España destinará 50 millones de euros durante los tres próximos años para atender a los refugiados venezolanos
- González Laya ha señalado en la Conferencia de Donantes que se han recaudado 2.544 millones de euros, 595 en donaciones
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La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha anunciado durante la Conferencia Internacional de Donantes celebrada este martes que España contribuirá con un nuevo paquete de apoyo de 50 millones de euros para los refugiados de Venezuelaen los próximos tres años.
La Conferencia de Donantes para la migración venezolana convocada por la Unión Europea y el Gobierno de España con el apoyo de la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), tiene como objetivo ayudar a los migrantes venezolanos, que protagonizan "la peor crisis de desplazados de la historia reciente de América Latina" a causa del coronavirus COVID-19.
González Laya, ha presidido junto con y el alto representante de la UE de Política Exterior, Josep Borrell, esta Conferencia Internacional de Donantes para los 15 países iberoamericanos que acogen a la mayor parte de los más de cinco millones de venezolanos que han abandonado la nación caribeña en los últimos años por la crisis política y humanitaria que sufre. También asistirán representantes de más de 60 países y organizaciones internacionales.
España contribuirá con 50 millones de euros y la UE con 144 millones
El Gobierno español tenía en mente esta iniciativa desde hace tiempo, para dar seguimiento a la Conferencia de solidaridad del pasado octubre. En ella se anunciaron compromisos por 150 millones de euros, pero esas aportaciones no se han materializado.
Este martes, Laya ha anunciado que España "contribuirá con un nuevo paquete de apoyo de 50 millones de euros para Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela. Según la mandataria de Exteriores, el primer año, España aportará un total de 20 millones de euros con el fin de "atender las necesidades inmediatas, que son muy elevadas y han aumentado mucho con la pandemia de la COVID19. El resto de ayuda se irá aportando de forma gradual en los próximos años.
De ese primer gran desembolso, el grueso, 12 millones de euros, se destinarán a los socios multilaterales de esta Conferencia, ACNUR y OIM, para apoyar su labor de respuesta a las necesidades humanitarias y de integración de los migrantes y refugiados venezolanos y de acompañamiento a los esfuerzos de los países de acogida.España ha querido de este modo "dar un salto cualitativo" y aumentar el paquete de apoyo anunciado hace unos meses, para atender la crisis venezolana en su conjunto, es decir, "abordando tanto su impacto en la región a través del flujo migratorio como en relación con la situación dentro del país", ha dicho la ministra.
España es uno de los principales destinos para los venezolanos fuera de la región (junto a Estados Unidos) pero las fuentes consultadas han dejado claro que el Gobierno nunca se ha planteado acudir a la Conferencia también como receptor.
La Unión Europea también ha anunciado su contribución. "La UE contribuirá a esta Conferencia aportando 144,2 millones de euros en fondos nuevos de ayuda humanitaria, cooperación al desarrollo y prevención de conflictos", ha desvelado Borrell durante el encuentro.
Para garantizar que los fondos llegan y son operativos, las aportaciones se harán a una plataforma de 17 países y 150 organizaciones que trabajan en estos países y que tiene su base en Panamá. Además, cabe la posibilidad de que los donantes dirijan sus contribuciones a un proyecto o una organización específica.
El PP reclama garantías para que los fondos lleguen a los refugiados
La portavoz del Parido Popular (PP) en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, ha pedido que los fondos recaudados "lleguen a las personas que lo necesitan y no sean utilizados por el régimen de Nicolás Maduro para sostener su estrategia permanente de represión y de violación de los derechos humanos".
En un comunicado, Montserrat ha llamado a la UE y los organismos internacionales a tomar las medidas necesarias para impedir que los fondos acaben en manos de Maduro y ha recalcado que su objetivo debe ser ayudar a los países vecinos que como Perú, Colombia o Ecuador han acogido mayoritariamente a los refugiados venezolanos.
La eurodiputada ha dejado claro que el PP apoya la iniciativa, que comparten el Gobierno español y el alto representante europeo, Josep Borrell, pero cree que "se podría haber planteado de manera más inclusiva, con mayor previsión y preparación para lograr que el monto final de las ayudas fuera mayor que el de las modestas cantidades comprometidas".
Leopoldo López Gil, también eurodiputado del PP y padre del opositor venezolano Leopoldo López, ha advertido de que "el régimen de Maduro intenta desprestigiar" a ACNUR y OIM, que apoyan la organización, para esconder "la desgracia de más de cinco millones de venezolanos que han tenido que huir a consecuencia de las persecuciones, la destrucción económica y la falta de oportunidades en su país".
López Gil ha agradecido a ambas su labor y ha destacado que la demanda de los países receptores para responder a las necesidades de los migrantes "demuestra el abandono al cual fue sometido el pueblo venezolano".
Objetivo: visibilizar la crisis humanitaria internacional
La Conferencia pretende dar visibilidad a una crisis humanitaria poco visible en el ámbito internacional, movilizar compromisos y articular un mecanismo eficaz para que las donaciones lleguen al terreno, han explicado fuentes diplomáticas españolas.
"Lo que abrimos hoy es un espacio de solidaridad con el que queremos atender la peor crisis de desplazados de la historia reciente de América Latina", ha dicho la jefa de la diplomacia española, en su rol de anfitriona.
González Laya, que ha sido la encargada de inaugurar la Conferencia, ha reivindicado que, "como española, como europea, como iberoamericana y como ciudadana del mundo", se enorgullece de impulsar lo que ha definido como "una causa justa e inaplazable".
