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Coronavirus | Ecuador

Decenas de familias de Guayaquil siguen buscando a sus fallecidos por Covid-19

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Decenas de familias siguen buscando a sus fallecidos por Covid-19 en Guayaquil, foco de la pandemia en Ecuador

En la ciudad de Guayaquil un féretro vacío preside el salón de la casa familiar de los Díaz-Razo. Los hermanos compraron el ataúd después de que su madre Enriqueta, de 84 años, falleciera por coronavirus el pasado 25 de marzo; desde entonces nadie sabe dónde están los restos mortales de esta mujer.

El calvario para la familia empezó el 23 de marzo cuando Enriqueta manifestó los primeros síntomas del virus “Empezó a sentir fatiga, molestias y agitación. Llamamos al 911, no nos atendían y cuando pudimos movilizar a nuestra madre la llevamos a cuestas al hospital donde no la querían recibir. Empecé a llorar y a suplicar hasta que conseguí que le dieran un poco de oxígeno” cuenta Soraya entre lágrimas mientras recuerda que tuvo que trasladar a su madre, todavía con vida, a otra clínica para que la trataran “ella fallece a los dos días de llevarla a la clínica. Nos dijeron que por orden del gobierno los cuerpos iban a ser cremados. Su cadáver fue trasladado a otro hospital y nosotros fuimos escoltando el carro de medicina legal. Al llegar mi hermano firmó el ingreso y nos dijeron que esperáramos”.

Esperando para dar sepultura

Durante un mes la familia estuvo yendo al hospital pero la espera nunca tenía resultados “estuvimos esperando afuera con el féretro, pero nunca nadie salió a decirnos nada, a decirnos absolutamente nada. El ataúd sigue en el salón de la casa de mi madre, está vacío, esperando poder darle sepultura” confiesa Soraya.

Hace dos meses y medio que el sistema sanitario y los servicios fúnebres colapsaron en la ciudad de Guayaquil. Durante semanas decenas de cadáveres se apilaron en las calles, en las casas y en las morgues sin que nadie pudiera retirarlos. Ante la saturación el gobierno instaló en los hospitales contenedores refrigerados para trasladar temporalmente los cuerpos de los fallecidos, algunos acabaron extraviados.

Acompañada de sus hermanos y otros familiares Soraya trató de buscar los restos de su madre en uno de los contenedores. Asegura que le pidieron trescientos dólares por la colaboración “estábamos dispuestos a pagar con tal de que nos entregaran a nuestra madre. Eran cientos de cuerpos apilados. Mi sobrina se metió en el contenedor para tratar de encontrarlo pero no fue posible” asevera Soraya.

Protestas para reclamar los cuerpos

En las últimas semanas los familiares de las víctimas han convocado protestas para reclamar los cuerpos. Es el caso de Flavio que también busca a su padre; falleció por coronavirus el pasado mes de abril. Días después de la defunción recibió una llamada del hospital “Me llamaron porque no lo encontraban y por si deseaba ir a reconocer el cadáver. Me armé de valor y fui. Entré en la morgue donde había alrededor de doscientos cuerpos” reconoce Flavio que durante días supervisó la morgue al detalle “busqué desde el sábado 4, domingo 5, lunes 6, martes 7… miércoles 8 fue el último día que fui y no encontré a mi padre dentro de las instalaciones del hospital. Lo que le pido al Estado es que me devuelva el cuerpo de mi padre

La oficina del Defensor del Pueblo de Ecuador denuncia que se vulneraron los derechos de todas estas familias “No solamente pasaron por el dolor de perder al ser querido, además pasaron por el horror de ir a buscar los cuerpos entre montoneras de cadáveres en los diferentes contenedores. Pero por si fuera poco fueron víctimas de la corrupción.

"A muchas familias se les requirió el pago de cierta cantidad para ayudarles a identificar los cuerpos” afirma la vicedefensora Zaida Rovira quien está dando protección jurídica a las familias “La Defensoría del Pueblo de Ecuador ha presentado la demanda de acción de protección exigiendo al juez de la unidad civil que la sentencia no solamente sea para las treinta y ocho familias que constan en la demanda. También queremos que incluya a todas las familias que están viviendo esta pesadilla porque estamos conscientes de que hay muchísimas más”.

La Defensoría calcula que podría haber todavía más de cien cuerpos desaparecidos, mientras la Fiscalía investiga si hubo negligencia o no a la hora de identificar los restos.

Mientras los familiares solo quieren velar a sus muertos y darle una sepultura digna “es muy desesperante no poder darle un último adiós pero sobre todo no saber nada de ella, no saber dónde está” cuenta Mabel entre sollozos que también busca a su madre “lo que yo pido es que se hagan bien las indagaciones y que nos entreguen al familiar que es y no a un familiar equivocado. No quiero que nos den restos por el apuro de tratar de calmar a las familias por nuestra desesperación” confiesa Mabel quien ha leído en los titulares de prensa que hay dudas en Guayaquil sobre la identidad de cadáveres ya enterrados.