La muerte de George Floyd, último episodio de brutalidad policial contra afroamericanos en Estados Unidos
- Los incidentes se han vuelto a multiplicar tras la última muerte con tintes racistas
- Casos como los de Rodney King, Treyvon Martin o Michael Brown también derivaron en protestas
Los disturbios por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco en Mineápolis (Minesota) son el último episodio de una larga lista de incidentes que ponen de manifiesto la tensión racial que persiste en Estados Unidos.
Los saqueos, barricadas y lanzamiento de proyectiles que se han visto estos días en Mineápolis y otras ciudades estadounidenses son la muestra del rechazo que produce la brutalidad que muestran algunos representantes de la ley y el hartazgo del colectivo afroamericano hacia estos abusos de poder, que a menudo han concluido sin responsabilidades penales para sus autores.
Nombres como los de Rodney King, Treyvon Martin o Michael Brown son ejemplo de este tipo de violencia, que en la mayoría de los casos ha desembocado en protestas y disturbios raciales.
Veamos cuáles son algunos de los casos más destacados de los últimos años.
Rodney King (1992)
Los Ángeles vivió en 1992 tres días de violencia, incendios y saqueos en los que murieron 53 personas y hubo centenares de heridos. La causa fue la sentencia absolutoria a cuatro agentes de policía que propinaron una brutal paliza a un taxista, Rodney King, tras una persecución mientras se encontraba en libertad condicional
El caso de King, que falleció en 2012, sigue siendo un auténtico símbolo de la lucha contra el racismo.
Trayvon Martin (2012)
Un vigilante blanco, George Zimmerman, disparó a un joven negro de 17 años desarmado, Trayvon Martin, en las afueras de Orlando (Florida). Aunque Zimmerman fue detenido y afrontaba una condena a cadena perpetua, finalmente fue declarado "no culpable" al considerar el jurado que actuó en defensa propia.
Miles de personas se manifestaron pacíficamente en Nueva York y en otros puntos del país por una sentencia que fue incluso cuestionada por el entonces presidente de Estados Unidos Barack Obama.
Eric Garner (2014)
Eric Garner, de 43 años, murió en Staten Island, en la ciudad de Nueva York, después de que un policía blanco, Daniel Pantaleo, le estrangulara al intentar detenerle por vender tabaco ilegalmente. La justicia decidió no presentar cargos contra el agente, lo que provocó protestas en todo el país.
Finalmente, un año después de los hechos, la ciudad de Nueva York llegó a un acuerdo extrajudicial para pagar una indemnización de casi 6 millones de dólares a la familia de Garner. En 2019, la Policía despidió a Daniel Pantaleo, convertido ya en símbolo de la brutalidad policial.
Michael Brown (2014)
En agosto de 2014 un joven afroamericano de 18 años, Michael Brown, murió en Ferguson (Misuri) tras ser abatido por un agente de policía, Darren Wilson,
El jurado popular que llevaba el caso absolvió al agente y le dejó sin cargos, aunque Wilson presentó su renuncia como policía.
Sin embargo, las protestas se desencadenaron en Misuri y se extendieron a otros puntos de Estados Unidos.
Tamir Rice (2014)
Un niño de 12 años que llevaba una pistola de juguete, Tamir Rice, murió por disparos de un policía en Cleveland que creyó que el arma que portaba el menor era real.
La Fiscalía no procesó al agente ya que consideró que todo se debió a una cadena de errores, lo que volvió a sacar a miles de manifestantes a la calle al grito de "Justicia para todos".
Walter Scott (2015)
Un agente de policía de la ciudad de North Charleston, en Carolina del Sur, fue arrestado por matar de varios disparos por la espalda a un hombre negro desarmado, Walter Scott, de 50 años, como se apreciaba en un vídeo publicado por The New York Times. El suceso se produjo tras un pequeño forcejeo después de que el policía hicera parar al fallecido porque tenía un faro fundido.
Finalmente, el agente, Michael Slager, fue condenado a 20 años de prisión por el asesinato.
Freddy Grey (2015)
Un joven negro de 25 años, Freddy Gray, murió tras ser detenido por agentes blancos de la Policía de Baltimore (Maryland) por estar en posesión de un cuchillo. Mientras se encontraba en custodia policial, Gray sufrió una grave herida en la columna que lo dejó en coma y obligó a trasladarlo al hospital, donde falleció una semana después.
Las protestas comenzaron en Baltimore, donde se decretó el toque de queda durante varios días, y se extendieron a ciudades como Nueva York, Washington, Boston o Seattle, con varias detenciones.
Un año después el caso se cerró sin culpables, después de que la Fiscalía de Maryland decidiera retirar los cargos contra los seis agentes acusados.
Alton Sterling / Philando Castile (2016)
Un vendedor de cedés afroamericano de 37 años, Alton Sterling, recibió varios disparos a quemarropa por parte de dos policías blancos cuando ya le tenían inmovilizado para detenerlo en Baton Rouge (Luisiana).
Su muerte y la del afroamericano Philando Castile en Minesota, dos días después, también a manos de la policía tras ser detenido en su vehículo por una infracción de tránsito, desataron una ola de protestas en todo el país que se saldó con la muerte de cinco policías en Dallas a manos de un francotirador y de otros tres en Baton Rouge.
Terence Crutcher (2016)
Una agente de policía de Tulsa (Oklahoma) mató a tiros Terence Crutchet, un hombre negro desarmado de 40 años cuyo vehículo se averió en la carretera.
La agente, Betty Jo Shelby, que fue acusada de homicidio involuntario, fue finalmente declarada no culpable de homicidio en primer grado, después de testificar que disparó porque tenía miedo ya que Crutcher no obedeció sus órdenes.
La noticia coincidió con las protestas en Charlotte por la muerte de otro afroamericano, Keith Lamon Scott, a manos de la policía local.
George Floyd (2020)
El último caso en despertar la indignación de la población afroamericana es el de George Floyd, un hombre de 40 años que murió tras un forcejeo con la Policía en Mineápolis (Minesota).
Miles de ciudadanos han expresado su indignación por este suceso con manifestaciones en Mineápolis y otras ciudades estadounidenses, bajo el lema "no puedo respirar".