Por su parte, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha coincidido con González Laya en que la crisis de los migrantes venezolanos es "la mayor de la historia reciente de América Latina", a pesar de las discrepancias en los datos, entre los más de cinco millones que reconoce la ONU y los "muchos menos, según el Gobierno de Nicolás Maduro".
"En todo caso, son centenares de miles de personas. De nuestras acciones depende el futuro de cinco millones de personas", ha recalcado Borrell, que colocan a la crisis venezolana como la segunda a nivel global solo por detrás de la de Siria, "que tanto nos preocupa a los europeos, probablemente porque está mucho más cerca", ha añadido.
La pandemia supone un reto adicional
"Es una de las crisis de desplazados más grandes del mundo, y los países de la región han respondido con destacada apertura. En cualquier caso, la llegada de la pandemia es un reto adicional de magnitud imprevisible y dificultad para que los países puedan mantener una sociedad inclusiva", ha señalado el representante para los refugiados y migrantes venezolanos en ACNUR y OIM, Eduardo Stein.
La ministra de Exteriores colombiana, Claudia Blum, ha llamado la atención sobre el hecho de que las previsiones de la ONU son que los 5 millones de migrantes y refugiados venezolanos actuales pasen a ser 6,5 millones para finales de 2020, de los que 2,4 millones estarían en Colombia, el principal país receptor y que actualmente acoge a 1,8 millones.
El Gobierno colombiano, ha señalado Blum, se ha enfrentado a "grandes desafíos" a la hora de ofrecer a todos ellos servicios sociales básicos pero "no puede cubrir las necesidades solo, más ahora en la emergencia actual". Así, ha lamentado que de los fondos requeridos a nivel internacional apenas se han recabado "doce dólares por migrante". "Tenemos que abordar más que nunca las necesidades de los migrantes y las comunidades de acogida", ha advertido.
Blum también ha pedido ayuda de la cooperación internacional para cuatro sectores: sanidad, educación, hogar y alimentación, y para la integración socioeconómica de estas personas.
Por su parte, su homólogo peruano, Gustavo Meza-Cuadra, ha destacado el "gran esfuerzo" asumido por Perú, segundo país de destino con más de 870.000 venezolanos y el primer receptor de solicitudes de asilo, y el "desafío sin precedentes en todos los ámbitos" que supone brindar asistencia a todos ellos. "La compleja coyuntura de la COVID-19 ha venido a agravar esta situación", ha reconocido.
El Gobierno peruano ha asumido el "reto de integrarlos en la sociedad" y también apuesta por seguir "trabajando "para una solución pacífica y democrática liderada por los propios venezolanos a la grave crisis que atraviesa el país con nuestros socios del Grupo de Lima", ha precisado Meza-Cuadra.
El ministro de Exteriores de Chile, Teodoro Ribera, ha defendido que su país es el tercero de Suramérica en recibir a más venezolanos, 500.000, y pidió "lograr una migración segura, ordenada y regular".
"El objetivo no es solo que las personas lleguen a Chile, sino que se integren y gocen de los beneficios sociales y puedan en definitiva rehacer sus vidas", ha comentado, a la vez que pidió un "compromiso para compartir los esfuerzos de la región" y "coordinar una respuesta integral".
El canciller de Ecuador, José Valencia, ha recordado que el 80 % de los ciudadanos que han salido de Venezuela se encuentran en países de la región. Por su país han transitado 2 millones, de los que entre 350.000 y 400.000 se quedaron en Ecuador, que ahora se enfrenta a "desafíos adicionales" a causa de la pandemia de coronavirus."El reto fiscal es enorme, más aún en medio de la crisis económica", ha insistido.
Su homólogo de Brasil, Ernesto Araújo, apuntó que el anterior Gobierno brasileño creó un programa para dar bienvenida e integrar a los venezolanos que cruzan la frontera. En todo caso, ha pedido a la comunidad internacional no "reverberar el silencio" del "genocidio silencioso" del régimen venezolano de Nicolás Maduro, y actuar "sabiendo lo que pasa". "Veamos la realidad, el diagnóstico de Venezuela es 'dictadura', y la solución, 'democracia'", ha concluido.
Apoyo de Estados Unidos y rechazo de Maduro
A esa visibilidad y a movilizar a los donantes contribuye la confirmación de Estados Unidos de este martes, que ya había adelantado con anterioridad, su compromiso de contribuir con 200 millones de dólares. La ministra de exteriores española habló de la iniciativa el pasado miércoles con su homólogo de Estados Unidos, Mike Pompeo, y le agradeció su implicación.
La Conferencia no ha gustado al Gobierno de Nicolás Maduro, que durante mucho tiempo negó el éxodo. "Para ocultar la responsabilidad y el fracaso de EE.UU. en la operación mercenaria contra Venezuela, la UE guardó silencio cómplice. Ahora, en una estrategia de comunicación coordinada entre Washington y Europa, vuelven con las narrativas de la migración y la falsa ayuda humanitaria", escribió en Twitter el ministro de Exteriores, Jorge Arreaza.
Fuentes diplomáticas españolas aseguran que el enfoque humanitario no implica perder de vista que la solución a la crisis en Venezuela tiene que ser política, pero creen que hay que atender un problema humanitario del que han alertado organizaciones internacionales como ACNUR o la OIM.