Bruselas propone un desembolso histórico de 750.000 millones para la recuperación tras el coronavirus
- Dos tercios del fondo serían transferencias directas y un tercio estaría compuesto por préstamos
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La Comisión Europea ha propuesto este miércoles un fondo de recuperación para minimizar el impacto económico del coronavirus que alcanzaría un desembolso histórico de 750.000 millones de euros en dos años y que será canalizado a los gobiernos principalmente a través de transferencias directas (500.000 millones), tal como pedía España, y préstamos (250.000 millones), opción que reclamaban los países más austeros.
"Es una necesidad urgente y excepcional ante una crisis también urgente y excepcional", ha señalado la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante su presentación en el Parlamento Europeo.
Este fondo de recuperación de 750.000 millones se añade al presupuesto comunitario para el periodo 2021-2027, cuyo borrador también se ha presentado este miércoles y que asciende a 1,1 billones de euros, en línea con lo acordado en el Consejo Europeo antes del inicio de la pandemia. Así, ha explicado Von der Leyen, los estados miembros podrán disponer de hasta 2,4 billones de euros para afrontar la crisis del coronavirus si también se suman los 540.000 millones de la triple red de seguridad aprobada por el Eurogrupo hace unas semanas.
El objetivo es "recuperar el tejido social, proteger el mercado único, requilibrar las balanzas de pagos en la UE y dar un paso adelante hacia una Europa verde, digital y resiliente", ha asegurado la presidenta.
Según fuentes comunitarias, de los 750.000 millones del fondo europeo de recuperación, España podrá obtener hasta 140.446 millones de euros, situándose así como el segundo país que más dinero recibiría solo por detrás de Italia (179.000 millones).
La financiación que obtendría España se dividiría en 77.324 millones de euros en forma de transferencias a fondo perdido y 63.122 millones en forma de préstamos que posteriormente tendrían que devolverse. Mientras, Italia recibiría 88.000 millones en ayudas directas y 91.000 millones en préstamos.
Dos terceras partes del total de fondo, 500.000 millones de euros, se canalizarían a los Estados en forma de transferencias a fondo perdido, una idea a la que desde un principio se han opuesto los países más austeros como Holanda o Austria.
Durante su comparecencia, la presidenta de la Comisión Europea, consciente de las diferencias entre los país, ha asegurado que las subvenciones estarán ligadas al Semestre Europeo -el ciclo de vigilancia económica de la Comisión Europea- y a que los planes de recuperación de los Estados sean aprobados por el Ejecutivo comunitario y el resto de socios.
Von der Leyen ha recordado que el presupuesto europeo siempre ha estado compuesto por transferencias, por lo que este instrumento "no es nada nuevo". Según la presidenta, estas subvenciones serán "una inversión común en el futuro de la Unión": en digitalización, en resiliencia, en el pacto único, en aumentar la cohesión y acercar los niveles de vida entre ciudadanos de distintos países. Por ello, ha recalcado, "el hecho de que siempre hayan funcionado demuestra que pueden volver a funcionar".
Por su parte, para el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, las objeciones de los países austeros no son razonables ya que justamente algunos de estos países "son los que más se benefician del mercado europeo". "Tenemos buenos argumentos para que todos los Gobiernos entiendan que este es el camino adecuado para sus países, para sus empresas y para sus ciudadanos", ha afirmado en una rueda de prensa posterior al encuentro.
15.000 millones más para desarrollo rural
Según ha avanzado la Comisión Europea, este nuevo fondo de recuperación se basará en tres pilares fundamentales: apoyo a los Estados miembros con inversiones y reformas, incentivos a las inversiones privadas y refuerzo al sistema de salud.
De esta manera, el primer punto recoge un nuevo mecanismo dotado con 560.000 millones que ofrecerá apoyo financiero para inversiones y reformas relacionadas con "las transiciones verdes y digitales y la resiliencia de las economías nacionales", en línea con las prioridades de la UE. En este caso, 310.000 millones irán destinados a subvenciones y 250.000 a préstamos y estará disponible para todos los Estados miembros, pero se concentrará en los más afectados.
A este paquete hay que sumar 55.000 millones de los actuales programas de cohesión, que se asignarán en función de la gravedad de los impactos socioeconómicos de la crisis, incluido el nivel de desempleo juvenil y el relativo a la prosperidad de los Estados miembros. Además, se dota de hasta 40.000 millones el Fondo de Transición Justa para ayudar a los Estados miembros a acelerar la transición hacia la neutralidad climática y se refuerza con 15.000 millones el Fondo Europeo Agrícola para el Desarrollo Rural.
El segundo pilar de este fondo recoge un nuevo instrumento de "apoyo a la solvencia" que movilizará recursos privados para apoyar "urgentemente" a las empresas europeas, regiones y países más afectados. Puede estar operativo desde 2020 y tendrá un presupuesto de 31.000 millones. También se refuerza el programa de inversión InvestEU hasta los 15.300 millones para movilizar la inversión privada en proyectos en toda la Unión.
Por último, con el objetivo de reforzar el sistema de salud, la Comisión Europea propone crear un nuevo programa denominado EU4Health, para fortalecer la seguridad de la salud y prepararse para futuras crisis de salud con un presupuesto de 9.400 millones de euros. Asimismo, se refuerza con 2.000 millones el Mecanismo de Protección Civil de la Unión y con 94.400 millones el Horizon Europe para financiar investigaciones en salud, resiliencia y las transiciones verdes y digitales. También se destinarán 16.500 millones para apoyar a otros socios mundiales con acciones externas como la ayuda humanitaria.
Nuevos impuestos para financiarlo
En cuanto a la financiación del fondo, la Comisión prevé emitir deuda temporalmente en el mercado con el respaldo del presupuesto comunitario aprovechando que su calificación triple A asegura bajos tipos de interés.
Para ello quiere aumentar "de forma temporal" el límite máximo de recursos propios del presupuesto comunitario hasta el 2 % de la Renta Nacional Bruta (RNB) conjunta, lo que en la práctica ampliará su margen para emitir deuda sin que los países tengan que elevar ahora su contribución a las arcas comunitarias.
El reembolso del principal y los intereses de esta deuda empezaría a partir de 2028 y finalizaría en 2058 y para costearlo la Comisión propone introducir nuevas fuentes de ingresos para el presupuesto, como un tasa al carbono en frontera, una ampliación del sistema europeo de comercio de emisiones, una tasa digital o a la operación de grandes empresas en la UE. "Así podrían obtenerse miles de millones para contribuir a este fondo de recuperación. Tenemos que ser ambiciosos y en eso cuento con su apoyo", ha expresado Von der Leyen.
Ahora la propuesta debe ser discutida por los jefes de Estado y de Gobierno y acordada con el Parlamento Europeo, que hace apenas unas semanas pedía un fondo por valor de dos billones de euros, por lo que las cifras podrían cambiar en el acuerdo final para el plan de reconstrucción. La primera cita será en la Cumbre Europea del próximo 19 de junio.