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Incidentes en Londres y Róterdam durante las protestas por la muerte de George Floyd

  • La tensión ha comenzado cuando las autoridades han disuelto las concentraciones por no cumplir con el distanciamiento social
  • Boris Johnson ha calificado de "pésima" e "inexcusable" la muerte de Floyd

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Protestas por la muerte de Floyd en Times Square, Londres
Protestas por la muerte de Floyd en Times Square, Londres

Miles de personas han salido a la calle en Londres y Rotterdam para sumarse a las protestas que están teniendo lugar en Estados Unidos por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la Policía de Minneapolis.

La protesta en la capital de Reino Unido ha derivado en escenas de tensión con la policía frente al 10 de Downing Street, residencia oficial del primer ministro británico, Boris Johnson. Al menos dos manifestantes forcejearon con los agentes que custodiaban las puertas de esa calle, cerrada al tráfico por una verja metálica, y uno de los policías recibió un puñetazo, según imágenes divulgadas por la cadena Sky News.

La mayoría de los allí presentes llevaban mascarillas en un intento de reducir la posibilidad de contagio del coronavirus y muchos de ellos portaban carteles con eslóganes como: "Reino Unido no es inocente. Menos racista sigue siendo racista" y "El racismo es un problema mundial".

La policía británica disuelve la manifestación

En torno a treinta policías, vestidos con su uniforme habitual y sin equipos de protección especial, han formado una barrera para contener a la multitud de cientos de personas que se agolpaba en la avenida Whitehall con carteles en los que se leía "Black Lives Matter" ("Las vidas negras importan", en inglés).

"Esto lleva años cociéndose, años y años y años de supremacía blanca", ha aseverado un manifestante. "Hemos venido a hacer ruido, a dar la voz de alarma y desmantelar este sistema supremacista", ha añadido.

En un comunicado, la Policía británica ha resaltado que el derecho a manifestarse es "central en cualquier democracia", pero ha insistido en que hay una serie de restricciones vigentes a causa de la pandemia, las cuales incluyen la prohibición de aglomerarse en grupos de más de seis personas.

El primer ministro británico, Boris Johnson, ha abordado por primera vez este miércoles lo sucedido y ha calificado de "pésima" e "inexcusable" la muerte de Floyd. Sin embargo, ha sido criticado por no haber hecho declaraciones al respecto hasta ahora.

Cuestionado por la gestión de la crisis en Estados Unidos por parte del presidente del país, Donald Trump, ha afirmado: "Mi mensaje al presidente Trump y a todos en los Estados Unidos desde el Reino Unido es que el racismo -y esto es una opinión que creo que comparte la aplastante mayoría en el mundo- no tiene lugar en nuestra sociedad"

Protestas en Róterdam

La policía antidisturbios holandesa también ha respondido a los disturbios de este miércoles en el centro de Róterdam después de que una protesta pacífica de miles de activistas antirracistas fuera disuelta por las autoridades, ha informado la agencia de noticias ANP.

La policía se ha enfrentado a un pequeño grupo de manifestantes que vagaban por la segunda ciudad más grande del país, según el informe. Los agentes informaron a los miles de manifestantes quedebían regresar a casa porque la concentración estaba muy concurrida y los participantes no podían cumplir con las reglas de distanciamiento social impuestas por la pandemia.

"La protesta ha sido concluida por los organizadores, se les pide volver a casa y mantener una distancia de 1,5 metros", alertaba la policía por megáfonos.

Las protestas se extienden a más ciudades

En Atenas, Grecia, se ha organizado una marcha hacia la embajada de EE.UU. Los periodistas de Reuters han presenciado como varios manifestantes arrojaban objetos en llamas que han estallado en la calle dirección a la embajada, que estaba fuertemente custodiada y acordonada con vehículos policiales. La autoridades han respondido con ráfagas de gas lacrimógeno.

En el centro de Estocolmo se han unido también miles de personas para protestar contra el racismo, desafiando la prohibición de reuniones públicas de más de 50 personas debido a la pandemia.

Portando carteles y pancartas con mensajes como "No puedo respirar", los manifestantes se han concentrado durante varias horas en una plaza en el corazón de la ciudad. La policía no ha indicado el tamaño exacto de la concentración. "Eran más de 50 personas de todos modos", ha dicho, añadiendo que la gente había empezado a dispersarse después de que los organizadores les pidieran que lo hicieran por razones de salud.

Bachelet urge a EE.UU. a escuchar las quejas de los manifestantes

La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha instado este miércoles a EE.UU a escuchar y abordar las quejas de quienes han tomado las calles para superar su "trágica historia de racismo" y demostrar que han entendido lo que ha llevado a la gente al "punto ebullición".

Bachelet, además, ha pedido que "condenen el racismo de forma inequívoca" y ha condenado el "uso innecesario y desproporcionado de la fuerza" por parte de las autoridades estadounidenses, que incluye la utilización de balas de goma y gas lacrimógeno.

La Alta Comisionada le ha dicho a los manifestantes que deben expresar sus demandas pacíficamente, ya que la violencia y los saqueos "no resolverán el problema de la brutalidad policial y la discriminación arraigada". Cualquier muerte o lesión causada por cualquiera de las partes requiere investigación independiente, ha añadido.

No obstante, ha expresado su "profunda preocupación" por "las declaraciones que han intentado identificar a los manifestantes con terroristas o deslegitimar el duelo masivo y la protesta pacífica señalando a la violencia o a la destrucción de propiedades que se han producido en varias localidades".

"Hemos visto miles de miles de manifestantes pacíficos, de diversa procedencia, tomando las calles en demanda de sus derechos y pidiendo un cambio", ha reivindicado.