El 60% de las mujeres asesinadas desde 2003 por violencia de género vivía con su agresor

• Un informe del Observatorio sobre la Violencia de Género analiza los 1.000 asesinatos machistas cometidos hasta abril de 2019
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Más de la mitad de las mujeres asesinadas por violencia de género convivía con su agresor

Una media de 62 mujeres han sido asesinadas al año en España desde 2003, según un informe del Observatorio sobre la Violencia de Género publicado este miércoles. Este completo estudio estadístico analiza los asesinatos machistas desde que se contabilizan los datos en 2003 y hasta abril de 2019, cuando se alcanzó la trágica cifra de 1.000 mujeres asesinadas en España a manos de sus parejas o exparejas. En este periodo cada semana ha muerto asesinada una mujer de media.

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Durante estos 13 años de análisis, la situación más grave se produjo en la primera parte, hasta 2010, cuando se registraban 68 asesinatos de media al año. El año más trágico fue 2008 con 76 mujeres asesinadas. En la segunda parte del periodo, entre 2011 y 2018, descendió a cerca de 54 asesinatos machistas por año. El que menos asesinatos hubo fue 2016, con 49 víctimas mortales. "Este dato nos permite albergar cierta esperanza y muestra que en España se está trabajando en la dirección correcta pero al mismo tiempo, nos indica que no podemos bajar la guardia", ha subrayado la presidenta del Observatorio, Ángeles Carmona.

El perfil de las víctimas

Todas las mujeres pueden sufrir violencia de género, ya que se trata de un problema estructural que permanece independientemente de la edad de víctima y agresor. La edad media de las mujeres asesinadas era de 42 años, pero más de la mitad tenían entre 26 y 45 años. El 12,8% de las víctimas era menor de 25 años y un 11,9% eran mayores de 65 años. La mayoría de las mujeres asesinadas, el 65%, eran españolas.

“Tres de cada cuatro mujeres asesinadas eran madres“

El estudio confirma que la maternidad agrava los riesgos de sufrir violencia de género. Según los expertos, muchas mujeres aguantan situaciones de maltrato ante el temor de que los menores sufran consecuencias o por la incertidumbre que genera abandonar el hogar con sus hijos. Tres de cada cuatro mujeres asesinadas eran madres, en la mitad de los casos de menores de edad. Las 1.000 mujeres asesinadas dejaron 765 menores huérfanos, de los que 499 eran hijos e hijas del agresor y el resto de relaciones anteriores o posteriores de la víctima.

Otro de los elementos que aumenta el riesgo es la convivencia con el agresor: 60 de cada 100 mujeres asesinadas vivían con sus agresores. En cien casos había una denuncia previa y en 29 compartían el hogar con el hombre que las mató pese a estar activas medidas de protección para las víctimas. En el 28% de los casos, el asesino era expareja de la víctima.

El perfil de los asesinos

Según los datos policiales y judiciales, el perfil medio del agresor es de un varón de unos 46 años y de nacionalidad española en la mayoría de los casos. Ángeles Carmona, presidenta del Observatorio de Violencia de Género, subraya la importancia de conocer cada vez más y mejor "el perfil del agresor para determinar las circunstancias que agravan los riesgos para las víctimas y cuándo y cómo hay que poner en marcha los mecanismos de protección".

En casi la mitad de los asesinatos, el 46,4%, el agresor fue detenido, la mayoría de las veces tras darse a la fuga. Una quinta parte, el 21,2%, se entregó a las fuerzas de seguridad o se suicidó tras haber cometido el crimen. Las penas de prisión a las que han sido condenados son de 1,9 años de promedio.

En la mitad de los casos, utilizaron un arma blanca para cometer el asesinato, aunque son también altos los porcentajes en que los agresores utilizaron los golpes (16%), la asfixia o estrangulamiento (15%) o un arma de fuego (13%) para asesinar a las mujeres.

Ángeles Carmona: "Las personas del entorno de las víctimas deben ayudarlas a salir de la violencia de género"

Denuncias y medidas de protección

Una cuarta parte de las mujeres asesinadas había denunciado previamente a sus agresores. Este porcentaje ha ido aumentando con el tiempo: supuso un 15,8% en 2005 y un 34,5% en 2014. Las víctimas que menos habían denunciado eran las mujeres más mayores, un 17% de las denuncias provino de mujeres entre 56 y 65 años y sólo un 9,2% de mujeres mayores de 65 años.

En 124 de los 1.000 casos existía una medida de alejamiento en vigor. En más de la mitad de esos casos, el 58%, el agresor vulneró esas medidas para acceder al domicilio de la víctima. De hecho, la vivienda es el lugar más peligroso para las mujeres víctimas de violencia de género ya que es en el domicilio donde se han producido los asesinatos con mayor frecuencia: 78 de cada 100.

A menudo se ha vinculado un aumento del riesgo para las víctimas con periodos de convivencia más intensa o prolongada con los agresores, como los periodos vacacionales. Este estudio parece confirmarlo, ya que los meses de enero y julio son en los que más mujeres han sido asesinadas y el domingo es el día más trágico de la semana.