Los apicultores españoles denuncian que la normativa de etiquetado de la miel se queda corta
- La nueva norma obliga a indicar la procedencia de la miel, pero no detalla el porcentaje de cada país
El pasado 19 de mayo, el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto por el cual el etiquetado sobre la procedencia de la miel se vuelve más riguroso, pero los apicultores consideran que no es suficiente y acusan al Ministerio de ceder ante la industria.
Hasta ahora la normativa tan solo obligaba a la industria a diferenciar en su etiquetado entre miel de procedencia europea o extracomunitaria, ahora deberá indicar el país de procedencia, pero en el caso de mezcla, no detallará el porcentaje de cada país.
Según las organizaciones agrarias, mezclar miel española con otras más baratas procedentes de China o Argentina es algo habitual, por lo que esperaban que con el nuevo Real Decreto estas prácticas al menos quedaran reflejadas en la etiqueta, para que el consumidor pudiera elegir libremente.
Muchos apicultores, como Laura Fernández, de la comarca zamorana de Tábara, aseguran que "los controles sanitarios en España son muy rigurosos", por lo que al mezclar su miel con otra "procedente de fuera de la Unión Europea, no podemos asegurar la calidad y los controles sanitarios".
Un etiquetado claro y detallado de la miel es una de las reclamaciones históricas por parte de los apicultores españoles, que se han constituido en numerosas plataformas y asociaciones para hacer llegar al Gobierno sus peticiones.
Paco Alonso es miembro de la "Plataforma por el etiquetado claro ya" y considera que "el Gobierno ha dejado pasar una oportunidad" al no detallar los porcentajes y añade otra de sus exigencias que se han quedado fuera: la prohibición de los tratamientos térmicos.
Alonso reclama que "la miel llegue fresca y cruda a la mesa de los consumidores", la única forma asegura de que conserve todas sus propiedades, ya que algunas industrias sobrecalientan el producto para añadir siropes y abaratar costes.