Las protestas raciales se saldan con arrestos en Nueva York al saltarse el toque de queda
- Las marchas pacíficas continúan sin perder fuerza en ciudades como Filadelfia, Washington D.C., Seattle, Los Ángeles o Atlanta
- Algunos alcaldes ya han accedido a introducir medidas para evitar abusos policiales y acabar con el racismo
Las protestas pacíficas contra el racismo y la brutalidad policial en Estados Unidos se han saldado en Nueva York con numerosos arrestos por parte de la policía en diversas áreas de la ciudad, una hora después de que entrara en vigor el toque de queda.
Ha ocurrido después de una sentada frente a la residencia oficial del alcalde de la ciudad, el demócrata Bill de Blasio. Los manifestantes han abandonado el lugar tras más de una hora de protesta pacífica y, entonces, la policía ha comenzado a cargar contra los ciudadanos sobre las 9 de la noche, cuando ya se había superado el toque de queda.
Todos los ciudadanos neoyorquinos habían recibido al unísono un mensaje en sus teléfonos móviles informando de que a partir de las 8 de la tarde solo se permitía la circulación de trabajadores esenciales y que el tráfico no estaba permitido en determinadas zonas.
El propio jefe del departamento de Policía, Terence A. Monahan, ha admitido a los periodistas que el enfoque de la noche del miércoles era más agresivo para lograr dispersar rápidamente a los grupos y así el caos y los saqueos de las anteriores noches, algo que no se ha vuelto a repetir.
Las marchas pacíficas desatadas por la muerte del ciudadano negro George Floyd cuando fue detenido por la policía en Minnesota, han continuado sin perder fuerza en ciudades como Filadelfia, Washington D.C., Seattle, Los Ángeles o Atlanta, mientras los incidentes violentos se han limitado.
En la capital del país, foco de las protestas estos últimos días frente a la Casa Blanca, miles manifestantes -con mascarillas como informa la corresponsal de TVE, Cristina Olea- se han reunido por novena jornada consecutiva y han continuado en las calles pese al toque de queda. El lunes por la tarde, los accesos a la Casa Blanca fueron dispersados por la fuerza para permitir que el presidente Donald Trump saliera a posar con una Biblia frente a una iglesia cercana.
Pero este miércoles, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ha retrasado el toque de queda hasta las 23:00, después de dos días seguidos imponiéndolo a partir de las 19:00 en los que no se han producido disturbios ni saqueos en la ciudad. En cualquier caso, decenas de agentes con vestimenta militar han llegado al centro en autobuses unas cuatro horas antes de la hora límite.
Impacto en las políticas policiales locales
Las manifestaciones han comenzado a influir verdaderamente en la política local en lo que se refiere a la violencia policial. Mientras se producía la manifestación silenciosa, el alcalde de Nueva York, Bill De Blasio ha hecho público un comunicado en el que aseguraba que su administración "revisará y reformará" el uso de políticas de fuerza en la Policía de Nueva York.
"Continuaremos construyendo puentes entre la policía y las comunidades", ha afirmado, en la línea de una petición del expresidente Barack Obama en ese sentido.
En Los Ángeles, el alcalde Eric Garcetti ha accedido a una de las principales demandas del movimiento Black Live Matters que organiza la protesta: no aumentará el presupuesto de la policía e invertirá en programas sociales y educativos para las comunidades negras
En total, la policía ha hecho casi 10.000 arrestos en todo el país en los últimos días, según una estimación de los medios de comunicación de estadounidenses.