Los trabajadores del SEPE, al borde del colapso: "Quedan muchos ERTE por pagar y estamos recibiendo insultos"
- Los funcionarios del Servicio Público de Empleo tienen miedo de que las oficinas abran antes de que todo el mundo haya cobrado
- El sindicato CSIF pide reforzar las plantillas porque "las cargas de trabajo seguirán siendo dramáticas en los próximos meses"
María trabajaba en una escuela infantil que se acogió a un ERTE el 11 marzo. Ella tardó casi dos meses en empezar a cobrar y su madre, afectada por otro ERTE desde el 16 de marzo, aún sigue esperando. “Llamo por teléfono al SEPE y es imposible, o comunica o se corta. Conseguí pedir cita en la página web, pero no me atienden hasta el 19 de junio”.
María Fernández es administrativa del SEPE en Baleares. Su oficina, con cinco empleados, recibe más de 150 solicitudes al día. “Es imposible gestionar esa cantidad de expedientes”, asegura en una entrevista en RNE.
Son las dos caras de un problema, el colapso del Servicio Público de Empleo, en el que la angustia de los trabajadores que no cobran a fin de mes se mezcla con la de los funcionarios desbordados por la avalancha de solicitudes que tienen que resolver. “De un día para otros cuatro millones de personas se vieron inmersas en un ERTE y nuestra plantilla era de 6.000 funcionarios”, explica María Fernández.
Aún no se sabe cuándo volverán a abrir las oficinas del SEPE, pero la administrativa espera que no lo hagan hasta que todo el mundo haya cobrado.
“Tenemos miedo a abrir porque la desesperación de la gente puede provocar que pase algo que nadie quiere que pase. Yo he recibido insultos, se agolpan frente a la oficina, pegan golpes en los cristales y cuando salimos hacia nuestra casa tenemos que ir corriendo”, relata, al tiempo que asegura que el personal del SEPE comprende ese tipo de comportamientos. “Muchos no tienen para comer; yo, como madre lo entiendo, si no tengo para dar de comer a mis hijos y alguien tiene mi dinero voy a buscarlo como sea”.
“Muchos no tienen para comer; yo, como madre lo entiendo, si no tengo para dar de comer a mis hijos y alguien tiene mi dinero voy a buscarlo como sea“
La funcionaria del SEPE explica que parte del retraso se debe a los errores que presentan muchos ERTE, algo que confirma el sindicato CSIF, que asegura que “el coeficiente de error ha subido del 11,6% al 14%”, lo que ralentiza todo el proceso porque “hay que corregirlos manualmente”. El sindicato denuncia, además, que “quedan miles de procedimientos por resolver” y pide que se refuercen “de manera urgente las plantillas porque las cargas de trabajo se mantendrán en estos dramáticos niveles durante un prolongado espacio de tiempo”.
“El colapso va a durar meses”
El Gobierno ya ha propuesto ampliar los ERTE hasta septiembre y no descarta prolongarlos hasta final de año, tal y como piden los empresarios, lo que invita a pensar que el atasco en las oficinas del SEPE no va a mejorar a corto plazo. “Y, después de los ERTE vendrán los ERE, y después la gente que se ha quedado sin trabajo vendrá a pedir su prestación”, añade María Fernández.
Mientras tanto, el aluvión de ERTE también ha obligado a los inspectores de Trabajo y de la Seguridad Social a redoblar esfuerzos para evitar que haya fraudes.
“Tenemos que comprobar que las empresas no presentan datos falsos. Hay que constatar, por ejemplo, que los trabajadores afectados por un ERTE no han estado prestando servicios o que las empresas no hacen actas ficticias con trabajadores que realmente no estaban dados de alta antes del estado de alarma”, explica Ana Ercoreca, presidenta del Sindicato de Inspectores de Trabajo y de la Seguridad Social. “Es una situación que nos ha pillado a todos desbordados y con una carga de trabajo tremenda”, asegura Ercoreca.