Trump critica al gobernador de Nueva York e insiste en el despliegue de la Guardia Nacional
- Nueva York teme un repunte del coronavirus por las protestas antirracistas
- Biden recuerda las últimas palabras de Floyd y carga contra Trump
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha arremetido este martes contra el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, y el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, por la situación vivida en las protestas por la muerte de George Floyd y lo ha comparado con la ausencia de "problemas", según él, registrada en Washington.
El mandatario ha afirmado que Nueva York ha quedado "hecha pedazos" tras una noche de saqueos y disturbios a la vez que ha criticado a Cuomo por haber rechazado el envío de la "dominadora" Guardia Nacional.
"Ayer fue un mal día para los hermanos Cuomo. Nueva York quedó perdida en manos de saqueadores, maleantes, la izquierda radical y otras formas de mala vida y escoria", ha dicho Trump en su cuenta de Twitter.
El presidente ha anunciado el lunes desde la Casa Blanca el despliegue de "miles y miles de soldados fuertemente armados" para detener la ola de protestas y se ha calificado como el "presidente de la ley y el orden".
Nueva York teme un repunte del coronavirus por las protestas antirracistas
A pesar de que el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, decretó este lunes el primer toque de queda en Nueva York en 77 años, la ciudad ha vivido una nueva noche de caos, violencia, detenciones y saqueos, sobre todo en tiendas y establecimientos de Manhattan.
De Blasio ha anunciado que amplía el toque de queda hasta este domingo por los disturbios y ha condenado la violencia, asegurando que "vienen días duros" pero que la ciudad "superará" el conflicto.
El edil ha recordado que el lunes 8 de junio es la fecha prevista para que el área de la Gran Manzana comience la fase 1 de su reapertura económica tras el parón de actividad por la pandemia del coronavirus. Las autoridades de Nueva York han advertido del riesgo de que las protestas contra el racismo y la violencia policial desencadenen un rebrote del coronavirus en la ciudad y han urgido a los manifestantes a tomar precauciones.
"Estamos todavía en medio de la pandemia", ha señalado el gobernador neoyorquino, Cuomo, que ha pedido cooperación para poder seguir dando "buenas noticias" en cuanto a la evolución de la enfermedad en el estado.
"Expresen su indignación, pero sean responsables, porque lo último que queremos es ver un aumento del número de casos de Covid-19", ha insistido el gobernador neoyorquino en una conferencia de prensa, en la que ha vuelto a dar su apoyo a las manifestaciones pacíficas y a desvincularlas de los disturbios y saqueos vistos durante las noches, con los que fue muy crítico.
Cuomo también ha dicho que la policía de la ciudad de Nueva York no ha protegido a los negocios y al público de los saqueos y otras actividades criminales de la noche anterior y también ha reprochado que el alcalde de la ciudad hubiera rechazado la ayuda de la Guardia Nacional. "Creo que el alcalde subestima el alcance del problema".
Polémica visita de Trump en Washington
Por contra, Trump ha celebrado la situación en Washington. "D.C. no tuvo problemas anoche. Muchos arrestos. Gran trabajo de todos. Fuerza abrumadora. Dominación. De igual modo, Mineápolis estuvo bien (gracias presidente Trump)", se ha congratulado el propio mandatario. El ejército estadounidense ha informado de que han aumentado el nivel de protección en el Pentágono y en las bases alrededor de Washignton D.C.
Sin embargo, Trump no ha hecho ninguna alusión a la polémica suscitada por su visita a una iglesia próxima a la Casa Blanca, lo que ha obligado a las fuerzas de seguridad a desalojar por la fuerza a manifestantes pacíficos que se encontraban en la zona. Las fuerzas de seguridad dispersaron violentamente a centenares de personas que protestaban ruidosa pero pacíficamente en la Plaza Lafayette, frente a la Casa Blanca.
Trump, acompañado por miembros de su Gobierno, cruzó la plaza entre dos filas de soldados y policías y llegó a la iglesia episcopaliana St. John, dañada en disturbios de la noche anterior, y levantando una Biblia en su mano derecha, advirtió que usaría la fuerza militar para detener las protestas.
Los senadores demócratas han revelado una nueva resolución en la que dicen que "el Congreso condena al Presidente de los Estados Unidos por ordenar a los oficiales federales el uso de gas y balas de goma contra los americanos que estaban protestando pacíficamente".
Biden carga contra Trump
El presidente estadounidense, Donald Trump, parece "más interesado en el poder que en los principios", ha afirmado este martes el candidato presidencial demócrata, Joe Biden, después de que el mandatario amenazara con usar la fuerza militar para acallar las protestas que han agitado a más de 70 ciudades en Estados Unidos.
"Cuando se dispersa a manifestantes pacíficos por orden del presidente desde el umbral de la casa del pueblo, la Casa Blanca, usando gas lacrimógeno y granadas de detonación, a fin de escenificar una foto en una iglesia noble, se nos puede perdonar por creer que el presidente está más interesado en el poder que en los principios", ha dicho Biden, hablando ante la Alcaldía de Filadelfia (Pensilvania).
El exvicepresidente Biden ha añadido que Trump está "más interesado en satisfacer las pasiones de sus votantes que en las necesidades de la ciudadanía que se le ha encomendado". "'No puedo respirar' fueron las últimas palabras de George Floyd. Pero esas palabras no murieron con él. Se escuchan todavía. Resuenan en todo el país", ha agregado Biden.
Por otro lado, la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, ha dicho este martes que se tomarán medidas "en un corto período de tiempo" sobre la legislación para hacer frente a los perfiles raciales y las acciones de la policía.
Pelosi, además, ha exigido a Trump ser el "sanador en jefe" y "no avivar las llamas", al criticar al mandatario por la lectura de pasajes de la Biblia en plena oleada de protestas. "Un tiempo para sanar, el libro del Eclesiastés", ha dicho la presidenta de la Cámara en plena lectura del libro desde el Capitolio.