gobierno quiere que la reforma laboral se aborde en el marco de la mesa de negociación con los agentes sociales y aseguran que ha habido una “petición de disculpas” a los agentes sociales por la confusión generada.

Debilidad parlamentaria

Esta es la última de las múltiples rectificaciones que ha llevado a cabo el Gobierno en las últimas semanas, a raíz de la crisis del coronavirus, y la cual pone de manifiesto las diferencias existentes dentro del Gobierno de coalición y también su debilidad parlamentaria.

Los votos de EH Bildu no eran imprescindibles para sacar la prórroga adelante pero, en cada votación, el Gobierno necesita negociar en paralelo uno a uno los respaldos para garantizar la convalidación de las normas.